DISMINUYEN LAS HEMIPELVECTOMÍAS
La cirugía conservadora gana terreno en sarcomas
El tratamiento en unidades especializadas multidisciplinares se ha traducido en una reducción de la morbimortalidad.
Enrique Mezquita. Valencia | 31/01/2017 12:40
José V. Amaya, jefe de la Unidad de Tumores del COT del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia. (Enrique Mezquita)
Hace 30 años, la posibilidad de cirugía conservadora del miembro en determinados sarcomas malignos de la pelvis era impensable. Con el avance diagnóstico, la oncología médica, la radioterapia y las megaprótesis, en la actualidad la realización de hemipelvectomías externas ha disminuido de forma sustancial, según se ha puesto de manifiesto en la jornada Sarcoma músculo-esquelético. Abordaje multidisciplinar, organizada por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA), la Universidad CEU-Cardenal Herrera y el Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia.
Asimismo, el tratamiento de estos tumores en unidades especializadas multidisciplinares "también ha supuesto un gran avance en la disminución de la morbilidad y mortalidad de estos pacientes", ha comentado a DM José V. Amaya, jefe de la Unidad de Tumores del COT del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia y profesor de Anatomía en la Universidad CEU-Cardenal Herrera de Valencia.
La tendencia en los miembros a la cirugía conservadora es muy similar a la de la pelvis. "La indicación clásica de amputación vinculada a la cercanía a un paquete vasculo-nervioso principal, hoy en día queda reducida a un número muy pequeño de casos", ha señalado Amaya. El trabajo en equipo quirúrgico multidisciplinar permite realizar multitud de gestos, by-pass, injertos nerviosos, coberturas cutáneas complejas con colgajos libres, "que hacen posible una gran cantidad de cirugías de salvamento del miembro que hace poco eran impensables".
La tendencia en los miembros a la cirugía conservadora es muy similar a la de la pelvis. "La indicación clásica de amputación vinculada a la cercanía a un paquete vasculo-nervioso principal, hoy en día queda reducida a un número muy pequeño de casos", ha señalado Amaya. El trabajo en equipo quirúrgico multidisciplinar permite realizar multitud de gestos, by-pass, injertos nerviosos, coberturas cutáneas complejas con colgajos libres, "que hacen posible una gran cantidad de cirugías de salvamento del miembro que hace poco eran impensables".
Por esta razón, es absolutamente imprescindible que el abordaje de estos tumores "se realice en un centro acreditado con los recursos técnicos y humanos adecuados para ofrecer a los pacientes la mejor opción quirúrgica". En esta línea, también es clave que este tipo de pacientes sean remitidos a un centro especializado ante la sospecha fundada de sarcoma músculo-esquelético y que éste planifique desde la biopsia hasta el último gesto terapéutico. "La atención integral desde el principio hasta el final por unidades especializadas no solo salva extremidades, salva vidas", ha incidido.
Impresión 3D
En su opinión, el reto actual desde el punto de vista quirúrgico "implica ser capaces de realizar resecciones más ajustadas a la anatomía del tumor, que nos permitan gestos reconstructivos más eficaces y con menos secuelas". Para ello, se dispone de una nueva herramienta en la planificación y ejecución quirúrgica: la impresión 3D.
En su opinión, el reto actual desde el punto de vista quirúrgico "implica ser capaces de realizar resecciones más ajustadas a la anatomía del tumor, que nos permitan gestos reconstructivos más eficaces y con menos secuelas". Para ello, se dispone de una nueva herramienta en la planificación y ejecución quirúrgica: la impresión 3D.
"Varios grupos de trabajo hemos comenzado esta nueva andadura que incluso permite diseñar guías de corte que, a su vez, posibilitan una mayor eficacia quirúrgica y, en consecuencia, un aumento de las posibilidades de reconstrucción mejorando el resultado funcional". Dado que estos casos son poco frecuentes, desde el Hospital La Fe de Valencia se está estableciendo un protocolo de trabajo estandarizado con el Servicio de Diagnóstico por la Imagen del propio centro hospital, así como grupos de trabajo con otros centros especializados del país.
La genética como factor predictivo de metástasis
En la jornada se han puesto en común los avances en el conocimiento de la genética de las metástasis y las nuevas expectativas de diagnóstico y, sobre todo, de tratamiento.
En relación a la genética, que permite aproximarse cada vez más al conocimiento de la biología del cáncer, Roger Gomis, jefe del Grupo Growth control and cancer metastasis del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, ha mostrado con sus estudios que la presencia del gen MAF predice la posibilidad que una paciente con cáncer de mama desarrolle metástasis óseas.
Ese gen actúa como director de las células hacia el tejido óseo y "ese conocimiento muy probablemente permitirá planificar el abordaje terapéutico a las pacientes con cáncer de mama de forma personalizada en un futuro no muy lejano", según José V. Amaya, jefe de la Unidad de Tumores del COT del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia y profesor de Anatomía en la Universidad CEU-Cardenal Herrera de Valencia.
En este sentido, ha recordado que un porcentaje importante de la actividad quirúrgica de una Unidad de tumores músculo-esqueléticos está dirigida al tratamiento quirúrgico de las metástasis óseas, "y las vinculadas al cáncer de mama nos preocupan especialmente por su frecuencia y el impacto que tienen sobre las pacientes".
En relación al tratamiento, se ha debatido el papel de denosumab en el abordaje del tumor de células gigantes. Manuel Ángel Angulo, del Servicio de COT de La Fe de Valencia, ha hecho una puesta en común sobre este fármaco, revelando que la experiencia en la Unidad de Tumores de la Fe ha sido extraordinaria. Se ha utilizado fundamentalmente en casos en los que la localización anatómica, el tamaño del tumor o las recidivas, hacían especialmente dificultoso el abordaje quirúrgico convencional salvando la articulación.
De este modo, en enfermedad metastásica o irresecable se ha convertido en el fármaco de primera línea. Además, en pacientes con enfermedad agresiva o fractura patológica, se ha usado como neoadyuvante y coadyuvante a la cirugía. Según esa experiencia, no se han observado efectos secundarios graves, aunque quedan cuestiones por resolver sobre todo en cuanto a la duración del tratamiento en un entorno de pacientes jóvenes y activos.
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