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miércoles, 25 de noviembre de 2009
La ZAG, una proteína con funciones "de peso"
David Selva, Cristina Hernández, Rafael Simó y Albert Lecube.
Diariomedico.com
ESPAÑA
INVESTIGACIÓN
La ZAG, una proteína con funciones "de peso"
El desarrollo de un tratamiento eficaz para la obesidad depende en gran medida de poder desentrañar los mecanismos moleculares implicados en la acumulación excesiva de tejido adiposo. La atención de la comunidad científica en este campo ha centrado su atención en conocer las proteínas que participan en este proceso, así como en otros mecanismos contrarios, como puede ser la caquexia que sufren algunos pacientes oncológicos. Un grupo del Instituto de Investigación del Hospital Valle de Hebrón ha encontrado una correlación entre la proteína ZAG y la obesidad.
Karla Islas Pieck. Barcelona - Miércoles, 25 de Noviembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
llaves conceptuales:
1. Los pacientes obesos tienen una producción insuficiente de la proteína zinc-72-glicoproteína (ZAG), lo contrario que los que presentan caquexia
2. Los próximos pasos serán buscar el promotor y el receptor de esta proteína para intentar favorecer el aumento de los niveles en los pacientes obesos
La obesidad está considerada como la gran epidemia de los últimos tiempos en los países desarrollados. Es un factor de riesgo para la diabetes, la hipertensión arterial y un sinfín de patologías cardiovasculares, respiratorias, oncológicas, además de que está asociada con peor pronóstico y complicaciones en otras patologías y sus tratamientos. Por no hablar del aumento de la mortalidad.
A pesar de que la obesidad se puede prevenir en muchos casos con una alimentación adecuada y la práctica regular de ejercicio, y aunque existen procedimientos quirúrgicos para tratar la obesidad mórbida, los procesos moleculares implicados en la patogénesis de la obesidad aún resultan un misterio.
El campo de la proteómica está aportando muchas pistas que ayudan a comprender por qué una persona acumula más grasa de la necesaria en su cuerpo.
Proceso inverso
Por otra parte, algunos procesos patológicos, como el cáncer, la tuberculosis y el sida, así como algunas enfermedades autoinmunes están asociadas con la aparición de desnutrición, atrofia muscular, fatiga y debilidad en personas que no están tratando activamente de perder peso.
La caquexia que aparece en muchos pacientes oncológicos ha puesto sobre la mesa la incógnita de qué proteínas están implicadas en el proceso de perder peso de manera involuntaria.
Para resolver esta cuestión, un grupo de investigación en Diabetes, Endocrinología y Metabolismo del Instituto de Investigación del Hospital Universitario Valle de Hebrón, de Barcelona (IR-HUVH), dirigido por Rafael Simó, ha demostrado la conexión entre obesidad y la producción insuficiente de la proteína zinc-72-glicoproteína (ZAG) en el tejido graso.
Los resultados de la investigación, que se publican en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, y en la que han participado David Selva, Cristina Hernández y Albert Lecube, abren la puerta a nuevas aproximaciones terapéuticas que sitúan a esta proteína como diana para tratar la obesidad con éxito en el futuro.
Simó ha explicado a Diario Médico que, gracias a la colaboración del equipo de cirugía bariátrica de este hospital catalán, se ha podido comparar la expresión de ZAG en muestras humanas de personas delgadas y obesas y se ha determinado que existe una clara correlación inversa entre los niveles de ZAG y el índice de masa corporal (IMC) de los pacientes. Además, se ha observado que también hay un déficit de la proteína en la circulación periférica de las personas con más grasa.
Estos investigadores han comprobado que esta proteína se expresa en los dos tipos de compartimento adiposo: la grasa visceral y la subcutánea; "pudimos ver que incluso se expresa en el hígado".
Estudios previos han revelado que la proteína zinc-72-glicoproteína tiene un papel esencial en el proceso de lipólisis, y se ha visto que los enfermos de cáncer, que pierden mucho peso, presentan un alto nivel de esta proteína, pero aún quedan muchas incógnitas que desvelar sobre su mecanismo de acción. Además, otros trabajos habían asociado un nivel bajo de ZAG con el desarrollo de obesidad, pero la mayor parte de la información proviene de estudios realizados en roedores y ensayos in vitro.
El ZAG también se ha relacionado con fenómenos tan variados como la respuesta inmune, la regulación de la producción de melanina, un factor que inhibe la proliferación celular, y un biomarcador de cáncer de mama, vejiga y próstata.
Próximos pasos
Uno de los pasos más importantes en esta línea de investigación será indagar sobre el promotor de esta proteína en el cuerpo, ya que podría ser una vía para incidir en su proceso de producción, según la hipótesis de este grupo.
Además, otro de los objetivos es determinar cómo se puede modular la expresión de ZAG, pero para ello es indispensable conocer al receptor de esta molécula, "lo que representa uno de nuestros mayores retos en los próximos meses", ha indicado Simó.
En España se calcula que el 15 por ciento de los adultos son obesos y un 37 por ciento padecen sobrepeso. La obesidad también está presente entre la población más joven y aumenta a un ritmo alarmante; actualmente, un 8,9 por ciento de los niños españoles de entre 2 y 17 años tiene problemas con el peso.
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