EN 53 PERSONAS NO OBESAS
Un ensayo clínico refuerza la hipótesis del estrés oxidativo
Un estudio sobre los efectos de la restricción calórica en humanos muestra mejoras en marcadores de metabolismo y envejecimiento.
María Sánchez-Monge | 27/03/2018 00:00
Beneficios de la restricción calórica apreciados en los estudios con animales. (DM)
La restricción calórica, siempre que no sea excesiva y se ingieran todos los nutrientes que necesita el organismo, atenúa las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. En estudios con animales se ha observado que la disminución drástica y sostenida de las calorías ingeridas diariamente prolonga la vida, algo que todavía no se ha podido demostrar en humanos.
Un ensayo clínico llevado a cabo por un equipo de investigadores de Estados Unidos, cuyos resultados se acaban de publicar en Cell Metabolism, aporta nuevos argumentos a favor de esta estrategia rejuvenecedora. Se trata de la segunda etapa de Calerie, el primer estudio controlado desarrollado en humanos.
- El estudio publicado en ‘Cell Metabolism’ evaluó durante dos años a 53 personas no obesas, a las que se sometió a análisis periódicos
El trabajo muestra los beneficios apreciados en 53 hombres y mujeres no obesos de entre 21 y 50 años, a los que se les hizo un seguimiento de dos años. A 34 de ellos se les pautó un patrón de alimentación con una reducción del 15 por ciento de las calorías diarias y los 19 restantes pudieron alimentarse libremente. A todos ellos se les realizaron análisis de sangre y orina para observar la evolución de marcadores relacionados con el metabolismo y el estrés oxidativo.
Metabolismo basal
Los individuos que se sometieron a la restricción calórica presentaron un menor estrés oxidativo sistémico. "La restricción de calorías puede ralentizar el metabolismo basal", ha explicado Leanne Redman, investigadora del Centro de Investigación Biomédica Pennington, en Baton Rouge (Luisina, Estados Unidos) y autora principal. "Los subproductos del metabolismo aceleran el proceso de envejecimiento, pero la restricción calórica mantenida durante varios años podría ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades crónicas y prolongar la vida".
La restricción calórica condujo a una pérdida media de 9 kilogramos entre quienes la cumplieron, a pesar de que no era uno de los objetivos del estudio. Además, los participantes experimentaron mejoras en la calidad de vida relacionada con la salud y el estado de ánimo. No se apreciaron efectos adversos como anemia, pérdida excesiva de masa ósea o trastornos menstruales.
- En los individuos en restricción calórica se apreció una ralentización del metabolismo y menor producción de especies reactivas de oxígeno
Los expertos españoles en áreas relacionadas con la restricción calórica a los que ha consultado DM consideran que el nuevo estudio apuntala los beneficios de restringir las calorías que se consumen de forma habitual, aunque creen que tiene algunas limitaciones: el seguimiento se hizo durante un periodo corto y se llevó a cabo en personas jóvenes. "Sería interesante seguir a esta cohorte durante 30-40 años", según José Manuel Villalba, director del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Córdoba, quien reconoce las dificultades técnicas y económicas que entrañaría.
Para este investigador, el trabajo "tiene una relevancia enorme porque está centrado en humanos. Hasta ahora la mayoría de los estudios se han hecho en modelos animales, en los que surge la duda de hasta qué punto existe correspondencia con los humanos". Las conclusiones "revalidan dos teorías sobre el envejecimiento puestas en cuestión: la relacionada con la tasa metabólica y la de los radicales libres". Respecto a esta última, señala que diversos estudios publicados en los últimos años han mostrado que "un aumento de los radicales libres en animales conducía a que viviesen más".
El nuevo ensayo abandona esa senda y vuelve a las hipótesis de partida: una restricción calórica prolongada potencia la eficiencia energética, lo que se traduce en un menor daño oxidativo en los tejidos y órganos. También confirma, según Villalba, que "cuando las personas se someten de manera crónica a restricción calórica baja su metabolismo más allá de lo que explicaría la pérdida de peso". Según la teoría de la velocidad del envejecimiento, "con un metabolismo más acelerado consumimos más oxígeno y especies tóxicas". Por eso, los ratones, al tener un metabolismo más rápido, "gastan su vida antes".
- Los antioxidantes podrían tener un efecto protector o empeorar un daño ya existente en función de la fase del proceso celular en el que intervengan
Vivir más y mejor
Concha F. García-Prieto, investigadora del Instituto Karolinska, en Estocolmo (Suecia), coincide en las apreciaciones de Villalba: "Lo realmente novedoso de este estudio es que la disminución de marcadores de envejecimiento (en este caso, la hormona tiroidea T4) y la reducción en el daño oxidativo observados se mantienen cuando el peso del individuo es estable, por lo que se relacionan directamente con la adaptación metabólica del sujeto y no con su pérdida de peso". En este sentido, añade que "la idea de que una intervención dietética moderada sea capaz de ralentizar de forma mantenida el metabolismo energético (con la consiguiente reducción del daño asociado al estrés oxidativo) podría responder a muchas preguntas sobre cómo la restricción calórica nos puede ayudar a vivir más y mejor, aunque se necesitan más investigaciones que profundicen en los mecanismos implicados".
En cuanto a la posibilidad de utilizar fármacos miméticos de la restricción calórica, Villalba apunta que varios estudios han evaluado su impacto en animales. Entre otras cosas, se ha visto que "el resveratrol extiende la longevidad en levaduras", y que un suplemento de este compuesto "atenúa los efectos de una dieta alta en grasa en ratones". Sin embargo, todavía no hay evidencias suficientes sobre los efectos a largo plazo en humanos.
Antioxidantes
La investigadora del Karolinska también pide cautela en el uso de suplementos, ya que "las especies reactivas de oxígeno son necesarias para el correcto funcionamiento de los procesos celulares". Por eso, cree que "el uso de antioxidantes como complemento podría ser -siempre y cuando tengan efectos in vivo demostrados- beneficioso si el estrés oxidativo está relacionado con el daño y la patología asociados al envejecimiento". Hay indicios de que "los antioxidantes pueden ejercer efectos protectores o empeorar un daño ya existente en función de la fase del proceso celular en el que intervengan. En definitiva, también en este terreno se requieren estudios esclarecedores".
Tal y como ocurre con los regímenes de adelgazamiento, la puesta en práctica de una estrategia de restricción calórica puede chocar con múltiples obstáculos. Para empezar, el estilo de vida actual tiende a fomentar la sobrealimentación. Por otra parte, la sensación de hambre puede entrar en acción. Por último, hay que tener en cuenta que el seguimiento tiene que ser de por vida. Un porcentaje de reducción del 15 por ciento es bastante razonable, según los expertos.
Ana Belén Crujeiras, investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn), considera que la clave para conseguir la adherencia a un tipo de dieta reside en que "sea llevadera, que el individuo no tenga sensación de hambre y que no vea alterada su vida social". Eso se puede lograr, por ejemplo, con un régimen cetogénico que esté ligeramente enriquecido en proteínas.
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