ESPAÑA
caracterizaron LA 'HUELLA DIGITAL' EPIGENÉTICA
Rastrean metástasis de origen desconocido por epigenética
Un estudio dirigido por Manel Esteller, del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), ha caracterizado la colección más grande de huellas digitales epigenéticas. Esto permite detectar el órgano desde donde surgen las metástasis de origen desconocido.
Karla Islas Pieck. Barcelona - Viernes, 3 de Junio de 2011 - Actualizado a las 00:00h.
Entre el 5 y el 10 por ciento de las metástasis en cáncer son de origen desconocido. En estos pacientes la supervivencia después del diagnóstico ronda los seis meses, ya que es muy complicado orientar el tratamiento de manera adecuada si no se sabe dónde se aloja el tumor primario.
Se ha caracterizado el perfil epigenético de 1.628 personas, lo que representa la colección más grande que se ha realizado hasta ahora en todo el mundo
Un estudio dirigido por Manel Esteller, investigador Icrea y director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), ha puesto de manifiesto que el perfil epigenético de un paciente es útil para rastrear el órgano en el que surge una metástasis considerada de origen desconocido.
El trabajo, que se publica en el último número de Genome Research, ha consistido en la caracterización de la huella dactilar epigenética de 1.628 personas entre las que se encuentran voluntarios sanos y pacientes con diversas patologías como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las neurodegenerativas. Se trata de la colección epigenética más grande del mundo, que se ha realizado mediante el análisis de 1.500 marcadores de metilación del ADN en un conjunto de tejidos fisiológicos y patológicos, lo que ha permitido obtener un perfil epigenético global que será de gran utilidad tanto para la investigación como para la clínica.
Buscar el rastro
Actualmente el misterio de muchas de las metástasis de origen desconocido se queda sin resolver incluso después de muerto el paciente, ya que en algunas ocasiones no se logra encontrar el tumor primario ni siquiera durante la autopsia. Una de las principales conclusiones que se desprenden de este trabajo es que los diferentes tipos de cáncer tienen perfiles epigenéticos comunes, por lo que mediante la comparación de ellos se puede deducir en qué órgano se ha iniciado la enfermedad, según ha explicado Esteller a Diario Médico.
Muchas metástasis de origen desconocido se quedan en incógnita, ya que muchos tumores primarios no se localizan ni siquiera durante la autopsia
El catálogo de muestras que ha creado el grupo del Idibell actualmente se encuentra disponible para su uso público en el banco de datos del National Center for Biotechnology Information (NCBI), lo que será de gran utilidad para el diagnóstico de este tipo de diseminación tumoral.
Además, la obtención del perfil epigenético de un paciente se puede realizar mediante técnicas de micromatrices o microarrays, que es relativamente sencillo y está bien estandarizado, lo que facilitará el salto de esta herramienta diagnóstica a la práctica clínica.
Una gran parte de las muestras que se analizaron en este estudio corresponden a casos de cáncer, pero también se han definido patrones para otras patologías, como la demencia con cuerpos de Lewy, y se tiene pensado hacer lo propio con enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson, lo que podría tener también un potencial diagnóstico.
EL EPIGENOMA TAMBIÉN PREDICE LA EDAD
El epigenoma está formado por las marcas químicas que se añaden al ADN y a las proteínas que lo empaquetan; por lo tanto, y a diferencia de lo que pasa con los genes, se trata de una cuestión dinámica que se va modificando con el paso del tiempo. La obtención del perfil epigenómico de una persona mediante las técnicas disponibles actualmente permite acceder a una "instantánea" del momento preciso en el que se obtiene la muestra, lo cual puede parecer una limitación para algunas cosas, pero también representa una gran ventaja para otras. En este sentido, una de las conclusiones importantes a las que ha llegado el grupo que dirige Manel Esteller en el Idibell consiste en que, si la metilación del ADN se modifica con el paso del tiempo, el perfil epigenético de una persona puede servir para predecir la edad. Este hallazgo podría tener aplicaciones médicas, pero también podría ser de utilidad en otros campos, en los que pudiera ser relevante determinar la edad de una persona.
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