Una alimentación poco saludable aumenta el riesgo de muerte después del cáncer
Los pacientes que han vencido al cáncer tienen una probabilidad un 50% mayor de morir prematuramente si no se alimentan apropiadamente.
Esta es la conclusión de una revisión sistemática de 117 estudios observacionales en más de 200.000 pacientes, llevada cabo por especialistas en nutrición humana alemanes y austríacos. El aumento de riesgo en las personas alimentadas con una dieta occidental antes o después del diagnóstico fue particularmente elevado en el caso de los cánceres de mama y de colon. Esta dieta se compone principalmente de grasas saturadas, alimentos con elevado contenido en azúcares y sal, así como productos basados en harina blanca.
En contraste, la dieta mediterránea, rica en cereales, frutas y verduras, redujo este riesgo. En el análisis de alimentos individuales los investigadores hallaron una correlación entre mortalidad y mayor consumo de alcohol, particularmente en los cánceres de cabeza y cuello, hígado y gastroesofágicos. El alcohol también aumentó el riesgo de recidiva entre el 17 y el 31%, siendo éste máximo en las supervivientes de cáncer de mama.
Los autores afirman que la creciente aceptación de los programas de cribado y el éxito de las terapias oncológicas proporcionan relevancia a este estudio, ya que cada vez son más los pacientes que sobreviven al cáncer. Los cambios en el estilo de vida pueden, por tanto, representar una opción dirigida a sacar el máximo rendimiento del beneficio proporcionado por la terapia.
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