DURANTE EL EMBARAZO
Las bebidas edulcoradas acentúan sus efectos negativos en vástagos del sexo femenino
Un trabajo publicado en Journal of Nutritional Biochemistry pretende alertar a las embarazadas sobre los peligros de una ingesta excesiva de bebidas edulcoradas ricas en fructosa.
Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 09/05/2016 11:08
De izquierda a derecha, los profesores de la Facultad de Farmacia Mª Isabel Panadero, Carlos Bocos y Paola Otero (CEU San Pablo)
El grupo de investigación de Carlos Bocos, profesor titular de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, acaba de publicar en la revistaJournal of Nutritional Biochemistry un artículo donde se demuestra que las ratas hembras adultas nacidas de madres que tomaron fructosa únicamente durante la gestación presentaban, en respuesta a su ingesta, mayores niveles plasmáticos de triglicéridos y ácidos grasos libres y esteatosis hepática, en comparación con los otros dos grupos.
- Unos hábitos nutricionales inadecuados durante la gestación pueden tener consecuencias negativas en la progenie, incluso en la edad adulta
En estudios anteriores se había encontrado que la ingesta de fructosa en el agua de bebida durante la gestación afectaba de forma negativa a los descendientes macho. Sin embargo, en las ratas hembras procedentes de esas mismas madres fue necesario un consumo posterior de este tipo de bebidas edulcoradas en la edad adulta para desencadenar una alteración en los lípidos plasmáticos y una acumulación de grasa hepática, características típicas del síndrome metabólico. Resultaron, por tanto, más propensas al desarrollo de estas patologías que las descendientes de madres gestantes que no consumieron fructosa o que consumieron otro tipo de azúcares.
Este estudio pone de manifiesto cómo unos hábitos nutricionales inadecuados durante la gestación pueden tener consecuencias negativas en la progenie, incluso en la edad adulta. Con las limitaciones evidentes de extrapolar los resultados encontrados del modelo animal al ser humano, el presente trabajo pretende alertar a la población en general, principalmente a las mujeres gestantes, sobre los peligros que conlleva una ingesta excesiva de bebidas edulcoradas ricas en fructosa, tanto para su salud como para la de sus hijos.
Estudios previos de este grupo de investigación ya detectaron que la ingesta de fructosa (al 10 por ciento en el agua de bebida) por la madre durante la gestación produce en la progenie, en la etapa fetal, una señal defectuosa de la leptina (hormona relacionada con el apetito y la obesidad) y una acumulación de lípidos en el hígado (esteatosis hepática). Es más, ya de adultos, los descendientes macho mostraron una señal defectuosa de la insulina (situación que se asocia con patologías como la diabetes) y niveles bajos de adiponectina (hormona que sensibiliza los tejidos a la acción de la insulina).
La descendencia hembra procedente de esas mismas madres que habían consumido fructosa durante la gestación no presentaba ninguno de esos desajustes metabólicos encontrados en los machos. Sin embargo, el equipo de investigación sospechaba que las descendientes hembra realmente sí que poseían algún fenotipo patológico, pero que permanecía oculto a la espera de las condiciones necesarias que lo hicieran aparecer. Los resultados obtenidos confirman que estaban en lo cierto.
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