Una etapa nueva en la vida de los humanos

La esperanza de vida creció en forma notoria en el último siglo

En su Historia de la vejez (Editorial Nerea, 1987), Georges Minois describe la evolución de la vejez desde la Antigüedad hasta el Renacimiento y deja en claro que llegar a esa etapa de la vida fue extremadamente infrecuente durante los millones de años de la prehistoria. "Lucy, la Eva de los paleontólogos, cuyos restos fueron descubiertos en Etiopía en 1974, murió entre los 20 y los 30 años", escribe Minois. Y más adelante agrega que en un estudio realizado sobre 187 cráneos prehistóricos sólo tres pertenecían a hombres mayores de cincuenta años.

Según el historiador, la ancianidad entró en la historia cuando un escriba egipcio que vivió hace 4500 años contó sus vivencias. "[El viejo] -dice Ptah-Hotep, visir del faraón Tzezi, del siglo V a.C.- se va debilitando cada día; su vista disminuye [...] su boca se vuelve silenciosa y no habla. Sus facultades intelectuales disminuyen y le resulta imposible acordarse hoy de lo que sucedió ayer."
Hoy, todo eso está cambiando. Para Rodolfo Goya, investigador del Conicet en la Universidad Nacional de La Plata, una creciente conciencia de la prevención de enfermedades, el ambiente estimulante de las ciudades (donde vive el 92% de la población local) y los avances médicos permiten un creciente bienestar. "La gente no sólo vive más, sino que además llega en mejores condiciones. Por otro lado, si bien la memoria es una función muy sensible a la edad, hay artilugios que la compensan, como Internet. Uno adquiere la madurez para afrontar situaciones difíciles y manejarlas de formas que no tenía cuando era más joven. La experiencia que va ganando ayuda mucho a soportar golpes y frustraciones, uno es más sereno, más equilibrado. Es una ventaja con respecto a los jóvenes."
Según el científico, que estudia los mecanismos del envejecimiento en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de La Plata, no es trivial que en la ciencia y el arte haya una gran cantidad de adultos mayores que se mantienen activos: "A los ochenta o los noventa muchas personas encuentran la libertad que no tenían a los veinte -afirma-. Dedicarse a algo que a uno le gusta ayuda mucho a mantenerse vital La inactividad es muy negativa."
Efectivamente, para el doctor Osvaldo Canziani (dos hijos, nueve nietos y seis bisnietos), el secreto está en "no dejar de hacer". Profesor de Física y doctor en Meteorología, e integrante del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) que en 2007 recibió el Premio Nobel de la Paz, sigue manejando su auto, continúa como revisor de trabajos de investigación en cambio climático e integra el comité científico de la Asociación Argentina de Médicos por el Medio Ambiente. Actualmente, participa en un trabajo que analiza los niveles de contaminación del Río de la Plata. "Querer es poder", sintetiza Canziani cuando se le pregunta cómo afronta sus días cargados de actividades.