Alimentación y salud, principales beneficiarios de los últimos avances en biotecnología
Madrid (27/06/2012) - Mónica de Haro
• La industria alimentaria y las enfermedades raras, protagonistas del III Bioencuentro con Medios, organizado por Genoma España y Asebio
• Este foro en el que expertos y periodistas debaten sobre las novedades del sector se ha convertido en una cita ineludible para acercar posturas y compartir conocimientos en aras del bienestar general
Con la presencia de destacados mecenas e investigadores se ha celebrado el III Bioencuentro con Medios para debatir en torno a los últimos avances en diferentes áreas del sector. La nutrigenética ha ocupado la primera parte del encuentro, con un hallazgo significativo presentado por Miguel Ángel Bonachera, fundador y consejero delegado de AB Biotics, y F. Xavier Castañé, jefe de investigación y laboratorio central del grupo Damm.
Gracias a la colaboración mutua de ambas entidades han desarrollado un nuevo 'fat-binder', un producto adelgazante elaborado con residuos de levadura de cerveza. Los estudios en humanos han demostrado que su uso permite a personas obesas perder unos 2,3 kilos de media en tan sólo 90 días, "y haciendo vida normal y sin necesidad de cambiar la dieta", explica Castañé.
Tras descubrir estas propiedades, ambas entidades realizaron varios estudios con modelos animales y en humanos, en un trabajo en el que han colaborado los hospitales 12 de Octubre de Madrid y el Clínic de Barcelona. Se trata de un producto que captura la grasa de los alimentos e impide que el cuerpo los absorba. Tiene una acción específica contra las grasas malas (saturadas y ácidos grasos), bloqueando e impidiendo su absorción por parte del organismo, pero sin eliminar las consideradas grasas buenas (monoinsaturadas y poliinsaturadas). "La biotecnología nos ha dado una alternativa para aprovechar esta enorme cantidad de residuos (más de 220 toneladas) que hasta ahora se utilizaban para dar de comer a los cerdos. Con este producto su valor añadido es 160 veces mayor", añade el investigador.
Hay productos similares en el mercado pero provienen de cáscaras o caparazones de marisco, con el inconveniente de que no hay homogeneidad en la materia prima (diferentes tipos de marisco, procedencia del mismo, etc.). "Damm trabaja con una única cepa de levadura, y qué hay más homogéneo que la levadura de la cerveza", apunta Castañé. "Hay varias compañías farmacéuticas que se han interesado en llevar al mercado este producto seguro y muy eficaz como medicamento OTC", destaca Bonachera, que insiste en que su potencial es "claro ya que se basa en la evidencia clínica". El único escollo es que, al ser indisoluble, necesitan microencapsularlo para poder mezclarlo bien y que el consumidor lo ingiera. Esto supondría una inversión adicional de tres millones de euros.
Por otro lado, las aplicaciones en salud de la biotecnología son cada vez más amplias. Según Carmen Ayuso, coordinadora del servicio de genética de la Fundación Jiménez Díaz e investigacora del CIBERER: "La biotecnología facilita el diagnóstico y los tratamientos de las enfermedades raras". Existen entre 6.000 y 8.000 enfermedades raras. Lo que quiere decir que afectan a 5 de cada 10 mil personas en la UE. El 80 por ciento son de origen genético, pero se tarda casi 10 años en recibir un diagnostico con la consiguiente frustración del enfermo y sus familiares al ser una dolencia grave y muy debilitante.
"Por todo esto, añade Ayuso, encontrar soluciones para las enfermedades raras es un reto intelectual, social y ético". Facilitar el diagnóstico, identificar alteraciones, mejorar los tratamientos y generar otras soluciones como la terapia génica o la terapia celular son algunas de las aportaciones de la biotecnología.
En este sentido, Rebeca Lucas, consejera delegada de Valentia Biopharma -una de las primeras spin-off biotecnológica de la Universidad de Valencia- ha explicado las ventajas que tiene su exclusiva plataforma biotecnológica para la búsqueda de fármacos y el desarrollo de programas de investigación orientados a patologías genéticas, como la Distrofia Miotónica. Con la patente de explotación de esta nueva molécula se abre el camino para el tratamiento de una enfermedad hoy por hoy incurable. Un ejemplo más de lo que la biotecnología puede hacer por la salud.
Gracias a la colaboración mutua de ambas entidades han desarrollado un nuevo 'fat-binder', un producto adelgazante elaborado con residuos de levadura de cerveza. Los estudios en humanos han demostrado que su uso permite a personas obesas perder unos 2,3 kilos de media en tan sólo 90 días, "y haciendo vida normal y sin necesidad de cambiar la dieta", explica Castañé.
Tras descubrir estas propiedades, ambas entidades realizaron varios estudios con modelos animales y en humanos, en un trabajo en el que han colaborado los hospitales 12 de Octubre de Madrid y el Clínic de Barcelona. Se trata de un producto que captura la grasa de los alimentos e impide que el cuerpo los absorba. Tiene una acción específica contra las grasas malas (saturadas y ácidos grasos), bloqueando e impidiendo su absorción por parte del organismo, pero sin eliminar las consideradas grasas buenas (monoinsaturadas y poliinsaturadas). "La biotecnología nos ha dado una alternativa para aprovechar esta enorme cantidad de residuos (más de 220 toneladas) que hasta ahora se utilizaban para dar de comer a los cerdos. Con este producto su valor añadido es 160 veces mayor", añade el investigador.
Hay productos similares en el mercado pero provienen de cáscaras o caparazones de marisco, con el inconveniente de que no hay homogeneidad en la materia prima (diferentes tipos de marisco, procedencia del mismo, etc.). "Damm trabaja con una única cepa de levadura, y qué hay más homogéneo que la levadura de la cerveza", apunta Castañé. "Hay varias compañías farmacéuticas que se han interesado en llevar al mercado este producto seguro y muy eficaz como medicamento OTC", destaca Bonachera, que insiste en que su potencial es "claro ya que se basa en la evidencia clínica". El único escollo es que, al ser indisoluble, necesitan microencapsularlo para poder mezclarlo bien y que el consumidor lo ingiera. Esto supondría una inversión adicional de tres millones de euros.
Por otro lado, las aplicaciones en salud de la biotecnología son cada vez más amplias. Según Carmen Ayuso, coordinadora del servicio de genética de la Fundación Jiménez Díaz e investigacora del CIBERER: "La biotecnología facilita el diagnóstico y los tratamientos de las enfermedades raras". Existen entre 6.000 y 8.000 enfermedades raras. Lo que quiere decir que afectan a 5 de cada 10 mil personas en la UE. El 80 por ciento son de origen genético, pero se tarda casi 10 años en recibir un diagnostico con la consiguiente frustración del enfermo y sus familiares al ser una dolencia grave y muy debilitante.
"Por todo esto, añade Ayuso, encontrar soluciones para las enfermedades raras es un reto intelectual, social y ético". Facilitar el diagnóstico, identificar alteraciones, mejorar los tratamientos y generar otras soluciones como la terapia génica o la terapia celular son algunas de las aportaciones de la biotecnología.
En este sentido, Rebeca Lucas, consejera delegada de Valentia Biopharma -una de las primeras spin-off biotecnológica de la Universidad de Valencia- ha explicado las ventajas que tiene su exclusiva plataforma biotecnológica para la búsqueda de fármacos y el desarrollo de programas de investigación orientados a patologías genéticas, como la Distrofia Miotónica. Con la patente de explotación de esta nueva molécula se abre el camino para el tratamiento de una enfermedad hoy por hoy incurable. Un ejemplo más de lo que la biotecnología puede hacer por la salud.
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