El cuello soporta lo equivalente a 25 kg al usar un dispositivo móvil
El Dr. Ricardo Llavona describe el denominado “síndrome del cuello roto”, que surge cuando inclinamos la cabeza unos 45º para usar un smartphone y cursa con dolor muchas veces asociado a cefaleas, mareos y dolores inespecíficos.
El uso de dispositivos móviles sin las medidas adecuadas está provocando un aumento progresivo de un tipo de síndrome cervical llamado síndrome del cuello roto, que cursa con dolor muchas veces asociado a cefaleas, mareos inespecíficos e incluso dolores inespecíficos sin localización conocida en la zona superior del cuerpo. Durante el tiempo de uso, la cabeza normalmente está inclinada unos 45º, con lo que la musculatura cervical soporta el equivalente a 25 kilogramos aproximadamente.
La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) ha descrito esta realidad a través del Dr. Ricardo Llavona, miembro de la Junta Directiva de esta sociedad científica compuesta por los médicos especialistas en rehabilitación y medicina física de España. El objetivo de esta especialidad no sólo consiste en recuperar o mejorar la función motora en pacientes con discapacidad por problemas neurológicos o muscoloesqueléticos, sino que, además, también incluye la prevención de posibles situaciones discapacitantes. El área de prevención de incapacidades es uno de los ámbitos más en auge en cuanto a investigación en rehabilitación y el presente tema es un gran ejemplo de ello.
Las últimas cifras de España, aportadas por Ditrentia, Digital Marketing Trends destacan, en su informe Mobile en España y en el mundo, que nuestro país lidera el ranking mundial de dispositivos móviles tipo smartphone con una penetración del 88% frente a la media mundial del 66%. El uso medio se sitúa en 2 horas 34 minutos, en consonancia con el consumo mundial. A estos datos hay que sumar un consumo medio mundial de 2 horas de ordenador y 1 hora y 15 minutos de otros dispositivos móviles.
El Dr. Llavona describe que el problema surge "porque las personas inclinan la cabeza hacia abajo cuando consultan el móvil o emplean la tableta. Este pequeño gesto hace que los músculos posteriores del cuello trabajen mucho al tener que soportar más peso". Para evitarlo, propone: "La espalda debe estar recta y la pantalla debe quedar a la altura de los ojos para impedir inclinar la cabeza hacia abajo. Sin el correcto uso y la rigurosidad en las normas ergonómicas básicas esta situación puede acarrear problemas".
Sin embargo, el especialista de SERMEF subraya que la situación del desarrollo ergonómico aplicado a la tecnología móvil se encuentra "en una fase incipiente". En este sentido, pone como ejemplo un artículo de revisión publicado en la revista Work en el que se considera que hay todavía muchas cuestiones por desarrollar, como el grado de afectación sobre el estado de salud y los resultados económicos de las variantes gestuales, así como el efecto de las pantallas táctiles u otros modos de interacción, y el diseño de mobiliario específico adaptado a estos dispositivos, diseñado sobre todo para mejorar el soporte y la usabilidad de los aparatos.
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