'ENDOMICROSCOPÍA' CONFOCAL
Una mirada al intersticio 'in vivo' revela nuevas características en su composición
Una técnica microscópica permite ver al detalle el espacio intersticial, desvelando la presencia de fluido en movimiento y grandes paredes de colágeno, que actúan como amortiguadores de los órganos.
Redacción | 27/03/2018 15:26
Neil Theise, patólogo de la Universidad NYU Langone. (NYU Langone)
La verdadera naturaleza del intersticio revela una red de espacios abiertos, llenos de fluido en movimiento que se apoyan en un grueso entramado de colágeno. Así lo muestra por primera vez un grupo de científicos, encabezado por Neil Theise, patólogo de la Universidad NYU Langone, que ha observado mediante una técnica microscópica el tejido que envuelve muchos órganos humanos, y que, de hecho, podría considerarse un órgano en sí mismo, el más extenso del organismo. Este hallazgo, que se publica en Scientific Reports, parece tener implicaciones para la función orgánica, la mayoría de los tejidos y en los mecanismos de muchas de las principales enfermedades.
El estudio muestra el área intersticial como una serie de espacios, soportados por una red de proteínas de tejido conectivo fuerte (colágeno) y flexible (elastina), que actuaría como amortiguador para evitar el desgarro tisular a medida que órganos, músculos y vasos se comprimen y bombean con el funcionamiento.
Es importante destacar que el hallazgo de que esta capa es una red de carreteras con fluido en movimiento puede explicar por qué con los tumores invasivos es mucho más probable que se produzca una diseminación. La red que este trabajo deja al descubierto es la fuente de la linfa, el fluido vital para el funcionamiento de las células inmunes que generan inflamación. Además, las células que residen en el espacio intersticial y en los haces de colágeno que lo recubren cambian con la edad y pueden contribuir a las arrugas de la piel, a la rigidez de las extremidades y a la progresión de las enfermedades fibróticas, escleróticas e inflamatorias.
Es sabido que más de la mitad del fluido del organismo reside dentro de las células, y aproximadamente una séptima parte dentro del corazón, los vasos sanguíneos, los ganglios linfáticos y los vasos linfáticos. El fluido restante es el "intersticial". El actual estudio define por primera vez al intersticio como un órgano en sí mismo, y como uno de los más grandes del cuerpo, según los autores.
También afirman que nadie ha observado estos espacios antes, debido que suele analizarse el tejido fijo bajo el microscopio; para ello se prepara la muestra con un líquido fijador que hace que la biopsia parezca sólida en el portaobjetos. En cambio, en esta investigación emplearon la endomicroscopía confocal láser basada en sondas, que combina el endoscopio con un láser que ilumina los tejidos y sensores para analizar patrones fluorescentes. Ofrece una visión microscópica de los tejidos vivos. Recolectaron muestras de tejido de los conductos biliares de doce cirugías por cáncer de páncreas y de conducto biliar.
Minutos antes de bloquear el flujo de sangre al tejido diana, los pacientes se sometieron a una microscopía confocal con la que obtuvieron imágenes del tejido en vivo. Una vez que reconocieron este nuevo espacio en los conductos biliares, rápidamente lo vieron en todo el cuerpo. "Este hallazgo tiene potencial para impulsar avances importantes en la medicina, incluida la posibilidad de que la recogida directa del líquido intersticial se convierta en una poderosa herramienta de diagnóstico", explica al autor principal, Neil Theise.
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