Las terapias para frenar el envejecimiento no existen - DiarioMedico.com: "EL HAMBRE HA FUNCIONADO SÓLO EN ANIMALES
Las terapias para frenar el envejecimiento no existen
Una buena dieta, el ejercicio físico, los controles médicos y la ingesta de vitamina D son las únicas terapias eficaces para el autocuidado de la salud, según José Manuel Ribera Casado, catedrático emérito de Geriatría de la Universidad Complutense de Madrid.
Santiago Rego. Santander | 27/07/2011 00:00
La única terapia antienvejecimiento que se ha demostrado eficaz es la prevención y el autocuidado de la salud basada principalmente en una buena dieta, el ejercicio físico, los controles médicos al menos una vez al año, y la ingesta de vitamina D. Sólo la restricción calórico-proteica mantenida -el hambre- ha demostrado ser capaz de alargar la vida en el animal de experimentación, y de hecho el resto de las medidas antiaging que se han propugnado no pasan del terreno de las intenciones, los deseos y la especulación, a pesar de que las ventas de los productos dirigidos a este fin ya superan en los Estados Unidos los 40.000 millones de euros cada año.
* Las medidas 'antiaging' que se han propugnado no pasan del terreno de las intenciones, los deseos y la especulación
Estos son algunos de los datos aportados por José Manuel Ribera Casado, catedrático emérito de Geriatría de la Universidad Complutense de Madrid, que ha codirigido con Alfonso Cruz-Jentoff, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el seminario La salud del anciano. Papel de la prevención, que se ha celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en donde han recordado a los alumnos que 'la edad no es una enfermedad'.
Medidas 'antiaging'
Aunque la sociedad busca desesperadamente un nuevo elixir de la vida a través de fármacos de riesgo, sigue siendo el hambre, en los ensayos de experimentación con animales, la mejor terapia antiaging. 'Probablemente contribuyan diferentes mecanismos de actuación complementarios, ligados a un menor desgaste orgánico que se produce en esta situación, especialmente en lo que se refiere al funcionamiento renal. Con todo, las dietas restrictivas en el anciano plantean más riesgos que beneficios', ha aclarado Ribera.
El resto de las medidas antiaging que se han propugnado no pasan del terreno de las intenciones y la especulación, ha destacado Ribera rotundo. 'Las motivaciones y objetivos que subyacen en cada caso son muy variados y van desde lo que podríamos considerar estrictamente riguroso y serio hasta lo puramente comercial, aplicando a esta palabra su sentido más peyorativo', ha precisado el catedrático emérito, tras recordar que Augusto Weisman, en 1881, ya estableció que 'la muerte de la célula es inevitable por su incapacidad para replicarse de manera indefinida'.
No obstante, Ribera ha admitido que estudios con diversos agentes antioxidantes -superóxido dismutasa, a-tocoferol, vitaminas C ó E, etcétera- en modelos animales muy elementales han permitido en algunos casos prolongar la extensión de vida máxima conocida de la especie correspondiente. Sin embargo, esta respuesta no se ha conseguido en la especie humana. Y otro tanto ha ocurrido con las terapias de reemplazamiento hormonal, muy caras y en donde los inconvenientes han superado a las ventajas.
Cambios moleculares
Otra teoría es la de los radicales cruzados, que tiene su fundamento en los cambios moleculares que se producen con la edad, extra e intracelularmente, y que afectan a la información contenida en el DNA y en el RNA. Según esta teoría, la alteración originada en el DNA daría lugar a una mutación en la célula y, posteriormente, a su muerte. Tampoco es posible en la actualidad interferir por esta vía el proceso de envejecimiento humano.
El acortamiento del telómero, basado en la pérdida progresiva de secuencias teloméricas en las partes distales del cromosoma que van teniendo lugar a lo largo del tiempo, también ha sido un intento infructuoso. El objetivo de prolongar la vida se buscaría a través de mecanismos que permitirían conseguir alargar la longitud del telómero o, en todo caso, evitar su acortamiento.
Por otra parte, con la nanotecnología la promesa antienvejecimiento se centra en la posibilidad de combatir la enfermedad a nivel molecular, bien sea mediante procedimientos quirúrgicos o a través de implantes farmacológicos o de otro tipo.
Nada mejor que buenos hábitos de vida
Ribera y Cruz-Jentoft han coincidido en que la prevención es la mejor arma para el antienvejecimiento. En esa línea los dos geriatras han hecho especial hincapié en la importancia de las vacunas en la edad adulta y la necesaria ingesta de calcio y de vitamina D, que presenta niveles inadecuados especialmente en la población anciana femenina, lo que va a favorecer la aparición de osteoporosis. Ambos especialistas recomiendan también ejercicio físico, una alimentación adecuada y cubrir las deficiencias de ácido fólico, hierro y otras vitaminas. 'Suplir estas deficiencias, intentar prevenir su aparición y detectarlas de forma precoz forma parte del sentido común. Debe entenderse como una obligación médica, y aunque su existencia va a interferir directamente en el logro de un envejecimiento satisfactorio, su corrección difícilmente puede encuadrarse entre las llamadas terapias antienvejecimiento', han añadido.
La prevención debe iniciarse en las épocas más precoces de la vida y mantenerse ininterrumpidamente conservando su valor en las edades avanzadas. 'Una prevención cuyo eje central debe basarse en buenos hábitos de vida, y que a nivel colectivo exige, fundamentalmente, esfuerzos por conseguir una buena educación sanitaria de la sociedad en su conjunto'.
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