CONGRESO INTERNACIONAL DE DIABETES PEDIÁTRICA
Los biomarcadores de riesgo marcan el futuro en diabetes infanto-juvenil
El abordaje futuro de la diabetes en niños y adolescentes requerirá de biomarcadores de diagnóstico y pronóstico. Ya han comenzado estudios con marcadores inmunológicos.
Enrique Mezquita. Valencia | 31/10/2016 12:02
Luis Castaño, profesor de la Universidad del País Vasco e investigador del Centro en Investigación Biomédica en red de Diabetes (Ciberdem) (Enrique Mezquita)
EL XLII Congreso Anual de la Sociedad Internacional de Diabetes Pediatrática y en Adolescentes (ISPAD por sus siglas en inglés) ha reunido este fin de semana en el Palacio de Congresos de Valencia a más de 1500 profesionales de todo el mundo (pediatras endocrinos y diabetólogos, educadores, nutricionistas, psicólogos y otros especialistas), para tratar las últimas novedades en el diagnóstico y el tratamiento de esta patología entre la población más joven.
Según Luis Castaño, pediatra del Instituto Biocruces (Barakaldo) y presidente del comité organizador del evento, la definición de marcadores de riesgo y diagnóstico precoz y marcan el futuro del abordaje de la diabetes infantil-juvenil.
Autoanticuerpos circulantes
En lo relativo al diagnóstico precoz a través de marcadores inmunológicos, "se han planteado estudios en población general infantil para detectar personas a riesgo y proponer distintos ensayos clínicos de prevención. La doctora A. Ziegler, de Munich, ha presentado datos preliminares del estudio Fr1da, que pretende realizar pruebas de detección de autoanticuerpos anti-célula beta pancreática (marcadores de la diabetes tipo 1) en 100.000 niños de la población general. El 0,3 % de los niños analizados muestran autoanticuerpos circulantes y, consecuentemente, riesgo a diabetes", ha comentado Castaño, profesor de la UPV/EHU e investigador del Centro en Investigación Biomédica en red de Diabetes (Ciberdem).
También se ha analizado la experiencia a medio plazo en el tratamiento de diabetes monogénica neonatal con antidiabéticos orales. "Un estudio multicéntrico europeo con una muestra de 100 niños con diabetes neonatal por alteraciones genéticas en los canales de potasio y que han seguido tratamiento con sulfonilureas durante más de 10 años, se aprecia que el control metabólico es muy adecuado -superior al obtenido con insulina (mejoran los niveles de hbA1c)-, sin observar complicaciones agudas a medio plazo por el tratamiento".
En lo relativo al diagnóstico precoz a través de marcadores inmunológicos, "se han planteado estudios en población general infantil para detectar personas a riesgo y proponer distintos ensayos clínicos de prevención. La doctora A. Ziegler, de Munich, ha presentado datos preliminares del estudio Fr1da, que pretende realizar pruebas de detección de autoanticuerpos anti-célula beta pancreática (marcadores de la diabetes tipo 1) en 100.000 niños de la población general. El 0,3 % de los niños analizados muestran autoanticuerpos circulantes y, consecuentemente, riesgo a diabetes", ha comentado Castaño, profesor de la UPV/EHU e investigador del Centro en Investigación Biomédica en red de Diabetes (Ciberdem).
También se ha analizado la experiencia a medio plazo en el tratamiento de diabetes monogénica neonatal con antidiabéticos orales. "Un estudio multicéntrico europeo con una muestra de 100 niños con diabetes neonatal por alteraciones genéticas en los canales de potasio y que han seguido tratamiento con sulfonilureas durante más de 10 años, se aprecia que el control metabólico es muy adecuado -superior al obtenido con insulina (mejoran los niveles de hbA1c)-, sin observar complicaciones agudas a medio plazo por el tratamiento".
Autocontrol y nuevas tecnologías
Dos elementos claves que han centrado el evento son "la educación como base del autocontrol que deben llevar las personas con diabetes y las nuevas tecnologías, reflejo de los avances que en los últimos años se van consiguiendo para mejorar el control y el tratamiento de la enfermedad".
Existen diversos factores claves para un adecuado autocontrol, destacando la educación diabetológica de niños y padres -incluyendo también de la sociedad en la que se mueve el niño, como los colegios-. También ha hecho hincapié en "la monitorización frecuente de las glucemias capilares y que el niño y sus padres sean capaces de tomar decisiones del tratamiento en función de ellas" y la necesidad de una formación en dieta, que incluye "el conocimiento de la ingesta contabilizando las raciones de carbohidratos y la influencia de otros alimentos. Asimismo, son elementos esenciales conocer bien los tipos de insulinas y las pautas adaptadas a cada paciente, la influencia del ejercicio y otras situaciones habituales de la vida (como el estrés) en el control glucémico y "adecuar la insulinoterapia a la ingesta, la actividad física y la glucemia".
Respecto a las nuevas tecnologías, "en los últimos años, se ha avanzado mejorando la calidad de vida de los pacientes con diabetes tipo 1 a través del uso de dispositivos, como los sistemas de monitorización continua de glucosa, las bombas de infusión continua de insulina o los dispositivos que integran ambos sistemas". En su opinión, su utilización en casos concretos (como los niños pequeños, inestables) puede ofrecer ventajas en el control frente al tratamiento convencional previo, "pero su uso debe ser siempre personalizado".
Dos elementos claves que han centrado el evento son "la educación como base del autocontrol que deben llevar las personas con diabetes y las nuevas tecnologías, reflejo de los avances que en los últimos años se van consiguiendo para mejorar el control y el tratamiento de la enfermedad".
Existen diversos factores claves para un adecuado autocontrol, destacando la educación diabetológica de niños y padres -incluyendo también de la sociedad en la que se mueve el niño, como los colegios-. También ha hecho hincapié en "la monitorización frecuente de las glucemias capilares y que el niño y sus padres sean capaces de tomar decisiones del tratamiento en función de ellas" y la necesidad de una formación en dieta, que incluye "el conocimiento de la ingesta contabilizando las raciones de carbohidratos y la influencia de otros alimentos. Asimismo, son elementos esenciales conocer bien los tipos de insulinas y las pautas adaptadas a cada paciente, la influencia del ejercicio y otras situaciones habituales de la vida (como el estrés) en el control glucémico y "adecuar la insulinoterapia a la ingesta, la actividad física y la glucemia".
Respecto a las nuevas tecnologías, "en los últimos años, se ha avanzado mejorando la calidad de vida de los pacientes con diabetes tipo 1 a través del uso de dispositivos, como los sistemas de monitorización continua de glucosa, las bombas de infusión continua de insulina o los dispositivos que integran ambos sistemas". En su opinión, su utilización en casos concretos (como los niños pequeños, inestables) puede ofrecer ventajas en el control frente al tratamiento convencional previo, "pero su uso debe ser siempre personalizado".
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