Punto y final al III Foro de Salud Cardiovascular para Pacientes y Familiares
Cerca del 90% de los pacientes se reincorpora a la vida laboral tras un evento cardiaco.
Del 26 al 28 de mayo, la Fundación Española del Corazón (FEC) celebró en Madrid el III Foro de Salud Cardiovascular, junto a pacientes, familiares y especialistas, para abordar las necesidades que surgen tras un accidente cardiovascular y afrontar la prevención secundaria. De hecho, la doctora Carmen de Pablo, cardióloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, que abordó la perspectiva de la actividad laboral tras el incidente cardiaco en una de las mesas redondas, señaló que “recuperar la normalidad en la vida diaria es una de las mayores preocupaciones que tiene un paciente después de sufrir un accidente cardiaco, como un infarto de miocardio o una angina de pecho”.
En este sentido, reincorporarse a la vida laboral ha pasado de ser algo casi anecdótico hace tres décadas, cuando solo volvía a trabajar el 30-40%, a ser algo habitual. Una mejora que ha sido posible gracias a las actuaciones de la rehabilitación cardiaca que, como puntualizó la doctora, “son multidisciplinares y tratan de reeducar al paciente sobre buenos hábitos de vida, sobre la realización de ejercicio físico, alimentación y deshabituación tabáquica, así como ofrecerle la figura de un trabajador social y también atención psicológica”. Cuando un paciente accede a un programa de rehabilitación cardiaca, tras recibir el alta hospitalaria, se le realiza una prueba de esfuerzo para determinar su forma física y su situación cardiológica, y se realiza un análisis de su profesión.
“Es clave saber si el trabajo de esa persona requiere un esfuerzo físico elevado, ejerce un puesto de alta responsabilidad o maneja maquinaria ligada a carnet especial o pueda incurrir en riesgo a terceros”. Terminado el programa, se vuelve a realizar una prueba de esfuerzo y un estudio psicológico, y se emite un informe sobre si puede volver a trabajar o no. “La tasa media de reincorporación a la vida laboral que tenemos actualmente en nuestro programa es de entre el 85 y el 90%”, explicó la especialista, que hizo alusión a que también intervienen otros factores influyentes, psicológicos, socioeconómicos y laborales, como el acceso a la prejubilación o las tasas de desempleo en un país.
Durante su ponencia, la doctora De Pablo también señaló que “las enfermedades vasculares, cardiológicas o cerebrovasculares son la primera causa de muerte en las mujeres”. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de enero de 2014, las enfermedades cardiovasculares provocan 239,4 fallecimientos por cada 100.000 varones al año, mientras que en mujeres causa 282,2 muertes por cada 100.000. Un escenario que resulta paradójico, pues“las mujeres siguen accediendo mucho menos a los programas de rehabilitación cardiaca que los hombres”, subrayó la doctora. Entre las causas se señaló, por un lado, que la mujer sigue siendo en muchos casos la responsable de las tareas de la casa y la “cuidadora” de la familia, lo que dificulta su asistencia; por otro, el hecho de que son menos conscientes de sus riesgos. De ahí que la especialista hiciera una llamada de atención a la necesidad de campañas que refuercen la concienciación de la población femenina sobre la prevención cardiovasculartanto primaria como secundaria.
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