Determinación de nuevos objetivos para 2035
Resumen
En este artículo de Series, revisamos las tendencias desde las Series sobre supervivencia neonatal de Lancet de 2005 para informar de la aceleración de la evolución de la salud de los recién nacidos después de 2015. En función de los análisis de múltiples países y consultas de varios interesados, proponemos unos objetivos nacionales para 2035 de no más de 10 fetos nacidos muertos por cada 1.000 nacimientos totales, y no más de 10 muertes neonatales por cada 1.000 nacidos vivos, compatibles con los objetivos de mortalidad de un máximo de 20 por cada 1.000 nacidos vivos en niños de menos de 5 años de edad. También ofrecemos objetivos para 2030. La reducción de la mortalidad neonatal ha sido más lenta que la de la mortalidad materna e infantil (1-59 meses), la tasa de reducción más lenta ha sido en los países con mayor prevalencia, especialmente en África, y la reducción es incluso más lenta para las tasas de fetos nacidos muertos. El parto es el momento de mayor riesgo, cuando ocurren más del 40% de las muertes maternas (un total de alrededor de 290.000) y de los nacimientos de fetos muertos o las muertes neonatales (5,5 millones) al año. Estas muertes se producen rápidamente, por lo que se necesita una rápida respuesta de parte de los profesionales sanitarios. Los 2,9 millones de muertes neonatales anuales en todo el mundo se atribuyen a tres causas principales: infecciones (0,6 millones), afecciones durante el parto (0,7 millones), y complicaciones de los partos prematuros (1,0 millones). Los varones tienen un mayor riesgo biológico de muerte neonatal, pero las mujeres con frecuencia tienen un mayor riesgo social. El tamaño pequeño al nacer, debido al parto prematuro o a fetos pequeños para la edad gestacional (small-for-gestational-age, SGA), o ambos, es el mayor factor de riesgo para más del 80% de las muertes neonatales y aumenta el riesgo de mortalidad posneonatal, retraso del crecimiento y enfermedades no infecciosas en la edad adulta. Asia Meridional posee las tasas más altas de SGA y el África subsahariana tiene las tasas más altas de partos prematuros. Los bebés a término que son SGA con bajo peso al nacer (10,4 millones en esas regiones) corren riesgo de retraso del crecimiento y de afecciones metabólicas durante la edad adulta. Existen 15 millones de partos prematuros, especialmente los ocurridos antes de las 32 semanas de gestación, que tienen el mayor riesgo de muerte neonatal, con riesgo continuo de mortalidad posneonatal, y riesgo importante de deterioro del neurodesarrollo a largo plazo, retraso del crecimiento y afecciones no infecciosas. Hay 4 millones de neonatos al año que tienen otras afecciones potencialmente mortales o discapacitantes, que incluyen lesión cerebral durante el parto, infecciones bacterianas graves o ictericia patológica. A la mitad de los bebés recién nacidos del mundo no se les realiza un certificado de nacimiento, y la mayoría de las muertes neonatales y casi todos los fetos nacidos muertos no tienen certificado de defunción. Contar las muertes es crucial para poder cambiar la situación. El fracaso a la hora de mejorar los resultados de los nacimientos para el año 2035 dará lugar a alrededor de 116 millones de muertes, 99 millones de supervivientes con discapacidad o pérdida del potencial de desarrollo y millones de adultos con aumento del riesgo de padecer enfermedades no infecciosas después de haber presentado bajo peso al nacer. En la era posterior a 2015, las mejoras en la supervivencia infantil, el desarrollo y el capital humano, dependen de que se garantice un inicio sano para cada bebé recién nacido, que son los ciudadanos y la mano de obra del futuro.
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