El punto de encuentro de todos los expertos en salud pública se produce una vez que se traspasan los límites de lo que se considera consumo moderado. Aunque existan divergencias sobre lo que se considera beber demasiado, está claro que el abuso es un problema muy prevalente y las evidencias científicas sobre sus consecuencias crecen.
Según el documento Alcohol, una amistad peligrosa, elaborado por Socidrogalcohol, el alcohol, como componente tóxico, está relacionado con más de 60 tipos de enfermedades y lesiones. Aumenta el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer, sobre todo de cavidad oral, laringe, esófago, faringe, hígado y mama. Las enfermedades hepáticas son la patología más frecuentemente relacionada con el trastorno por consumo de alcohol (TCA), que también está asociado con patologías cardiovasculares, diabetes tipo 2 y enfermedad mental.
Según el informe, "el alcohol es la droga más consumida y de la que se tiene menos percepción de riesgo sobre la salud". Se calcula que "solo el 1,3 por ciento de la población percibe su consumo como alto o muy alto, mientras que el 57 por ciento lo considera bajo o muy bajo", a pesar de que en torno al 17 por ciento de la población presentaría un consumo de riesgo.
Con el objetivo de incrementar la información a la población general sobre los riesgos del consumo excesivo, la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el año pasado un documento con propuestas sobre etiquetado de las bebidas alcohólicas. En ese dosier no solo se alude a la falta de información sobre las enfermedades asociadas al TCA y el riesgo más elevado de determinados colectivos, sino que se advierte del desconocimiento casi total del valor nutricional y los ingredientes de las distintas bebidas.
En la mayoría de los países europeos no existe la obligación de incluir información sobre calorías, contenido de grasas o hidratos de carbono o alérgenos. En España, la ponencia sobre la futura ley del alcohol en menores propone incorporar en el etiquetado información sobre nutrientes, grados y calorías y advertencias destinadas a niños y embarazadas. Además, promueve un cambio del logotipo de consumo moderado, es tu responsabilidad, al considerar que normaliza el consumo.
Calorías
La OMS cita una encuesta italiana según la cual solo el 22 por ciento de los participantes desconocían las calorías que contiene un vaso de vino, mientras que la mayoría de los individuos (51 por ciento) tendían a subestimar el contenido energético o incluso pensar que el vino carece de calorías (12 por ciento).
En opinión de los autores del documento, "las bebidas alcohólicas se han beneficiado de untratamiento especial. En la actualidad están exentas de las convenciones internacionales que gobiernan el resto de las sustancias psicoactivas y de la legislación clave sobre alimentación que obliga al etiquetado sobre ingredientes e información nutricional".
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