Añadir marcadores relacionados con los lípidos mejora la predicción de la enfermedad cardiovascular
(23-25/06/12) - E.P.
También se ha comprobado que sustituir totalmente los parámetros convencionales por diferentes parámetros lipídicos no mejoró la predicción de enfermedades cardiovasculares
Según el estudio, habitualmente, se utilizan puntuaciones de predicción de riesgo de ECV que contienen información sobre el colesterol total, HDL, y otros factores de riesgo convencionales. Sin embargo, existe un interés considerable en saber si la predicción de las enfermedades cardiovasculares se puede mejorar mediante diversos marcadores de lípidos adicionales, ya sea para remplazar, o suplementar, las mediciones tradicionales.
El investigador Emanuele Di Angelantonio, de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, y sus colaboradores, han llevado a cabo un estudio para determinar si la adición de información sobre la apolipoproteína B, y la apolipoproteína AI, la lipoproteína (a), o la lipoproteína de fosfolipasa A2, asociadas al colesterol total y al HDL-C, mejoran la predicción de riesgo de ECV.
Para este estudio, se analizaron registros individuales de 165,544 participantes sin enfermedad cardiovascular al inicio del estudio (reclutados entre 1968 y 2007), para los que se registró un máximo de 15.126 incidentes de eventos cardiovasculares mortales o no mortales (10.132 enfermedades coronarias y 4.994 ictus) durante el seguimiento de 10,4 años.
Ninguna de las siguientes medidas resultaron superiores a las de colesterol total y el HDL cuando se sustituyeron las tradicionales medidas de colesterol en las puntuaciones de predicción de riesgo: el colesterol total; la combinación lineal de la apolipoproteína B y AI; o la apolipoproteína B AI. Además, la sustitución de colesterol total y HDL por la apolipoproteína B y AI, empeoraron significativamente el riesgo.
Sin embargo, los autores encontraron que la adición de información sobre varios marcadores relacionados con los lípidos y el colesterol total, HDL, y otros factores de riesgo convencionales, mejoraron la discriminación del modelo. Los científicos estimaron que por cada 100.000 adultos mayores de 40 años, 15.436 se clasificaron inicialmente en riesgo intermedio, solo midiendo los factores de riesgo convencionales.
Según pruebas adicionales, con una combinación de la apolipoproteína B y AI, éstos se reclasificaron en un 1,1 por ciento; con la lipoproteína (a), en un 4,1 por ciento; y con las lipoproteínas de fosfolipasa A2, asociadas a la masa, en un 2,7 por ciento.
No obstante, los autores señalan que "los beneficios clínicos de la utilización de cualquiera de estos biomarcadores está aún por establecerse".
No hay comentarios:
Publicar un comentario