resultados de eficacia y seguridad a 7 años
Menos progresión de la EM remitente-recurrente gracias al oral fingolimod
La prevalencia de la esclerosis múltiple en España, teniendo en cuenta a los pacientes sin diagnosticar, es de 50.000 pacientes. El tratamiento con interferones es eficaz en, aproximadamente, un tercio de los enfermos. Para determinados casos en que no lo es, fingolimod, la única terapia oral aprobada para EM con recidivas, es eficaz y seguro.
Ana Callejo Mora. Nueva Orleans | 27/04/2012 00:00
Guillermo Izquierdo, Xavier Montalbán y Óscar Fernández. (Ana Callejo Mora)
- Al cabo de siete años los pacientes tratados con fingolimod mostraron una mejora significativa de los resultados clínicos y de resonancia magnética
Estudio completo
Los nuevos resultados del estudio de extensión de fase III Freedoms mostraron una mejora significativa de los resultados clínicos y de resonancia magnética en pacientes que pasaron de tratarse con placebo (administrado durante el periodo del estudio pivotal de 24 meses) a Gilenya (administrado durante la fase de extensión). El periodo del estudio pivotal Freedoms, de dos años, fue completado por 1.033 pacientes. De ellos, el 90 por ciento completaron tres años de observación y el 45 por ciento fueron seguidos durante cuatro años.
Para resumir qué suponen estos resultados en la práctica clínica y conversar sobre los avances y limitaciones de esta enfermedad autoinmune del sistema nervioso central, Xavier Montalbán, jefe del Servicio de Neuroinmunología del Hospital Universitario Valle de Hebrón, en Barcelona; Óscar Fernández, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Carlos Haya, de Málaga, y Guillermo Izquierdo, director de la Unidad de Gestión Clínica en Neurociencias del Hospital Virgen Macarena, en Sevilla, han hablado con Diario Médico.
Para Montalbán hay una ventaja clara: "A los siete años los pacientes tratados con fingolimod permanecen con una tasa de unos 0,7 brotes al año; además, este fármaco redujo el índice de atrofia cerebral en un 38 por ciento, en comparación con placebo, a los dos años".
En los estudios clínicos los efectos secundarios más habituales que se detectaron fueron las cefaleas y el aumento de las enzimas hepáticas. Otros efectos secundarios fueron una reducción del ritmo cardiaco transitorio, y generalmente asintomático, y bloqueo atrioventricular al inicio del tratamiento, leve aumento de la presión arterial, edema macular y broncoconstricción leve. Por eso, según ha explicado Fernández, siguen un protocolo. "El primer comprimido se da en el hospital y se hace un electrocardiograma en ese momento y a las seis horas".
"Al ser conscientes de que el fingolimod no es la solución definitiva, Novartis ha seguido investigando. De ahí ha surgido otra molécula, BAF312 (siponimod)", ha señalado Izquierdo.
Dosis adecuada
Durante la reunión americana se han presentado los resultados de un estudio de determinación de dosis de fase II con BAF312, un modulador selectivo de los receptores S1P de los subtipos 1 y 5 en la EM que se administra por vía oral.
- Parecen prometedores los resultados en fase II de la molécula 'BAF312', un modulador selectivo de los receptores S1P de los subtipos 1 y 5 en la EM
Los datos también mostraron que BAF312 se toleró generalmente bien con un ajuste inicial de la dosis. Los acontecimientos adversos más frecuentes fueron cefaleas, bradicardia, mareos y nasofaringitis. A finales de este año está previsto el inicio de un programa de fase III para EM. "Esta molécula tiene una gran reversibilidad, algo importante en el caso de que la paciente se quede embarazada o tenga que someterse a una intervención quirúrgica".
Lo que ya revela la RM
Fernández ha hecho la siguiente reflexión: "Hace años aprendimos que la EM nunca descansa. Por ello tenemos que hacer RM a los pacientes que aparentemente van bien".
Izquierdo es de la misma opinión, porque ha comentado que "si en esos pacientes hubiéramos sabido, con una resonancia, que se está produciendo un deterioro cognitivo silencioso les habríamos dado tratamiento".
Según sus cálculos, un 30 por ciento de los pacientes diagnosticados no están tratados. Aún así, Montalbán ha asegurado que el panorama ha cambiado mucho "porque antes tratábamos más tarde a los pacientes. "Es cierto que ahora tenemos más opciones terapéuticas", ha apuntado Fernández.
El seguimiento de los pacientes con esclerosis múltiple también es mayor. "Les vemos unas tres o cuatro veces al año e incluso a algunos enfermos que están recibiendo algún tratamiento nuevo pasan por la consulta de neurología una vez al mes".
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