El periodo de adaptación al cambio horario puede durar entre 2 y 3 días
El personas vulnerables como los mayores de 50, los niños y los pacientes con demencia, habituarse al cambio puede llevar entre 7 y 10 días
El Médico Interactivo | 26 - marzo - 2018 1:00 pm
El cambio horario que ha tenido lugar este fin de semana tiene más efectos para la salud, ya que nuestro biorritmo pierde una hora, en vez de ganarla. Así lo explica Francisco Valenzuela, neurólogo especialista en Trastornos del Sueño del Instituto de Neurociencias Avanzadas de Madrid (INEAMAD) del Hospital Nuestra Señora del Rosario, que insiste en que el periodo de adaptación habitual está en torno a 2 o 3 días, aunque habrá también quién no note sintomatología alguna.
Sin embargo, el experto insiste en que este cambio horario es más complejo para personas vulnerables. En concreto, se refiere a “los mayores de 50 años y las personas afectadas por alguna demencia”, ya que en estos casos “la producción de melatonina –sustancia natural del cuerpo que determina el ciclo sueño-vigilia- disminuye con la edad y con algunas patologías”.
Asimismo, Valenzuela también matiza que los niños son más sensibles a este cambio horario, aunque en este caso se debe a que su sistema de ciclo sueño-vigilia está más inmaduro. Es por ello que si “el periodo de adaptación de 2 a 3 días, en personas con demencia, niños y mayores puede durar entre 7 y 10 días”.
Respecto a los síntomas, aunque esta puede variar de unas personas a otras, los más comunes son fatiga, irritabilidad, dificultad de concentración, dificultad para conciliar el sueño, excesiva somnolencia o malestar general y gastrointestinal con micción fuerte.
Practicar la terapia lumínica
Otra de las cuestiones que aclara Francisco Valenzuela es que el cambio de hora debe ser natural, por lo que el neurólogo de INEAMAD desaconseja la toma de inductores del sueño.
Como alternativa el experto aporta algunos consejos para mejorar la higiene del sueño como es la llamada “terapia lumínica”, que puede ayudar a contrarrestar los efectos de este cambio de horario. Para ponerla en práctica, basta con exponerse a la luz durante las horas de día y tratar de evitar la iluminación brillante cuando haya oscuridad en la calle. “De este modo, podremos ayudar a adelantar o a retrasar el ciclo del sueño”, insiste Valenzuela.
Por último, no olvida otra serie de hábitos saludables como “mantener una buena higiene del sueño, evitando las siestas aunque sean de corta duración y minimizando o evitando la ingesta de cafeína o alcohol y la práctica de ejercicio durante las horas previas al inicio del sueño. De hecho, lo aconsejable sería practicar técnicas de relajación antes de meternos en la cama”.
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