CAUSAN ALTERACIONES COGNITIVAS Y MOTORAS QUE SE MANTIENEN EN EL TIEMPO
Los contaminantes tienen efectos negativos duraderos en el desarrollo cerebral
La exposición a concentraciones bajas de pesticidas y otros contaminantes durante la gestación y la lactancia afecta al desarrollo cerebral y conduce a alteraciones cognitivas y motoras que se mantienen en el tiempo, según el proyecto europeo Denamic (Developmental Neurotoxicity Assessment of Mixtures in Children), con participación española.
Enrique Mezquita | dmredaccion@diariomedico.com | 28/01/2016 10:00
Vicente Felipo, responsable del Laboratorio de Neurobiología del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia (CIPF). (Enrique Mezquita)
El cerebro en desarrollo es muy vulnerable a los efectos de los contaminantes, incluso a bajos niveles de exposición, produciendo efectos duraderos e incluso permanentes. Un equipo de universidades, centros de investigación y pequeñas y medianas empresas europeas, coordinado por el Instituto de Estudios Medioambientales de la Universidad de Amsterdam (Holanda), ha desarrollado durante cuatro años el Proyecto Denamic (Developmental Neurotoxicity Assessment of Mixtures in Children), centrado en la creación de herramientas y métodos para analizar los efectos en el desarrollo cerebral y las funciones cognitivas y motora de la exposición a contaminantes (pesticidas, metilmercurio, PCB...), durante la gestación, la lactancia y las edades más tempranas.
Según ha explicado a DM Vicente Felipo, responsable del Laboratorio de Neurobiología del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia (CIPF) y participante en el proyecto, "la exposición durante la gestación y la lactancia a concentraciones bajas de pesticidas y otros contaminantes (PCB, metilmercurio) afecta al desarrollo cerebral y conduce a alteraciones cognitivas y motoras que se mantienen en el tiempo. Esto puede contribuir al aumento del autismo y del trastorno por déficit de atención con hiperactividad. También produciría una disminución más leve y difusa del coeficiente intelectual en una población amplia". Esto, unido a la dificultad de asociar estos déficits con la exposición a contaminantes en cada caso, ha hecho que se denomine la pandemia silenciosa.
El laboratorio de Felipo se ha encargado en el proyecto de caracterizar los efectos de la exposición a diferentes tipos de pesticidas y a otros contaminantes sobre distintos aspectos de la función cognitiva y sobre la actividad y coordinación motoras. Según Felipo, "se ha encontrado, por ejemplo, que la exposición a clorpirifos durante el desarrollo produce hiperactividad. Otros pesticidas, como cipermetrina o endosulfano, no la producen, pero inducen incoordinación motora selectivamente en las hembras y no en los machos. En contraste, estos mismos pesticidas reducen la capacidad de aprendizaje espacial en los machos pero no en las hembras". También han analizado los mecanismos moleculares responsables de las alteraciones cognitivas y motoras, comprobando que los pesticidas que inducen incoordinación motora lo hacen alterando la neurotransmisión GABAérgica en el cerebelo. Además, el deterioro en el aprendizaje espacial se asocia con la inducción de neuroinflamación en el hipocampo.
Papel del EEG
El grupo de Felipo también ha evaluado la utilidad del electroencefalograma (EEG) para detectar las alteraciones cerebrales inducidas por los pesticidas. "La exposición durante la gestación y la lactancia a algunos pesticidas altera el EEG en la edad juvenil-adulta de modo similar a algunas encefalopatías, como la hepática mínima. Por tanto, el EEG puede utilizarse, de momento de modo experimental, para detectar alteraciones en la actividad cerebral producidas por la exposición a contaminantes". Actualmente se están caracterizando con más detalle los tipos de alteraciones producidas en el EEG "para ver si se puede validar su uso general y en qué condiciones".
El grupo de Felipo también ha evaluado la utilidad del electroencefalograma (EEG) para detectar las alteraciones cerebrales inducidas por los pesticidas. "La exposición durante la gestación y la lactancia a algunos pesticidas altera el EEG en la edad juvenil-adulta de modo similar a algunas encefalopatías, como la hepática mínima. Por tanto, el EEG puede utilizarse, de momento de modo experimental, para detectar alteraciones en la actividad cerebral producidas por la exposición a contaminantes". Actualmente se están caracterizando con más detalle los tipos de alteraciones producidas en el EEG "para ver si se puede validar su uso general y en qué condiciones".
El proyecto ha dado lugar a numerosas publicaciones y proporcionará a la Unión Europea y a la Organización Mundial de la Salud resultados, metodología y recomendaciones para gestionar los riesgos de la exposición a contaminantes químicos. Estos datos ayudarán también a la UE en la legislación sobre potenciales neurotóxicos y a marcar los niveles tolerables de estas sustancias. Además, el consorcio ha producido en DVD el reportaje Young Minds at Risk? de Callisto Productions, grabado en casas, laboratorios, fábricas, industrias químicas y agrícolas con numerosas entrevistas a expertos. El reportaje explica la neurotoxicidad de contaminantes presentes en alimentos, en el agua y en otros productos como insecticidas y cómo afecta a los niños la exposición a ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario