miércoles, 15 de julio de 2009
CÁNCER DE MAMA: desentrañando sus conductas
EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Expertos españoles colaboran en un estudio que identifica nuevas claves de la invasión tumoral del cáncer de mama
Redacción
A partir de este descubrimiento se abren nuevas puertas a una posible reprogramación de esta invasión tumoral con el fin de revertir el proceso, gracias a la eliminación de la expresión de genes responsables de la cadena de acciones necesarias para la citada invasión
Barcelona (15-7-09).- Investigadores y médicos del programa de Investigación en cáncer del IMIM-Hospital del Mar y de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, han participado en un estudio, publicado por Nature Cell Biology, en el que se recogen nuevas claves de la invasión tumoral del cáncer, en concreto en el cáncer de mama. El estudio ha estado liderado por Jonas Fuxe de Estocolmo. A partir de este descubrimiento se abren nuevas puertas a una posible reprogramación de esta invasión tumoral con el fin de revertir el proceso, gracias a la eliminación de la expresión de genes responsables de la cadena de acciones necesarias para esta invasión.
Un tumor de mama localizado puede hacer metastasis gracias a un conjunto de mecanismos celulares que permiten la invasión de los tejidos próximos (se denomina transición epitelio-mesenquimal). A causa de estos mecanismos la cuál pierde algunas de sus características propias y adquiere otras nuevas. Este cambio en las células y los tejidos permite que la nueva célula transformada adquiera propiedades migratorias, a causa de una pérdida de adhesión y por lo tanto propiedades invasivas. Este cambio es lo que favorecerá la aparición de las metástasis, según se explica en un comunicado.
El detonante de la progresión de un tumor localizado de mama a la invasión de los tejidos vecinos es un factor denominado TGFß, implicado en la transformación de los tejidos cuando malignizan. Este estudio identifica unas proteínas dependientes de TGFß y su interacción con un promotor ya conocido de estos cambios celulares, y la formación de un complejo que acciona o inhibe la transformación de los tejidos. Este complejo actúa como un interruptor para la formación de dos proteínas (CAR y E-cadherina) encargadas de mantener la unión o adhesividad entre células de los tejidos epiteliales y evitar así la invasión a los tejidos próximos y sanos. Así pues, la clave está en inactivar este complejo con el fin de proteger la fabricación de las dos proteínas que impedirán que las células de un tejido en transformación tumoral se desconecten de sus vecinas, aumenten su movilidad y por lo tanto la capacidad de producir metástasis.
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