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Institutos Nacionales de la Salud
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Muchas mujeres se preocupan sobre las relaciones sexuales tras un ataque cardiaco, según un estudio
Es una inquietud oculta que los médicos deben discutir con más frecuencia, aseguran los expertos
Traducido del inglés: jueves, 25 de julio, 2013
Eso es lo que halló un estudio en el que se entrevistó a 17 mujeres que habían sobrevivido a un ataque cardiaco en los dos años anteriores. Los investigadores hallaron que aunque la mayoría revivían sus vidas sexuales en un plazo de un mes tras el ataque, muchas también seguían teniendo miedo sobre cómo las relaciones sexuales podrían afectar a sus corazones.
Además, pocas habían hablado con el médico sobre el tema. Y cuando lo hicieron, las mujeres habían sacado el tema, no los médicos.
"Desafortunadamente, no resulta sorprendente", señaló Emily Abramsohn, una investigadora de la Universidad de Chicago que trabajó en el estudio, que aparece en la edición en línea del 24 de julio de la revista Journal of the American Heart Association.
Las mujeres, con una edad promedio de 60 años, participaban en un estudio de mayor tamaño que dio seguimiento a la salud de supervivientes a un ataque cardiaco. En ese estudio, solo el 47 por ciento de los hombres y el 35 por ciento de las mujeres dijeron que los médicos les habían hablado sobre la continuación de sus vidas sexuales.
Los temores por los peligros cardiacos que conlleva el sexo podrían carecer de fundamentos, señalan los expertos. Muchos estudios han mostrado que para la mayoría de supervivientes a un ataque cardiaco, las relaciones sexuales son una actividad de bajo riesgo. Menos del uno por ciento de todos los ataques cardiacos ocurren durante el sexo, según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA).
Aún así, los médicos quizás no estén seguros sobre los consejos específicos que deben ofrecer, planteó la Dra. Suzanne Steinbaum, cardióloga y directora de mujeres y enfermedad cardiaca del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
Hay directrices sobre el tema, publicadas apenas el año pasado por la AHA y el Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology). Esas recomendaciones ofrecen algunos parámetros generales: Por ejemplo, el sexo es "razonable" cuando los pacientes cardiacos pueden subir dos tramos de escaleras sin tener dolor de pecho ni problemas para respirar.
Una mujer en el nuevo estudio dijo que eso fue justo lo que su médico le dijo. El problema, comentó, era que "no podía subir dos tramos de escaleras antes del ataque cardiaco".
"Debemos poder decirles más cosas a los pacientes", planteó Steinbaum, quien también es autora de Dr. Suzanne Steinbaum's Heart Book, un libro que aborda la salud cardiaca de las mujeres, e incluye la actividad sexual.
Las relaciones sexuales también incluyen el bienestar emocional y mental, apuntó Steinbaum, y las mujeres podrían sentirse preocupadas aunque se sientan en buena forma física. Por ejemplo, la depresión es común tras un ataque cardiaco, y podría afectar a la sexualidad de una mujer.
"También debemos abordar los problemas emocionales y psicosociales", dijo Steinbaum.
Abramsohn se mostró de acuerdo en que quizás los médicos no sepan qué decir sobre el tema, y anotó que también hay obstáculos prácticos.
En la inmediatez, el médico está preocupado por salvarle la vida, explicó. Luego, cuando uno recibe el alta del hospital, quizás el médico esté concentrado en sus medicamentos o en la rehabilitación cardiaca. Cualquier discusión sobre el bienestar sexual podría quedarse por el camino.
Pero es importante que los médicos al menos aborden el tema, señalaron tanto Abramsohn como Steinbaum. Abramsohn aseguró que "si el médico saca el tema, al menos la mujer sabrá que para ellos también es importante y que puede hablar con su médico al respecto".
Las mujeres de este estudio habían sufrido un ataque cardiaco dos años antes de las entrevistas, en promedio. Todas menos una dijeron que habían comenzado a tener relaciones sexuales nuevamente en un plazo de seis meses tras el ataque cardiaco, pero el "miedo" era común, reporta el equipo de Abramsohn.
Algunas también dijeron que sus parejas temían hacerles daño.
Entonces, ¿qué pueden hacer las mujeres? "Sepa que no está sola en cuanto a los temores sobre la actividad sexual", dijo Abramsohn. "Y si le preocupa, háblelo con el médico".
Si lo hace y aún así "no se siente escuchada", Steinbaum aconsejó pedir una remisión a alguien que trabaje con pacientes cardiacos, como un trabajador social, psicólogo o enfermera de rehabilitación cardiaca, por ejemplo.
Los programas de rehabilitación cardiaca, que pueden ser indicados a los pacientes en los dos meses tras el ataque cardiaco, incluyen ejercicio supervisado y consejería sobre temas como la depresión y la ansiedad. Quizás un programa no aborde específicamente la actividad sexual, pero podría ayudar a las mujeres a sentirse mejor física y emocionalmente, dijo Steinbaum.
"Cuando uno hace ejercicio y ve que se está haciendo más fuerte, también adquiere confianza", señaló Steinbaum.
Añadió que podría también haber motivos subyacentes específicos para la disfunción sexual tras un ataque cardiaco, no solo la depresión, sino también efectos secundarios de los medicamentos o una actividad anómala en la glándula tiroides, por ejemplo. Ese es otro motivo de que hablar sobre los problemas sexuales con el médico sea importante, apuntó Steinbaum.
"Si siente que no vuelve a la normalidad tras un ataque cardiaco, no es su culpa", enfatizó.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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