martes, 31 de octubre de 2017

Los alergólogos piden medidas ante los pólenes más agresivos - DiarioMedico.com

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REDUCIR LOS ALÉRGENOS DE LA FLORA URBANA, EL OBJETIVO

Los alergólogos piden medidas ante los pólenes más agresivos

Exigen que las administraciones dediquen recursos y establezcan normativas que permitan una monitorización similar a la que se hace con los contaminantes químicos, a través de cambios en el arbolado urbano.
Pilar Laguna. Murcia   |  31/10/2017 10:00
 
 

Seaic
Juan Carlos Miralles, Joaquín Sastre y Ángel Moral, en el Simposio sobre aerobiología y cambio climático organizado por la Seaic. (DM)
La contaminación y el cambio climático inciden en la alta prevalencia de alergias respiratorias, especialmente la rinoconjuntivitis alérgica, que motiva más del 52 por ciento de las consultas, muy por encima del asma (21 por ciento). Los expertos reunidos en el Simposio Internacional sobre Aerobiología, Contaminación y Cambio Climático, en el marco del congreso anual de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic 2017), alertan sobre los efectos de la contaminación atmosférica y piden medidas que, junto con la reducción del uso de combustibles, minimicen los alérgenos de la flora urbana.
"Los alergólogos debemos estar pendientes del medio ambiente y de los cambios que produce. Y en la contaminación hay que tener en cuenta no sólo su efecto directo en el aparato respiratorio, sino también su papel transformador de agentes alergénicos que hacen a los pólenes más agresivos", explica Joaquín Sastre, presidente de la Seaic. Una situación a la que hay que sumar el cambio climático global, que modifica el calendario de la floración y el tiempo de las estaciones.
"Los altos niveles de contaminación urbana desencadenan un fenómeno de inversión térmicaque impide a los pólenes abandonar la atmósfera en las ciudades, por lo que aumenta su tiempo de exposición y agrava la sintomatología", agrega el coordinador científico del congreso y presidente del Comité de Aerobiología de la Seaic, Ángel Moral. Este experto reclama que las administraciones dediquen recursos a amortiguar el impacto de las emisiones polínicas sobre la población alérgica. "Tendrían que establecerse normativas y sistemas de control de los contaminantes biológicos que permitan una monitorización similar a la que se hace con los contaminantes químicos", subraya.
El arbolado urbano es una de las dianas preferentes de los alergólogos. Quieren propiciar la colaboración con los ayuntamientos para evitar la proliferación de especies ornamentales muy alergénicas como olivo, ciprés, plátano de sombra y abedul en paseos, parques y rotondas, incluso en repoblación de bosques. Y que al menos se sustituyan en zonas de alta concentración de población sensible, en el entorno de centros docentes, hospitales, residencias...
Juan Carlos Miralles, jefe de Alergia en el Hospital Reina Sofía, de Murcia, ha recalcado la reactividad cruzada entre polen y alimentos vegetales que se ve cada vez con más frecuencia en la práctica clínica.

Inmunoterapia a altas dosis

Según los resultados del estudio CITY, presentado en el Congreso Anual de Seaic, la vacuna para la alergia con extracto modificado a altas dosis de alergoide mejora la adherencia media de los pacientes hasta alcanzar el 98 por ciento, frente a la inmunoterapia clásica (85-90 por ciento).
Este estudio multicéntrico ha incluido a 176 pacientes de 9 hospitales españoles con diagnóstico de rinoconjuntivitis y/o asma bronquial, que fueron tratados con inmunoterapia específica subcutánea con alergoide frente a pólenes. Su objetivo, además de evaluar la adherencia al tratamiento, ha sido conocer las causas principales de la no adherencia y el perfil de seguridad, según Javier Sola, del Servicio de Alergología del Hospital madrileño Ramón y Cajal y coordinador del ensayo.
La adherencia media con esta vacuna a altas dosis -con el doble, incluso el triple de extracto alergoide- fue del 98 por ciento de los pacientes. El 89,4 por ciento completaron la administración de inmunoterapia en tres años. La principal causa de no adherencia fue la aparición de reacciones adversas en el primer año (3,4 por ciento), la mejoría en sintomatología en el segundo año (2,9) y el empeoramiento de los síntomas o falta de eficacia en el tercer año (4,5).
La adherencia obtenida se debería a "una mayor confianza del paciente en el tratamiento actual y en su médico, así como una mayor tolerancia y la no aparición de reacciones adversas asociadas". No obstante, advierte que estos resultados pueden lograrse porque los pacientes del estudio provienen de hospitales con unidades de inmunoterapia donde se facilita su seguimiento, pero la adherencia sería bastante menor si se considerara la globalidad de pacientes alérgicos que reciben vacunas.

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