El Ébola llega a la ciudad
La OMS confirma cuatro casos en Conakry, la capital de Guinea
El virus se ha cobrado ya la vida de 77 personas en el país
La epidemia de virus Ébola que se ha cobrado ya la vida de 77 personas, sobre todo en Guinea (66), pero también en Liberia (6) y Sierra Leona (5), ha alcanzado la capital del país, Conakry, donde se han registrado cuatro casos confirmados por pruebas de laboratorio y uno más pendiente de confirmación. La llegada del Ébola a una ciudad de dos millones de habitantes que dispone de un aeropuerto internacional con conexiones con otros países de la región ha vuelto a alarmar a la población de África occidental. Las autoridades sanitarias de los países afectados tratan de contener la epidemia aislando a los enfermos con la ayuda de la Organización Mundial de la Salud y organismos como Médicos sin Fronteras.
En total, la OMS ha confirmado ya 103 casos de fiebres hemorrágicas en Guinea (15 atribuidos oficialmente a la cepa Zaire del virus Ébola y muchos de ellos pendientes de estudio), de los cuales 66 afectados han fallecido, lo que arroja una tasa de mortalidad del 64%. Cinco de ellos se registraron este jueves en la capital del país, Conakry, de los cuales cuatro están confirmados mediante pruebas de laboratorio y el último, el único fallecido de todos ellos, está pendiente de análisis. Otros diez nuevos casos fueron detectados el jueves, ocho de ellos en Guekedou y dos en Macenta, dos de los cuatro distritos más afectados por este brote junto a Kissidougou y Nzerekore, todos en el sur del país. Por ahora, la OMS no ha establecido ninguna restricción de viajes a Guinea, según informó este viernes su portavoz, Gregory Hartl.
Las autoridades sanitarias guineanas tratan de hacer frente a esta epidemia que se anunció hace una semana y que por primera vez ha alcanzado a una gran ciudad. Para ello, en coordinación con la OMS, que ha enviado una docena de expertos al país, están investigando dónde estuvieron los afectados antes de llegar a la capital y cuánto tiempo de incubación ha necesitado el virus para provocar los primeros síntomas (entre 2 y 21 días), que normalmente son una subida brusca de la temperatura corporal, intensa debilidad, dolores, sobre todo de cabeza, e irritación de la garganta que inmediatamente se ven acompañados de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas e insuficiencia renal y hepática. En algunos casos, el proceso se complica con hemorragias internas y externas y concluye con la muerte en porcentajes de hasta un 90%. No hay vacunas ni tratamiento conocido.
Mientras tanto, los países fronterizos empiezan a preocuparse seriamente. Es el caso de Liberia, que ha informado de ocho casos sospechosos (seis de ellos han fallecido y todos habían estado recientemente en la zona guineana de Guekedou, la más afectada por la enfermedad) y de Sierra Leona, con seis casos (cinco muertes). Todos ellos están en estudio para confirmar oficialmente si se trata del ébola, aunque todo apunta a que el temible virus podría estar detrás de estas muertes. Tanto Costa de Marfil, como Malí, Senegal y Guinea Bissau, que comparten fronteras con Guinea, han activado sus protocolos de detección precoz de la enfermedad para reaccionar lo más rápido posible, si ello fuera necesario.
Por su parte, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) acaba de lanzar una petición de ayuda formal a la comunidad internacional para intentar contener el avance del Ébola. “Supone una seria amenaza para la seguridad regional”, ha dicho este organismo supranacional en un comunicado, “llamamos a la comunidad internacional a garantizar su apoyo en la gestión de la epidemia del virus ébola en la región”. Y es que cierta psicosis empieza a circular entre los países vecinos. Este viernes, las autoridades sanitarias senegalesas han tenido que salir a la opinión pública a desmentir un rumor sobre la aparición de un caso de ébola en Dakar.
Sin embargo, la decisión más llamativa la ha adoptado, por ahora, Mauritania, que ha decidido cerrar dos pasos fronterizos con Senegal. Uno de los principales temores recae sobre la carne de animales salvajes que viven en los bosques de Guinea, como monos, ratas o murciélagos, que son consumidos en muchos puntos de la región, sobre todo en zonas forestales. Los científicos creen que el huésped natural del virus Ébola son varias especies de murciélagos comedores de fruta y que de ellos se transmite al ser humano mediante la ingesta de su carne o la de otros animales que hayan estado en contacto con ellos.
Según datos de la OMS, desde que se produjeran los dos primeros brotes en 1976, la epidemia más mortal del virus Ébola tuvo lugar en el año 2000 en Uganda, con 425 muertos. En este país y en la República Democrática del Congo se vivieron las últimas epidemias, en concreto en el año 2012. África occidental no había sido nunca escenario de un brote, tan solo un caso detectado en 1994 en Costa de Marfil, pero de la cepa Taï Forest, y no de la Zaire que es la que está golpeando en la actualidad al sur de Guinea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario