VINCULADOS CON LA OBESIDAD
Un medicamento contra el glaucoma ayuda a mujeres con ceguera por HII
Un nuevo estudio revela que el uso de acetazolamida junto con un plan de pérdida de peso puede mejorar la visión en mujeres con hipertensión intracraneal idiopática.
Redacción. Madrid | 22/04/2014 21:00
A la izquierda, un nervio óptico normal. A la derecha, el edema del nervio óptico que aparece en HII. (Michael Wall, Universidad de Iowa)
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Un estudio publicado en Journal of the American Medical Association revela que un medicamento contra el glaucoma, junto con un plan de reducción de peso, puede mejorar la visión en mujeres con hipertensión intracraneal idiopática (HII). "Nuestros resultados muestran que la acetazolamida puede ayudar a preservar e incluso recuperar la visión en mujeres con HII, al combinarla con programas dietéticos integrales y una modificación del estilo de vida", dice Michael Wall, de la Universidad de Iowa (EEUU).
En el ensayo clínico participaron 161 mujeres y cuatro hombres con HII y pérdida leve de la visión. En el inicio, la media del índice de masa corporal (IMC) era de 40. Todos los participantes comenzaron un plan de pérdida de peso para reducir la ingesta de sal y entre 500 y 1.000 calorías de su ingesta diaria de comida, con el objetivo de perder el seis por ciento de su peso inicial. Para ello, se les proporcionó un entrenador y equipación necesaria para realizar ejercicio, como un contador de pasos y una banda elástica de resistencia.
La mitad de los participantes recibieron un gramo del medicamento la primera semana y aumentaba en un cuarto de gramo cada semana hasta alcanzar las dosis máxima de cuatro gramos diarios. La otra mitad de los pacientes recibieron placebo en dosis que aumentaban gradualmente.
Tras seis meses, ambos grupos habían mejorado sus resultados en la campimetría visual. Los participantes del grupo que tomaban la acetazolamida mejoraron casi el doble más que los que tomaban placebo. Comparando únicamente la pérdida de peso, el medicamento también ayudó a reducir la inflamación del nervio óptico.
Por otra parte, en el grupo del placebo hubo seis tratamientos fallidos, es decir, que empeoraron sustancialmente su visión y tuvieron que retirarse del ensayo, y un tratamiento fallido en el grupo de la acetazolamida. Además, siete personas del grupo de la acetazolamida y una del grupo del placebo dejaron de tomar su medicación asignada debido a efectos secundarios. Tres participantes del grupo del placebo fueron ingresadas en el hospital frente a seis participantes del grupo de la acetazolamida, dos de los cuales desarrollaron cálculos renales. Todos los efectos secundarios se revirtieron al dejar de tomar el medicamento o reducir la dosis.
"Este estudio proporciona la base informativa tan necesaria sobre el uso de la acetazolamida como complemento de la pérdida de peso para tratar la HII", concluye Wall.
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