04 de Diciembre de 2014
Investigadores de la Universidad de Washington desarrollan una vacuna segura en pacientes con cáncer de mama metastático
La vacuna prepara un tipo de glóbulo blanco para buscar y destruir las células con la proteína mamaglobina.
Cada año se detectan en España entre 20.000 y 22.000 nuevos casos de cáncer de mama, con unas tasas de supervivencia de entre el 85 y 90%, después de cinco años. Con el objetivo de mejorar estos porcentajes, investigadores norteamericanos están trabajando en una vacuna contra el cáncer de mama que se muestra prometedora. Así, los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis (Estados Unidos), han desarrollado una vacuna segura en pacientes con cáncer de mama metastásico, según indican los resultados de un ensayo clínico temprano. La evidencia preliminar sugiere que la vacuna prepara el sistema inmunológico de los pacientes para atacar las células tumorales y ayuda a frenar la progresión del cáncer. En este sentido, la nueva vacuna, cuya eficiencia se detalla en un artículo en el Clinical Cancer Research, hace que el sistema inmunológico del cuerpo se dirija a una proteína llamada mamaglobina-A, que se encuentra casi exclusivamente en el tejido mamario. La vacuna prepara un tipo de glóbulo blanco, parte del sistema inmune adaptativo del cuerpo, para buscar y destruir las células con la proteína mamaglobina-A. “Poder dirigirnos a la mamaglobina es emocionante porque se expresa ampliamente en hasta el 80% de los cánceres de mama, pero no en niveles significativos en otros tejidos”, apunta el cirujano de cáncer de mama y autor principal de este trabajo William E. Gillanders, que trata a pacientes en el Centro de Cáncer Siteman en el Hospital Judío Barnes y la Universidad de Washington.
Según los autores, la evidencia preliminar indica que la vacuna redujo la progresión del cáncer, incluso en pacientes que tienden a poseer un sistema inmunológico menos potente debido a su enfermedad avanzada y la exposición a la quimioterapia. Según los resultados de este estudio, Gillanders y sus colegas están planeando un ensayo clínico más grande para probar la vacuna en pacientes con cáncer de mama recién diagnosticados, que, en teoría, debería tener un sistema inmunológico más robusto que los pacientes que ya han sido sometidos a unaintensiva terapia contra el cáncer.
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