Investigadores consiguen describir una nueva forma para evitar la restenosis
25/04/2014 - E.P.
La restenosis coronaria se debe a una respuesta inmunitaria producida por la manipulación quirúrgica o por la presencia de un stent
Investigadores alemanes liderados por el cirujano Tobias Deuse y Sonja Schrepfer, con la colaboración del experto del Instituto de Biología Funcional y Genómica del centro mixto del Centro Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Salamanca (IBFG), Juan Pedro Bolaños, han conseguido describir una nueva forma para evitar la restenosis, una obstrucción debida a la proliferación de las células de la musculatura lisa de las paredes interiores de los vasos sanguíneos.
En un artículo publicado en la revista 'Nature', y recogido por la plataforma Sinc, los expertos han propuesto un mecanismo que podría evitar la proliferación de dichas células. Y es que, tal y como ha comentado Bolaños, la restenosis se debe a una respuesta inmunitaria producida por la manipulación quirúrgica o por la presencia del 'stent'.
Hasta ahora, la única solución es incorporar al 'stent' un fármaco que inhibe la proliferación de las células, de manera que palía en parte esta hiperplasia pero no soluciona el problema por completo. Por ello, los investigadores comenzaron a estudiar los mecanismos por los que las células proliferan rápidamente hasta obstruir de nuevo la arteria, entre una y cuatro semanas después de la colocación del 'stent'.
Para ello, utilizaron animales de experimentación en los que implantaron secciones de arterias humanas y comprobaron dos fenómenos importantes en las células de la musculatura lisa dañadas por la colocación del stent: la hiperpolarización mitocondrial y la resistencia a la apoptosis.
En esa fase del estudio, los investigadores recurrieron al ácido dicloroacético (DCA), una molécula sintética que previene el incremento de la proliferación celular y se utiliza en algunos ensayos contra el cáncer, pero que no se emplea en la clínica porque genera ciertos problemas secundarios a dosis elevadas y en tratamiento crónicos.
Sin embargo, en este caso existe una importante diferencia con el cáncer, ya que la proliferación de las células de la musculatura lisa sólo ocurre hasta la cuarta semana, de manera que el tratamiento es transitorio, reduciendo así los efectos no deseados.
Fue en ese momento cuando los coordinadores del estudio contactaron con Bolaños con el objetivo de entender los mecanismos moleculares del problema y también los mecanismos de la posible solución, el tratamiento con DCA.
De esta forma, se ha podido comprobar que el DCA inhibe una enzima llamada piruvato deshidrogenasa quinasa 2 (PDK2), que a su vez inhibe otra enzima, piruvato deshidrogenasa (PDH), lo cual favorece la apoptosis o muerte programada de las células. Por tanto, aplicar DCA permite restablecer la apoptosis y, por tanto, evitar la proliferación de células vasculares que obstruirían de nuevo la arteria.
Ahora bien, según ha apostillado el investigador del IBFG, esta acción del DCA no evita la proliferación natural de las células endoteliales. "Este fármaco solo afectaría a las células que proliferan en exceso por un incremento de PDK2, así que permitiría la recuperación de las células normales del endotelio, que es necesaria y fisiológica", ha informado.
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