Las superbacterias pueden sobrevivir dos años y medio en algunas superficies
Los principales espacios de contagio en los centros hospitalarios son aquellos en las que confluyen pacientes, profesionales sanitarios y familiares.
Cada vez es mayor el número de infecciones cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos y a las resistencias adquiridas a estos. El uso excesivo o incorrecto de antibióticos deriva en la multirresistencia de las bacterias, creando así superbacterias resistentes a los cuatro grupos de antibióticos existentes. Un problema que se agrava en el entorno hospitalario, donde las infecciones nosocomiales, es decir, los contagios cruzados entre profesionales sanitarios y pacientes, causan la muerte de más de 37.000 pacientes al año en Europa, según la OMS. Además, se calcula que las muertes por infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria triplican las de los accidentes de tráfico.
Las superbacterias son las causantes de prolongar las estancias hospitalarias, incrementar los costes médicos y aumentar la mortalidad. Y es que según datos de estudios publicados relevantes, hay bacterias como la Klebsiella spp (causante de infecciones del tracto urinario, neumonías, sepsis, infecciones de tejidos blandos e infecciones de herida quirúrgica) que pueden encontrarse en una superficie hasta 30 meses si ésta no se desinfecta correctamente. Y otras, como la Pseudomonas spp (causantes de infecciones respiratorias) o la Escherichia coli (causante de infecciones urinarias), pueden vivir hasta 16 meses.
Por ello, la prevención de las infecciones es una parte fundamental del fortalecimiento de los sistemas de salud. En este contexto, la desinfección de las manos de los profesionales sanitarios, y familiares y pacientes, así como de todas las superficies en el entorno hospitalario, es vital para evitar estas infecciones que pueden incluso provocar el fallecimiento de pacientes.
Como explica la responsable del área de desinfección de HARTMANN España, Clara Mas, "la lucha contra la resistencia a los antibióticos está en nuestras manos. Con la desinfección de manos con soluciones hidroalcohólicas con altos contenidos de alcohol junto con la desinfección de superficies dentro del entorno hospitalario se pueden evitar un gran número de transmisones de superbacterias frenando así, por un lado la transmisión de estas, y por otro contagios susceptibles de ser tratados con antibióticos y, en consecuencia favorecer el uso restringido de estos".
Transmisión en el entorno hospitalario
Un estudio de H. Cheng (State Key Laboratory of Biomembrane and Membrane Biotechnology, China) investigó la frecuencia con la que el personal sanitario, los pacientes y los familiares tocaron objetos con las manos. Los resultados pusieron en evidencia que aunque se eliminase la contaminación visible, las superficies no se desinfectaban regularmente, por lo que los microorganismos se transferían de las superficies a las manos y viceversa.
Otra investigación proporcionada por GRUPO HARTMANN ha demostrado que las principales superficies de contagio en los centros hospitalarios son aquellas en las que confluyen los pacientes, los profesionales sanitarios y los familiares que son tocadas con más frecuencia como pueden ser las barandillas de la cama, las mesitas de noche o los interruptores de una habitación, entre otras cosas.
Según indica la OMS, se ha demostrado que para una correcta eliminación de los microorganismos las soluciones hidroalcohólicas son más eficaces que el lavado de manos tradicional con agua y jabón. El porcentaje de alcohol, según el organismo internacional, debe ser superior al 80% en preparaciones de etanol. En este sentido, soluciones como SterilliumGel, con un 85% de alcohol, consiguen en sólo 30 segundos inactivar el 99,999% de las bacterias presentes en nuestras manos. Además, la gama Sterillium está abalada por más de 50 años en el mercado con más de 3.000 millones de aplicaciones al año.
La lucha contra la resistencia a los antibióticos, lema del 2017
Como cada año, la OMS organiza el 5 de mayo el Día Mundial de la Higiene de Manos para concienciar sobre la importancia de la desinfección para evitar enfermedades o contagios.
Bajo el lema "La lucha contra la resistencia a los antibióticos está en sus manos", la OMS pide que los trabajadores sanitarios desinfecten sus manos en los momentos adecuados y se detenga así la propagación de la resistencia a los antibióticos. También reivindica a los directores ejecutivos y administradores de hospitales que "dirijan un programa de prevención y control de infecciones durante todo el año y así proteger a sus pacientes de infecciones con bacterias multiresistentes".
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