Cirugía bariátrica, el tratamiento más efectivo
Expertos unidos para analizar el problema de la obesidad: I Simposio del Grupo Gallego de Tratamiento de la Obesidad Grave.
Santiago de Compostela ha acogido este viernes el I Simposio del Grupo Gallego de Tratamiento de la Obesidad Grave, un problema de Salud pública que afecta en la actualidad al 1,2% de la población española. El encuentro, patrocinado por Johnson & Johnson Medical Devices Companies, ha sido el punto de partida de este equipo pionero en España que busca unificar técnicas y procedimientos y crear un futuro registro de pacientes operados de obesidad mórbida. Cirujanos y endocrinólogos de las áreas sanitarias de A Coruña, Lugo, Pontevedra, Povisa, Santiago y Vigo componen el grupo, liderado por el Dr. Felipe F. Casanueva, jefe de Servicio de Endocrinología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, y la Dra. Raquel Sánchez, jefe de Servicio de Cirugía del Complejo Hospitalario de Pontevedra.
Medio centenar de expertos nacionales y autonómicos se ha dado cita en este foro, en el que aportaron una visión multidisciplinar del tema. El foco se situó sobre las nuevas tecnologías quirúrgicas o fast track en laparoscopia, la adolescencia como público diana, la labor clave de la psicología y psiquiatría antes y después de la intervención y los retos para Galicia.
Obesidad mórbida, obesidad grave u obesidad tipo III es el término para la obesidad caracterizada por un Índice de Masa corporal (IMC) de 40 o mayor o de un IMC de 35 o mayor ante la presencia de al menos una enfermedad significativa o discapacidad grave a causa del exceso de peso.
Considerando una población aproximada de 1.200.000 habitantes entre 18 y 65 años en Galicia, la obesidad afecta a unos 300.000 gallegos adultos. En los niños, el problema ya empieza a ser grave con un porcentaje de sobrepeso en torno al 25% y de obesidad del 15%, siendo España el país europeo con la prevalencia más alta de obesidad infantil. En los últimos 25 años, el peso medio de los adolescentes se ha incrementado en diez kilos. Galicia es una de las CC AA donde más porcentaje con obesidad mórbida existe junto con Extremadura, Andalucía, Murcia y Canarias. Se estima que afecta a 6,5 de cada 1.000 habitantes, por lo que se calcula que pueden existir unos 7.800 pacientes con obesidad mórbida.
Sin embargo, el porcentaje de pacientes candidatos a cirugía que son intervenidos en la actualidad está muy por debajo de la media europea y las listas de espera, junto al a financiación, continúan siendo una asignatura pendiente.
“La cirugía bariátrica continúa siendo el tratamiento más efectivo para la obesidad mórbida ya que consigue que los pacientes reduzcan de forma significativa su peso y mantengan esa reducción a lo largo del tiempo”, ha argumentado la Dra. Raquel Sánchez, que ha añadido que “los cambios que se producen en el metabolismo del paciente tras la cirugía asocian beneficios importantes para su organismo como la curación o remisión de la diabetes, la mejora de la hipertensión arterial o la hipercolesterolemia, la reducción del riesgo de infarto cardíaco o embolia cerebral y se estima que puede incluso aumentar su supervivencia una media de 10 años”.
Los expertos han advertido de que, a pesar de los avances, la cirugía no está exenta de complicaciones, reducidos al mínimo gracias a nuevas tecnologías en cirugía laparoscópica, con menos del 0,5% de mortalidad y menos del 7% de complicaciones. Dentro de estos avances; destacan el desarrollo de instrumentos de energía avanzada que permiten controlar mucho mejor el sangrado, sistema de visión en laparoscopia de alta definición, instrumental quirúrgico más delicado y firme a la vez, etcétera.
Al hilo de los avances tecnológicos, el Dr. Salvador Morales, del hospital sevillano Virgen del Rocío, ha hablado del fast track como técnica fundamental para acortar al máximo el ingreso hospitalario en condiciones de máxima seguridad y rigor. También ha insistido en la necesidad de cumplir los protocolos, con la coordinación de todos los profesionales implicados, para ganar en seguridad y eficiencia. “Seguridaddebe ser el objetivo; quirúrgica y asistencial, tanto dentro como fuera del hospital, haciendo que el paciente no se sienta desamparado tras la intervención, gracias hoy en día a al seguimiento online a través de dispositivos electrónicos”, ha apuntado.
La población infantil y juvenil está en la actualidad en el punto de mira de las enfermedades metabólicas asociadas al exceso de peso, al presentar en muchos casos enfermedades propias de la edad adulta. En este sentido, la cirugía bariátrica debe ser considerada desde diferentes ópticas; cirugía, pediatría endocrina, visión judicial o la endocrinología han dado las claves en el simposio. El Dr. Manuel Botana, del Hospital Universitario Lucus Augusti de Lugo, ha sostenido que “en Galicia no se han realizado todavía operaciones de este tipo en adolescentes, pero probablemente lleguemos a necesitarlas, con las consideraciones específicas para este grupo, como son: las co-morbilidades son algo diferentes; los posibles riesgos que la intervención puede tener para el futuro desarrollo del adolescente, tanto orgánico como psíquico; no son mayores de edad por lo que los consentimientos tienen connotaciones que en los adultos no se dan”.
Por su parte, el Dr. Albert Feliu, del Hospital Universitario Sant Joan de Reus, para quien la cirugía bariátrica en la periadolescencia es “altamente eficaz” y debe estar en continua revisión con la cooperación multidisciplinar de expertos, ha centrado su exposición en los nuevos tratamientos con base motivacional basado en objetivos OBEMAT (Obesity-Motivacional-Adolescent-Terapy) con resultados muy satisfactorios. Su equipo está desarrollando en la actualidad una nueva estrategia llamada ingreso motivacional, que puede ser utilizado previamente a la cirugía y que “consiste en un ingreso corto de una semana en el que se hace una terapia intensiva y donde se implican pediatras endocrinólogos, enfermeras, dietistas, psicólogos y psiquiatras, médicos deportivos y rehabilitadores”.
El Dr. Jesús Pérez-Hornero, psicólogo clínico del Hospital de Conxo de Santiago, ha incidido en la necesaria evaluación y atención psicológica-psiquiátrica previa y posterior a la intervención. “Antes, hay que valorar los hábitos de alimentación y posible existencia de los trastornos de la conducta alimentaria; la capacidad del paciente de entender en qué consiste la cirugía, sus riesgos y los cuidados que de por vida requerirá; además los posibles trastornos psiquiátricos futuros que pudieran comprometer la pérdida de peso posterior”, ha expuesto. Es necesaria una adecuada preparación del paciente y un seguimiento de al menos dos años tras la cirugía e incluso hasta que hayan terminado las posteriores intervenciones de los cirujanos plásticos, concluyó el especialista.
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