PUBLICADO EN 'NATURE MEDICINE'
Identifican un signo temprano del cáncer de páncreas más común
JANO.es · 29 septiembre 2014 11:05
Científicos del Instituto de Cáncer Dana-Farber y el Instituto de Tecnología de Massachusetts descubren cómo el aumento de ciertos aminoácidos preceden al diagnóstico de la enfermedad.
Científicos del Instituto de Cáncer Dana-Farber, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), ambos en Estados Unidos, han descubierto que el aumento de ciertos aminoácidos es un signo temprano del cáncer de páncreas, como detallan en un artículo que se publica en Nature Medicine.
Aunque el incremento no es lo suficientemente grande como para ser la base de una nueva prueba para la detección temprana de la enfermedad, los resultados ayudarán a los investigadores a entender mejor cómo el cáncer de páncreas afecta al resto del organismo, sobre todo en lo que se refiere a la pérdida de músculo, lo que se conoce como caquexia.
"La mayoría de las personas con adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC, por sus siglas en inglés) [la forma más común de cáncer de páncreas] son diagnosticadas después de que la enfermedad ha alcanzado una etapa avanzada y muchas mueren al año del diagnóstico", señala Brian Wolpin, científico de Dana-Farber y coautor principal del nuevo estudio junto con Matthew Vander Heiden, del MIT y Dana-Farber.
"La detección de la enfermedad antes de su desarrollo puede mejorar nuestra capacidad de tratarla con éxito. En este estudio, nos preguntamos si PDAC produce cambios metabólicos, es decir, en la forma en que el cuerpo utiliza la energía y los nutrientes, que pueden ser detectados antes de que se diagnostique la enfermedad", añade.
Los investigadores analizaron muestras de sangre de 1.500 personas para más de 100 metabolitos y, posteriormente, compararon los resultados de los individuos que habían pasado a desarrollar cáncer de páncreas y los de aquellos que no lo tenían.
"Encontramos que los niveles altos de aminoácidos de cadena ramificada [una familia de aminoácidos, que son los componentes básicos de las proteínas] estuvieron presentes en las personas que llegaron a desarrollar cáncer de páncreas en comparación con aquellas que no tenían la enfermedad", destaca Wolpin. Antes de que esos individuos fueran diagnosticados con cáncer de páncreas pasaron entre 2 y 25 años.
"Estos resultados nos llevaron a la hipótesis de que el aumento de los aminoácidos de cadena ramificada se debe a la presencia de un tumor pancreático temprano", indica Wolpin. Esta teoría fue confirmada en experimentos de laboratorio realizados por el grupo de Vander Heiden en el Instituto Koch de Investigación Integral del Cáncer en el MIT, que mostraron que los ratones con tumores pancreáticos recién formados tenían niveles de estos aminoácidos en sangre superiores a lo normal.
Los científicos detectaron que el incremento se debe a un desgaste del tejido muscular, lo que provocó que los aminoácidos ramificados se liberen en el torrente sanguíneo, un proceso similar a lo que ocurre en pacientes con caquexia por cáncer. "Lo sorprendente es que parece que la descomposición de las proteínas del músculo comienza mucho antes en el proceso de la enfermedad de lo que se pensaba anteriormente", señala Vander Heiden.
Los resultados proporcionan una importante ventaja para los científicos que estudian cómo los tumores pancreáticos interactúan con los tejidos normales de los pacientes, dicen los autores. Según Vander Heiden, este trabajo ofrece una visión de cómo el cáncer de páncreas cambia la forma en que el resto del cuerpo se encarga de los nutrientes. "Este trabajo tiene el potencial de avanzar en la detección de tumores de páncreas antes y la identificación de nuevas estrategias de tratamiento para las personas con la enfermedad", augura.
Aunque el incremento no es lo suficientemente grande como para ser la base de una nueva prueba para la detección temprana de la enfermedad, los resultados ayudarán a los investigadores a entender mejor cómo el cáncer de páncreas afecta al resto del organismo, sobre todo en lo que se refiere a la pérdida de músculo, lo que se conoce como caquexia.
"La mayoría de las personas con adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC, por sus siglas en inglés) [la forma más común de cáncer de páncreas] son diagnosticadas después de que la enfermedad ha alcanzado una etapa avanzada y muchas mueren al año del diagnóstico", señala Brian Wolpin, científico de Dana-Farber y coautor principal del nuevo estudio junto con Matthew Vander Heiden, del MIT y Dana-Farber.
"La detección de la enfermedad antes de su desarrollo puede mejorar nuestra capacidad de tratarla con éxito. En este estudio, nos preguntamos si PDAC produce cambios metabólicos, es decir, en la forma en que el cuerpo utiliza la energía y los nutrientes, que pueden ser detectados antes de que se diagnostique la enfermedad", añade.
Los investigadores analizaron muestras de sangre de 1.500 personas para más de 100 metabolitos y, posteriormente, compararon los resultados de los individuos que habían pasado a desarrollar cáncer de páncreas y los de aquellos que no lo tenían.
"Encontramos que los niveles altos de aminoácidos de cadena ramificada [una familia de aminoácidos, que son los componentes básicos de las proteínas] estuvieron presentes en las personas que llegaron a desarrollar cáncer de páncreas en comparación con aquellas que no tenían la enfermedad", destaca Wolpin. Antes de que esos individuos fueran diagnosticados con cáncer de páncreas pasaron entre 2 y 25 años.
"Estos resultados nos llevaron a la hipótesis de que el aumento de los aminoácidos de cadena ramificada se debe a la presencia de un tumor pancreático temprano", indica Wolpin. Esta teoría fue confirmada en experimentos de laboratorio realizados por el grupo de Vander Heiden en el Instituto Koch de Investigación Integral del Cáncer en el MIT, que mostraron que los ratones con tumores pancreáticos recién formados tenían niveles de estos aminoácidos en sangre superiores a lo normal.
Los científicos detectaron que el incremento se debe a un desgaste del tejido muscular, lo que provocó que los aminoácidos ramificados se liberen en el torrente sanguíneo, un proceso similar a lo que ocurre en pacientes con caquexia por cáncer. "Lo sorprendente es que parece que la descomposición de las proteínas del músculo comienza mucho antes en el proceso de la enfermedad de lo que se pensaba anteriormente", señala Vander Heiden.
Los resultados proporcionan una importante ventaja para los científicos que estudian cómo los tumores pancreáticos interactúan con los tejidos normales de los pacientes, dicen los autores. Según Vander Heiden, este trabajo ofrece una visión de cómo el cáncer de páncreas cambia la forma en que el resto del cuerpo se encarga de los nutrientes. "Este trabajo tiene el potencial de avanzar en la detección de tumores de páncreas antes y la identificación de nuevas estrategias de tratamiento para las personas con la enfermedad", augura.
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