S. M. B. | 26/04/2018 13:25
Un 5 por ciento de la población general sufre asma, porcentaje que se eleva al 10 por ciento entre los niños, siendo la patología pediátrica que más hospitalizaciones y más ausencias escolares provoca. A pesar de ser una enfermedad crónica, el diagnóstico y el tratamiento adecuado permite controlar la enfermedad, hasta el punto de que el paciente puede disfrutar de una calidad de vida aceptable, recuerda la alergóloga Lorena Soto, del Servicio de Neumología y Alergia del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, en Barcelona, durante la presentación de la campaña #Graciasxtanto. Con esta iniciativa, a las puertas del Día Mundial del Asma que se celebra el 1 de mayo, la Fundación Lovexair y Novartis, ponen de relieve el papel de todos los actores implicados en la detección, manejo y tratamiento del asma, así como de quienes dan apoyo a los afectados, los canales que ejercen una labor de divulgación en torno a la enfermedad y los propios pacientes.
Además de recordar la elevada prevalencia de esta patología, Lorena Soto, junto con José Miguel Rodríguez González-Moro, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, han incidido en que todavía se registra un infradiagnóstico del 50 por ciento de los pacientes y un mal control de los síntomas en entre un 60 y un 70 por ciento de los casos. Traducidas estas cifras a nuestro país, se estima que en las personas diagnosticadas con asma grave, unas 80.000 no tienen bien controlada la enfermedad.
Por ello, Soto ha insistido en la importancia de dar a conocer la enfermedad, como un primer paso para alcanzar un diagnóstico correcto. "Hay muchos asmáticos que no saben que tienen asma porque relacionan sus síntomas con rinitis alérgicas, bronquitis o catarros. Esta situación puede suponer un mayor gasto sanitario, porque el coste del asma no controlada puede llegar a ser 10 veces mayor que el del asma controlada. El asma conforma el 2 por ciento del gasto sanitario en España".
La especialista pone sobre la mesa cinco áreas clave a la hora evaluar la calidad de vida de los pacientes: "los días de colegio perdidos, en edad infantil, y los días de trabajo perdidos, en la edad adulta; la disminución de la actividad normal en el hogar, el trabajo, la escuela, el ejercicio o el ocio; la alteración de sueño; la modificación de los planes de actividades de los cuidadores, y la carga propia de la enfermedad, como puede ser la frecuencia de los síntomas, el uso de medicación, los ingresos hospitalarios o las visitas a urgencias, son clave para analizar la afectación que sufren las personas con asma". También ha traído a colación dos factores de riesgo fundamentales en esta patología: la contaminación ambiental y el tabaco.
Por su parte, José Miguel Rodríguez González-Moro, ha aludido a la falta de adherencia del paciente, como una de las causas que explican el elevado mal control del asma. Además ha abundado en la importancia de la labor de la enfermería en el manejo diario de esta enfermedad y en el papel, cada vez más protagonista, del propio paciente, "bien informado y capaz de tomar decisiones sobre su propia patología".
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