CAUSAS DEL CÁNCER DE CUELLO Y CABEZA
Las mutaciones supresoras tumorales no explican por sí solas un cáncer mortal
Los efectos nocivos para la salud del gen mutante TP53 podrían deberse a otras anomalías genéticas y no solo a su presencia, especialmente en los cánceres de cabeza y cuello de células escamosas.
Redacción | 04/08/2014 11:08
Aunque normalmente la mutaciones que se producen en el gen llamado guardián del genoma (TP53) se asocian con formas más agresivas de cáncer, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Diego en California, han detectado evidencias que sugieren que los efectos nocivos para la salud del gen mutante podrían deberse en gran parte a otras anomalías genéticas, al menos en los cánceres de cabeza y cuello de células escamosas.
El estudio, publicado en Nature Genetics, muestra que las elevadas tasas de mortalidad en pacientes con cáncer de cabeza y cuello tienden a producirse solo cuando las mutaciones en el gen supresor de los tumores coinciden con una escasez de segmentos de material genético en el tercer cromosoma del genoma del cáncer.
En los pacientes con estos tipos de cáncer, los resultados indicaron que puede existir un valor terapéutico en la prueba de los tumores para los dos identificadores genéticos, el conocido como mutación TP53 y la deleción 3p. Por lo tanto, TP53 podría jugar un papel fundamental en la regulación del crecimiento celular, en la detección y fijación del ADN, y en dirigir la apoptosis celular, si el daño en el ADN es irreparable.
Durante la investigación se analizaron los indicios genómicos completos de un total de 250 casos de pacientes con cánceres de cabeza y cuello de células escamosas a partir los datos obtenidos del Atlas del Genoma del Cáncer, un depósito que contiene los genomas del cáncer de secuenciación de más de 20 tipos diferentes de cánceres humanos acreditado por los Institutos Nacionales de Cáncer. Todos los tumores analizados eran de pacientes con menos de 85 años.
De esa muestra, 179 desarrollaron ambas mutaciones, 50 solo presentaron una de las dos y 22 no desarrollaron ninguna. Al comparar los datos de la evolución del paciente los investigadores descubrieron que la mitad de los voluntarios que desarrollaron ambas mutaciones tenían altas probabilidades de morir de cáncer durante los dos años siguientes, mientras que el 66 por ciento de los pacientes con una o ninguna mutación se estimó que podrían vivir cinco años o más. Las estadísticas de supervivencia extraídas de la observación se realizaron de forma independientes a la etapa del cáncer en la que el paciente se encontraba.
Además de causar cáncer cervical, el virus del papiloma humano (VPH) también está implicado en el desarrollo de cánceres de cuello y cabeza en adultos sanos. Tras los resultados obtenidos se cree que el virus puede co-optar la actividad de TP53, afectando a las células de la misma manera que una mutación de TP53, pero sin causar una mutación. Por este motivo, se analizaron por separado los tumores de VPH positivos y los negativos.
Este es el primer estudio que demuestra que entre los tumores VPH-positivo, los casos de cáncer más agresivos están altamente relacionados con la presencia de deleciones 3p.
"Los resultados obtenidos plantean cuestiones fundamentales sobre el papel de los TP53 en el cáncer y sugieren que algunos de los efectos nocivos para la salud de las mutaciones de TP53 en realidad podría deberse a otros elementos que entran en juego en el tercer cromosoma", ha afirmado Andrew Gross, miembro del estudio.
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