PREVENCIÓN CARDIOVASCULAR
La acción pleiotrópica también afecta al terreno cardiovascular
El estudio 'HOPE-3' abre la puerta a la ampliación de la prescripción en pacientes con riesgo moderado.
M. S. M. Madrid | Maria.Sanchez@diariomedico.com | 09/05/2016 00:00
El estudio HOPE-3, recientemente publicado en The New England Journal of Medicine, refuerza la posición de las estatinas en la prevención cardiovascular. Según los resultados de este ensayo clínico realizado en 21 países con más de 12.000 individuos, en personas con riesgo cardiovascular moderado que no han sufrido enfermedad cardiovascular, un tratamiento que combine estatinas en dosis bajas con un antagonista de los receptores de angiotensina II y un diurético reduce significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares en comparación con el placebo.
Un análisis detallado de los datos apunta que el verdadero beneficio procede de las estatinas, y no tanto de la disminución de los niveles de presión arterial.
En opinión de Almudena Castro, presidenta de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología, los resultados del HOPE-3 no invitan al aumento de la prescripción de estatinas. "El mensaje que se extrae es que las personas con riesgo intermedio deberían cambiar su estilo de vida. Antes de tomar una estatina, es mejor dejar de fumar, seguir una dieta adecuada, hacer ejercicio...". En este sentido, cree que los médicos deberían tener más en cuenta a la población de riesgo intermedio.
- La acción antioxidante de rosuvastatina cuando se administra tras un ictus depende de la reducción del cLDL, pero también obedece a otros mecanismos
Junto al estudio HOPE-3 y otros ensayos que se centran en la acción clásica de las estatinas, en los últimos tiempos proliferan las investigaciones sobre los efectos cardiovasculares de las estatinas al margen de la reducción del colesterol.
Pilar Mazón, del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, considera que "las indicaciones de las estatinas se mantendrán, básicamente, en la prevención cardiovascular primaria y secundaria y en escenarios clínicos relacionados con patología cardiovascular, como la administración preoperatoria en patología vascular (enfermedad coronaria y arteriopatía periférica) y, muy probablemente, en prevención de cardiotoxicidad".
La literatura científica disponible sobre los efectos extralipídicos cardiovasculares indica que, en enfermedad coronaria, "el tratamiento con estatinas se ha demostrado beneficioso no sólo por la reducción del cLDL, sino también por hallazgos que indican mejoría de la función endotelial, como la mayor regulación de la sintasa del óxido nítrico, disminución de la inflamación sistémica y vascular vía activación de las células T y estabilización de las placas ateroescleróticas". Asimismo, se ha apreciado "un incremento en la perfusión microvascular y una disminución de las moléculas de adhesión".
En cuanto a la enfermedad cerebrovascular, la cardióloga apunta en su revisión publicada enRevista Española de Cardiología que "se ha estudiado el efecto antioxidante de 20 mg de rosuvastatina a corto plazo tras un ictus y se ha visto que ejerce una acción antioxidante dependiente de la reducción del cLDL, pero también inhibe la peroxidación lipídica por mecanismos independientes".
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