Opciones de tratamiento por etapa para el cáncer de orofaringe y de cavidad oral
El tipo de tratamiento que el médico le va a recomendar depende de la localización del tumor y de cuánto se ha propagado el cáncer. Esta sección resume las opciones que normalmente se consideran para cada etapa del cáncer de cavidad oral y de orofaringe. Ofrecemos comentarios generales sobre el tratamiento, dado que el enfoque para cada localización del cáncer puede ser diferente.
Etapa 0 (carcinoma in situ)
Aunque el cáncer en esta etapa no se ha vuelto invasivo, es decir, que no ha comenzado a crecer en las capas de tejido más profundas; sí puede hacerlo. El tratamiento habitual consiste en extirpar las capas superficiales de tejido junto con un pequeño margen de tejido normal. Esto se conoce como extracción quirúrgica o resección fina. Es importante que se lleve a cabo un seguimiento riguroso para observar si el cáncer ha reaparecido (recurrencia). El carcinoma in situ que continúa reapareciendo después de la resección puede requerir radioterapia. Entre 95% y 100% de los pacientes en esta etapa sobreviven mucho tiempo sin la necesidad de una cirugía importante. Es fundamental que estos pacientes se den cuenta de que si continúan fumando, aumenta el riesgo de que se produzca nuevamente un cáncer.
Etapas I y II
La mayoría de los pacientes con cáncer de la cavidad oral y de la orofaringe en etapa I o II pueden ser tratados exitosamente con cirugía o radioterapia. Ambos enfoques funcionan igualmente bien en el tratamiento de estos tipos de cáncer. La elección del tratamiento se ve influenciada por los efectos secundarios previstos.
Labios: el cáncer de labio generalmente se trata con cirugía, incluyendo la cirugía de Mohs. Se puede emplear radioterapia o una cirugía más extensa si el tumor resulta ser más grande de lo esperado. Si es necesario, la cirugía reconstructiva puede ayudar a corregir el defecto en el labio.
Como un primer tratamiento, se puede usar también radiación solamente. La radiación puede ser tanto de haz externo como braquiterapia (o a veces una combinación de las dos). La cirugía puede utilizarse si la radiación no elimina por completo del tumor.
Si el tumor es grueso, el cirujano puede extirpar y examinar los ganglios linfáticos del cuello.
Piso de la boca: la cirugía es preferible, en los casos en que puede realizarse, debido a los posibles daños óseos causados por la radiación. Si pareciera que la cirugía no eliminó completamente el cáncer, se puede agregar la radiación al tratamiento. Este cáncer se disemina rápidamente a los ganglios linfáticos del cuello. Es probable que se recomiende la cirugía (disección del cuello) para extirparlos. Por lo general, el cirujano extirpará los ganglios linfáticos del lado del cuello que está más cerca del tumor. Pero si el tumor está en el medio, entonces será necesario extirpar los ganglios linfáticos de ambos lados del cuello.
Frente de la lengua: se prefiere la cirugía para los tumores pequeños y la radiación para los más grandes, especialmente si la extirpación de éstos pudiera perjudicar el habla o la deglución. Si la cirugía no pudo extirpar todo el cáncer, puede que se añada radiación al tratamiento. En caso de tumores más grandes, se recomendará probablemente cirugía o radiación para tratar los ganglios linfáticos del cuello.
Mucosa bucal (mejilla): por lo general, este cáncer se trata con cirugía. Puede que en su lugar, se recomiende la radiación. Si se usa cirugía, puede agregarse radiación. Si el tumor es grande, se extirparán también los ganglios linfáticos del cuello.
Encía inferior: el cáncer en la encía inferior suele tratarse con cirugía, la cual puede incluir la extirpación parcial de la mandíbula (maxilar). Si no se pudo extirpar todo el tumor se puede agregar radiación. La radiación puede usarse como el tratamiento principal; sin embargo, ésta conlleva un riesgo de daño a la mandíbula. A menudo se recomienda cirugía para extirpar los ganglios del cuello.
Encía superior y paladar duro: el cáncer en la encía superior o en el paladar duro (la parte delantera del techo de la boca) es por lo general tratado con cirugía. También se puede agregar radiación, en caso de ser necesaria. Se pueden extirpar los ganglios linfáticos.
