PUEDEN SER ÚTILES TAMBIÉN PARA BACTERIAS, HONGOS Y VIRUS
Crean nanopartículas estables para fototerapia dinámica en cáncer
El desarrollo de nanopartículas estables sirven como punto de partida para aplicar terapia fotodinámica en el cáncer. Su ventaja es que apenas afecta a las zonas que no se desea tratar.
Redacción. Madrid | 27/12/2016 12:47
Un equipo de investigadores del Departamento de Física Quimica de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha desarrollado, mediante una combinación de componentes orgánicos e inorgánicos, nanopartículas estables para terapia fotodinámica contra el cáncer. Esta investigación propone una solución contra el cáncer que se aleja de los tratamientos convencionales. Utilizando como soporte nanopartículas de sílice, y anclando en ellas los componentes necesarios para la terapia fotodinámica, los científicos han desarrollado la forma de llegar a las células cancerosas y actuar únicamente en ellas. La clave es destruir las células dañinas mediante la producción de oxígeno reactivo con ayuda de la luz, señala Nerea Epelde, química y miembro del grupo de investigación.
Varios componentes
Al contrario que en los tratamientos contra el cáncer convencionales, en los cuales se dañan células sanas del organismo a la vez que las cancerosas, la terapia fotodinámica apenas afecta a las zonas que no se desea tratar. Además del cáncer, también se pueden atacar con este procedimiento células microbianas, bacterias, hongos y virus. El equipo colabora con otros grupos de investigación con el objetivo de observar la actividad de las nanopartículas in vitro, "para conocer cómo llegan a las células cancerosas, cómo las destruyen, su eficiencia y si las imágenes son claras", explica Epelde.
Las nanopartículas sintetizadas constan de varios componentes, todos ellos necesarios e importantes. Por un lado, las propias nanopartículas que sirven de soporte son nanopartículas porosas esféricas de sílice, inorgánicas, ya que "está probado que son apropiadas para otras aplicaciones biomédicas", comenta. Por otro lado, los investigadores encapsularon unas moléculas fluorescentes dentro de las nanopartículas, "para realizar el seguimiento de las nanopartículas y comprobar que llegan a las células tumorales".
Otro de los componentes que había que añadir a las nanopartículas fueron los fotosensibilizadores. En este sentido, la responsable del estudio explica que "anclamos estos a la superficie exterior de las nanopartículas, ya que son los que tienen la función de destruir las células dañinas en la terapia fotodinámica. Cuando el fotosensibilizador se excita mediante una fuente de luz, se activa y a través de transferencia energética, forma una especie de oxígeno reactiva citotóxica, principalmente oxígeno singlete, que es el que acaba con las células tumorales, provocando en ellas la apoptosis o la necrosis".
Además de en formato de nanopartículas, los responsables de esta investigación han encapsulado moléculas fotoactivas en estructuras de sílice en forma de monolito, "para conseguir materiales fluorescentes en estado sólido. Estos materiales pueden tener multitud de funciones y utilidades".
Varios componentes
Al contrario que en los tratamientos contra el cáncer convencionales, en los cuales se dañan células sanas del organismo a la vez que las cancerosas, la terapia fotodinámica apenas afecta a las zonas que no se desea tratar. Además del cáncer, también se pueden atacar con este procedimiento células microbianas, bacterias, hongos y virus. El equipo colabora con otros grupos de investigación con el objetivo de observar la actividad de las nanopartículas in vitro, "para conocer cómo llegan a las células cancerosas, cómo las destruyen, su eficiencia y si las imágenes son claras", explica Epelde.
Las nanopartículas sintetizadas constan de varios componentes, todos ellos necesarios e importantes. Por un lado, las propias nanopartículas que sirven de soporte son nanopartículas porosas esféricas de sílice, inorgánicas, ya que "está probado que son apropiadas para otras aplicaciones biomédicas", comenta. Por otro lado, los investigadores encapsularon unas moléculas fluorescentes dentro de las nanopartículas, "para realizar el seguimiento de las nanopartículas y comprobar que llegan a las células tumorales".
Otro de los componentes que había que añadir a las nanopartículas fueron los fotosensibilizadores. En este sentido, la responsable del estudio explica que "anclamos estos a la superficie exterior de las nanopartículas, ya que son los que tienen la función de destruir las células dañinas en la terapia fotodinámica. Cuando el fotosensibilizador se excita mediante una fuente de luz, se activa y a través de transferencia energética, forma una especie de oxígeno reactiva citotóxica, principalmente oxígeno singlete, que es el que acaba con las células tumorales, provocando en ellas la apoptosis o la necrosis".
Además de en formato de nanopartículas, los responsables de esta investigación han encapsulado moléculas fotoactivas en estructuras de sílice en forma de monolito, "para conseguir materiales fluorescentes en estado sólido. Estos materiales pueden tener multitud de funciones y utilidades".
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