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Una prueba del aliento podría predecir el riesgo de obesidad
Funciona al medir el equilibrio de las bacterias en los intestinos, explican los investigadores
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_135332.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 06/25/2013)Traducido del inglés: miércoles, 27 de marzo, 2013Según los hallazgos, los resultados de una prueba del aliento estándar utilizada para evaluar el crecimiento bacteriano excesivo en los intestinos también podría informar a los médicos si una persona tiene un porcentaje alto de grasa corporal.
El microbioma, o sea los billones de bacterias malas y buenas que revisten al intestino, se puede desequilibrar. Cuando las bacterias malas superan a las buenas, pueden ocurrir síntomas como hinchazón, estreñimiento y diarrea. El nuevo estudio, que aparece en la edición de abril de la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, sugiere que ese escenario también podría predisponer a la obesidad.
Para el estudio, los individuos bebieron un sirope azucarado de lactulosa. Entonces, se recolectaron muestras del aliento cada 15 minutos durante dos horas. También se midió la grasa corporal de los participantes de dos formas. Una fue el índice de masa corporal (IMC), que toma en cuenta la estatura y el peso. El otro método utiliza la conductividad eléctrica de bajo voltaje, que diferencia entre el tejido magro y el graso.
Los participantes cuyas muestras de aliento mostraron unos niveles más altos de dos gases (el metano y el hidrógeno) tenían unos IMC más altos y más grasa corporal que los participantes que tenían un aliento normal, o una mayor concentración de solo uno de los dos gases, mostró el estudio. Este patrón sugiere que los intestinos están llenos de una bacteria llamada Methanobrevibacter smithii, explicaron los investigadores.
Es posible que cuando este tipo de bacteria asume el control, las personas podrían ser más propensas a aumentar de peso y a acumular grasa, comentó la autora líder del estudio, la Dra. Ruchi Mathur, directora del centro de tratamiento ambulatorio de la diabetes del Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles.
Aunque hay otras formas de medir la grasa corporal y el IMC, los investigadores sugirieron que los individuos con un mayor contenido de metano e hidrógeno en el aliento quizás sean más susceptibles a responder a métodos específicos para perder peso en un futuro. "La obesidad no es una enfermedad idéntica en todos los casos", planteó Mathur.
Si se confirman los hallazgos del estudio, ciertos tratamientos para perder peso podrían utilizarse en las personas que tienen este patrón del aliento. Una posibilidad, por ejemplo, es que los probióticos, que ayudan a restaurar y a mantener el equilibrio natural de organismos en los intestinos, podrían tener un rol en el tratamiento o la prevención de la obesidad.
Pero la ciencia aún no ha llegado a ese punto, advirtieron los expertos.
"Se trata de un estudio importante que observa a las bacterias en el intestino y cómo se relacionan con el IMC", comentó el Dr. Spyros Mezitis, endocrinólogo del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. "Mientras más metano e hidrógeno hay en el aliento, más grasa hay en el organismo". Pero "necesitamos más estudios para averiguar cómo las bacterias se relacionan con la creciente epidemia de obesidad, y qué sucede si las modificamos", señaló Mezitis.
Es demasiado pronto para comenzar a pensar en los probióticos como un tratamiento para la obesidad, señaló el Dr. Peter Green, director del Centro de Enfermedad Celíaca del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York. Green usa rutinariamente las pruebas de aliento para evaluar a los individuos con problemas gastrointestinales como la hinchazón, la diarrea y el estreñimiento. "Algunas personas con un crecimiento bacteriano excesivo en los intestinos tienen síntomas, pero otras no, y no estamos seguros del motivo. El significado de los resultados de las pruebas no siempre están del todo claros", comentó.
"Se necesita más investigación para realmente definir el rol del crecimiento bacteriano excesivo en todas estas afecciones distintas", planteó Green. "Se trata de un área emocionante de la investigación, pero las pruebas del aliento para medir la grasa corporal no están listas para el protagonismo".
Otro experto discutió las implicaciones de la nueva investigación.
El estudio añade a la creciente evidencia de que las pruebas del aliento pueden proveer información sobre nuestra salud, comentó el Dr. Raed Dweik, pulmonólogo de la Clínica Cleveland. "El argumento planteado por los autores es que si cambiamos las bacterias de los intestinos, podríamos cambiar la obesidad, y estas personas no aumentarán de peso con tanta facilidad", dijo. "Si modificamos las bacterias intestinales, podrían perder peso más rápido o fácilmente".
El próximo paso es averiguar cómo, o incluso si es posible, dijo Dweik, quien el 25 de marzo publicó su propio estudio sobre el uso de una prueba del aliento para descubrir el riesgo de enfermedad cardiaca.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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