Parte posterior de la lengua: se prefiere generalmente la radiación porque la cirugía causaría más problemas con el habla y la deglución; no obstante, en algunos casos se usa la cirugía. Por lo general, los ganglios linfáticos también necesitan tratamiento.
Paladar blando (parte posterior del techo de la boca): dado que la cirugía probablemente interferiría con el habla y la deglución, la radiación suele ser el tratamiento de elección. Se puede suministrar también radiación en el cuello. Si se usa la cirugía como primer tratamiento, entonces los ganglios del cuello también podrían ser extirpados.
Amígdalas: tanto la cirugía como la radiación (quizás en combinación con quimioterapia) funcionan igualmente bien en el tratamiento del cáncer de amígdalas. Si es preciso que el cáncer sea tratado con radiación después de la cirugía, muchos médicos prefieren suministrar primero el tratamiento de radiación. Entonces, la cirugía sigue siendo una opción si la radiación no elimina todo el cáncer. Los ganglios linfáticos del cuello se pueden tratar de la misma forma, con cirugía o radiación.
Etapas III y IV
En casos más avanzados de cáncer de cavidad oral y de orofaringe, se requiere generalmente una combinación de cirugía y radiación, o de radiación y de quimioterapia o cetuximab. Adicionalmente, se está estudiando el efecto de combinar la radiación con ambos, la quimioterapia y el cetuximab. La elección del tratamiento se ve influenciada por los efectos secundarios previstos y el estado de salud actual del paciente.
La cirugía normalmente incluye la disección del cuello debido al alto riesgo de metástasis en los ganglios linfáticos. A menudo, se requiere radioterapia después de la cirugía, especialmente si el tumor se ha propagado a los ganglios linfáticos. La cantidad de tejido extirpado depende de la extensión del cáncer, y el método de reconstrucción depende del defecto quirúrgico resultante.
Los tumores primarios que son demasiado grandes para ser extirpados por completo mediante cirugía suelen tratarse con radiación, ya sea sola o con quimioterapia. Otra opción puede ser el uso del cetuximab junto con la radiación.
El cáncer que ya se ha propagado a otras partes del cuerpo se trata normalmente con un solo medicamento o con quimioterapia combinada. Es posible usar otros tratamientos como la radiación para aliviar los síntomas del cáncer o para ayudar a prevenir problemas.
Los estudios clínicos están evaluando diferentes maneras de combinar la radiación y la quimioterapia con o sin el cetuximab u otros agentes nuevos para mejorar la supervivencia y la calidad de vida; así como para reducir la necesidad de resección radical del cáncer avanzado de cavidad oral y de orofaringe.
Cáncer recurrente de orofaringe y de cavidad oral
Cuando el cáncer reaparece después del tratamiento, se llama cáncer recurrente. La recurrencia puede ser local (en el mismo lugar donde comenzó o cerca de éste) o distante (diseminación a los huesos u órganos como los pulmones). Las opciones de tratamiento para el cáncer recurrente dependen de la localización y del tamaño del tumor, de los tratamientos que ya se hayan usado y del estado general de salud de la persona.
Si el cáncer reaparece en la misma área y la radioterapia se usó como primer tratamiento, la cirugía, de ser posible, suele ser el siguiente tratamiento. Por lo general, la radioterapia de haz externo no se puede repetir en el mismo sitio con excepción de algunos casos selectos. No obstante, a menudo se puede usar la braquiterapia para controlar el cáncer si éste ha reaparecido en el lugar donde se inició. Si se usó cirugía en primer lugar, se puede considerar la cirugía, la radioterapia, o una combinación de ambas.
Si el cáncer reaparece en un área distante, la quimioterapia es la forma de tratamiento de preferencia. Si bien la quimioterapia puede reducir algunos tumores cancerosos durante un tiempo, no puede curarlos. Aun así, la reducción de los tumores puede ayudar a que los pacientes se sientan mejor, durante más tiempo. Aunque la mayoría de las quimioterapias parecen no mejorar los índices de supervivencia, el tratamiento con cetuximab puede ayudar a que las personas vivan más tiempo.
Los estudios clínicos prueban también nuevas combinaciones de tratamientos en personas cuyo cáncer recurre, y pueden ser una buena opción.
Fecha de última actualización: 04/11/2011
Fecha de último cambio o revisión: 01/30/2012
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