Un gen que aumenta y reduce simultáneamente el riesgo de enfermedades respiratorias
En infantes susceptibles al asma, el entorno puede reducir el riesgo de infección respiratoria hasta un 80%.
El contacto con animales de granja durante al menos 2 horas semanales reduce la incidencia de síntomas de infección del tracto respiratorio inferior en niños de menos de 1 año portadores de la susceptibilidad genética 17q21. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, que siguió a 983 niños de áreas rurales europeas desde los 0 hasta los 6 años de edad. En los niños portadores de la susceptibilidad genética 17q21, que aumenta el riesgo de asma, la frecuencia de sibilancias fue inversamente proporcional al tiempo pasado en establos. La exposición a animales de granja previno que las sibilancias evolucionaran hacia asma clínica a los 3 años de edad. Los resultados sugieren que la exposición ambiental prácticamente anula la susceptibilidad genética.
Los niños que juegan regularmente en la proximidad de animales de granja inhalan diminutas partículas de hierba y heno, portadoras de una compleja mezcla de microorganismos que incluyen hongos, bacterias, esporas y granos de polen. Los investigadores creen que, en contacto con el epitelio respiratorio, los microorganismos modulan el curso de las respuestas inflamatorias en el organismo.
El descubrimiento de los componentes moleculares de este “efecto granja” podría conducir al desarrollo de nuevas terapias contra el asma, asegura Georg Loss, primer autor del estudio.
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