INICIATIVA DEL GRUPO DE INVESTIGACIÓN BIOFANEX
Contra la obesidad, deporte de alta intensidad y dieta
La Universidad de Sevilla inicia 'Ocho semanas, un objetivo' para analizar el ejercicio interválico y vibratorio.
Carmen Cáceres. Sevilla | dmredaccion@diariomedico.com | 26/03/2013 16:51
De izquierda a derecha,Jesús del Pozo, Borja del Pozo y Borja Sañudo, investigadores del estudio. (Carmen Cáceres)
Se trata del primer estudio que une ambos ejercicios en sujetos obesos y con sobrepeso. "También tendremos en cuenta otros parámetros de salud (análisis bioquímicos, perfil lipídico y proteómica), la condición física (fuerza del tren inferior, dinamometría manual, capacidad cardiorrespiratoria) y la composición corporal (porcentaje de masa grasa y muscular)", explica Borja Sañudo, profesor de la Universidad de Sevilla, e investigador principal del proyecto.
Grupos de obesos
En este estudio participan 45 pacientes derivados desde centros de nutrición específicos y centros de salud, con obesidad y sobrepeso y sin hipertensión. Todos ellos fueron divididos en tres grupos de forma aleatoria. En concreto, el primero realiza entrenamiento interválico y vibratorio, el segundo sólo interválico y el último es el grupo control. Según la hipótesis de Sañudo, aunando ambos entrenamientos lograrán movilizar la grasa lípida para eliminarla, aunque también pretenden profundizar en cuáles son las bases por las que el ejercicio físico consigue mejorar la lipólisis.
El ejercicio interválico permite en menos tiempo obtener los mismos beneficios que el aeróbico extensivo tradicional y, además, tiene una acción muy efectiva sobre la lipólisis. "Nuestra intención es someter al sujeto durante un minuto al 90 por ciento de su frecuencia cardiaca máxima (que es individual para cada paciente), controlando la valoración subjetiva del esfuerzo y su propia frecuencia", apunta Sañudo.
Por otra parte, el grupo que realiza ambos entrenamientos, es sometido al vibratorio que empezó a 20Hz en 30 segundos; "pero queremos subir hasta 25 Hz en 45 segundos, porque ya hemos comprobado que éstos eran los parámetros que conseguían aumentar el flujo sanguíneo de los pacientes", matiza.
Al ejercicio físico hay que unir una dieta hipocalórica. Según el investigador, "hasta que no terminen las ocho semanas no sabremos los resultados pero hemos hallado mejoras en cuanto al porcentaje de masa grasa".
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