Redacción. Málaga | dmredaccion@diariomedico.com | 31/10/2017 10:00
La terapia con linfocitos T CAR (modificados con receptores antigénicos quiméricos) es una nueva estrategia de inmunoterapia específica para las células leucémicas que ha demostrado eficacia, por el momento, a largo plazo. "Esta aproximación terapéutica abre una nueva y fascinante era en el tratamiento de la leucemia aguda linfoblástica (LAL) y en otras neoplasias. Lo más importante es que es una opción terapéutica que está en constante evolución, lo que anticipa un futuro muy prometedor", ha explicado José María Ribera, jefe del Servicio de Hematología del ICO-Hospital Germans Trias i Pujol, de Badalona, quien ha pronunciado la XXX Lección Conmemorativa Antonio Raichs, en el LIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y XXXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), en Málaga.
Para el hematólogo, la inmunoterapia, ya sea con anticuerpos monoclonales o con células T CAR, va a permitir un salto adelante en la leucemia aguda linfoblástica. Lo más importante, en su opinión, "es saber combinar adecuadamente todo el arsenal terapéutico del que disponemos ahora y del que dispondremos en el futuro".
Porque José María Ribera cree que cronificar la LAL es difícil. "Yo la veo como la enfermedad del todo o nada; es decir, o se cura o se muere. Por lo tanto, los esfuerzos deben ir dirigidos a su curación, ya que hemos demostrado que es posible en una proporción importante de adultos y en la mayor parte de los niños", recalca el especialista, y añade que los grandes avances que se están obteniendo son gracias a la combinación de diversas estrategias terapéuticas.
En este contexto se enmarca Pethema, el Programa Español de Tratamientos en Hematología de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia. Proporciona una plataforma de tratamiento de esta leucemia común para toda España, lo que garantiza una equiparación en el tratamiento en nuestro país".
Líneas de investigación
Dentro de los grupos cooperativos, Ribera destaca los trabajos llevados a cabos en el campo de la investigación traslacional. Aunque se encuentra en fase preliminar, ya se ha visto que las mutaciones en determinados genes, como Ikzf1 (o Ikaros) o Cdkn2a/b, tienen un significado pronóstico desfavorable en la LAL del adulto de precursores B. "Hemos comparado el perfil genético de la LAL de los pacientes que recaen con el de la LAL en el momento del diagnóstico y hemos observado que en la mayoría de los casos la recaída se originaba en un precursor ancestral al momento del diagnóstico, lo que confirma los resultados de otras investigaciones". También estudian el perfil genético de las LAL-T, con el ánimo de detectar dianas moleculares que permitan el acceso a nuevos fármacos en este subtipo de LAL. Además, "hemos establecido una plataforma genética para identificar las LAL con el fenotipo Ph-like, un subtipo de LAL de precursores B de reciente identificación y mal pronóstico, y trabajamos en el proceso de su validación para aplicarla en protocolos clínicos".
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