INHIBiDORES ORALES
Gen JAK, eje de la única terapia para mielofibrosis
Un inhibidor del gen JAK, el ruxolitinib, se ha convertido en el tratamiento específico y eficaz de los síntomas que acompañan a la mielofibrosis.
Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es | 23/04/2015 00:00
Francisco Cervantes,hematólogo del Hospital Clínico de Barcelona. (DM)
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Un inhibidor oral de la vía JAK, concretamente de las tirosina-cinasas JAK1 y JAK2, es capaz de cambiar el curso de la mielofibrosis, una neoplasia mieloproliferativa cromosoma Filadelfia negativo que se caracteriza por la presencia de hematopoyesis extramedular que produce esplenomegalia, leucocitosis y trombocitosis, aspectos que deterioran la calidad de vida en el paciente.
El inhibidor, recientemente disponible en España, conocido como ruxolitinib y comercializado por la farmacéutica Novartis Oncology como Jakavi, es el primer fármaco específico para el tratamiento de la mielofibrosis primaria y secundaria a policitemia vera y trombocitemia esencial.
Mejora la supervivencia
"Aunque no se trata de una terapia curativa, sí ha supuesto un cambio radical para el tratamiento, pues es el único que frena, casi de manera inmediata, los síntomas incapacitantes que acompañan a la enfermedad: esplenomegalia importante, pérdida de peso, cansancio extremo, sudoración nocturna y dolor óseo", ha señalado Francisco Cervantes, del Servicio de Hematología del Hospital Clínico de Barcelona, que según su experiencia con la administración por uso compasivo de ruxolitinib, indica que el fármaco ayuda a elevar la supervivencia de los pacientes -según los estudios, la mortalidad se ha reducido en un 40 por ciento en pacientes que se encontraban en mal estado-, al contribuir a la eliminación de los síntomas que deterioran la salud.
"Aunque no se trata de una terapia curativa, sí ha supuesto un cambio radical para el tratamiento, pues es el único que frena, casi de manera inmediata, los síntomas incapacitantes que acompañan a la enfermedad: esplenomegalia importante, pérdida de peso, cansancio extremo, sudoración nocturna y dolor óseo", ha señalado Francisco Cervantes, del Servicio de Hematología del Hospital Clínico de Barcelona, que según su experiencia con la administración por uso compasivo de ruxolitinib, indica que el fármaco ayuda a elevar la supervivencia de los pacientes -según los estudios, la mortalidad se ha reducido en un 40 por ciento en pacientes que se encontraban en mal estado-, al contribuir a la eliminación de los síntomas que deterioran la salud.
Según el hematólogo, las estrategias terapéuticas tradicionales para combatir los síntomas de la mielofibrosis eran anabolizantes, eritropoyetina y transfusiones sanguíneas para combatir la anemia, sin resultados totalmente satisfactorios. Para otros síntomas, como la esplenomegalia, no había un abordaje concreto. En cuanto al tratamiento oncológico, los pacientes suelen recibir, aparte del trasplante alogénico de células madre, una quimioterapia oral suave, pero sin repercusión en la eliminación de síntomas.
Bloqueo integral
"El uso de este inhibidor del gen JAK es importantísimo porque no sólo es eficaz en pacientes con mutaciones en este gen, sino que se ha observado que también obtiene las mismas respuestas en pacientes sin mutación, lo que alcanza a un 40 por ciento de ellos. Bloquea todo el JAK-2 e inhibe JAK-1, controlando la secreción de citocinas y, por tanto, los síntomas y la esplenomegalia".
"El uso de este inhibidor del gen JAK es importantísimo porque no sólo es eficaz en pacientes con mutaciones en este gen, sino que se ha observado que también obtiene las mismas respuestas en pacientes sin mutación, lo que alcanza a un 40 por ciento de ellos. Bloquea todo el JAK-2 e inhibe JAK-1, controlando la secreción de citocinas y, por tanto, los síntomas y la esplenomegalia".
Cervantes también recuerda que el único tratamiento potencialmente curativo es el trasplante, estrategia que se plantea sólo en un 10 por ciento de casos, normalmente jóvenes con mal pronóstico. En estos, la administración de ruxolitinib mejora el estado para el trasplante.
Rara, pero con peso específico
La mielofibrosis se considera una enfermedad huérfana al ser su prevalencia inferior a 50 casos por cien mil habitantes. También podría considerarse como minoritaria o rara pues su incidencia mundial es de entre 0,5 y 1,5 casos por cien mil habitantes y año, lo que supone que en España puede haber unos 400 afectados. Sin embargo, esta enfermedad incurable se acompaña de una severa y significativa merma de la calidad de vida de los pacientes.
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