Evitar riesgos
El turismo y los viajes, amenos si se toman precauciones
Algunas entidades proporcionan sugerencias para mejorar las condiciones de los pacientes en sus viajes veraniegos.
Cynthia García García | 02/08/2013 17:00
Con la llegada del verano, los viajes y desplazamientos se convierten en una actividad necesaria e inevitable para cualquiera que quiera alejarse de su residencia habitual. Sin embargo, existen una serie de recomendaciones aportadas por el Ministerio de Sanidad sobre los riesgos de salud relacionados con los viajes. Así, desde la Administración se recuerda que existen factores que pueden provocar un detrimento de la salud y el bienestar, especialmente en aquellas personas que ya tienen alguna patología de base. Aquellos pacientes con angina inestable, hipertensión pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica grave y anemia falciforme y las mujeres embarazadas que se encuentran el el primer trimestre de gestación o cuatro semanas antes de la fecha previa del parto, tienen contraindicado viajar en avión.
Otros pacientes con enfermedad coronaria estable, hipertensión, diabetes, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica leve suelen tolerar bien la altitud pero requieren un seguimiento de su situación actual para reducir los riesgos provocados por la disminución de la presión barométrica que puede reducir la presión parcial de oxígeno y causar hipoxia, tal y como recomienda.
Las personas con obesidad, edad avanzada, mujeres embarazadas, enfermos crónicos del corazón o pacientes tumorales tienen un mayor peligro de padecer trombos en aquellos viajes largos superiores a dos horas y en las que el viajero permanezca inmovilizado, independientemente de si el trayecto se realiza por carretera, en tren o en avión. Así lo afirma Vicente Ibañez, el presidente del Capítulo Español de Flebología y Linfología (Cefyl) de la Sociedad Española de angiología y Cirugía Vascular (Secav), que ha señalado que los síntomas varían desde molestias leves, como edema, entumecimiento, hormigueo en miembros y cansancio en general, hasta otros más graves, como una tromboflebitis de la pierna, e incluso, en última instancia, un tromboembolismo pulmonar .
Prevención y recomendaciones prácticas
Para evitar estas manifestaciones, Ibañez aconseja realizar ejercicios de movilización de las piernas a través de efercicios de flexo-extensión durante algunos minutos cada hora y, al llegar, realizar paseos de al menos 45 minutos para activar la circulación venosa en las piernas. Otras medidas que se pueden realizar incluyen el uso de medias cortas de compresión elástica e ingerir mucho líquido. En los casos graves en los que existan antecedentes de tromboflebitis o ante la presencia de varices importantes, se recomienda una dosis de heparina de bajo peso molecuar ajustada al peso y condiciones físicas de cada persona.
Otros grupos a los que les puede resultar incomodo viajar son aquellos que poseen una enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa y colitis indeterminada, pues son patologías crónicas, inmunológicas y discapacitantes que producen, entre otros síntomas, diarrea o sangrado rectal y alternan periodos de brote con etapas de remisión, según alerta la dirección general de salud pública, calidad e innovación y la subdireccion general de sanidad exterior del Ministerio de Sanidad. Además, tal y cómo explica Idelfonso Estos, presidente de la Confederación de Asociaciones de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de España (ACCU España), estos dolores intestinales y diarreas pueden crearles una dependencia de un cuarto de baño, lo que implica que los viajeros, normalmente, realicen y calculen las rutas en coche en función del número de estaciones de servicio y paradas que pueden realizar por si se produjera un brote en el que fuera necesario acudir al baño.
Los diabéticos también deben tener precauciones y llevar el doble o triple de la cantidad que habitualmente se ingiere y protegerla del sol para evitar su descomposición, según la Asociación de Diabéticos de Madrid. Asimismo, es conveniente llevar un medidor de glucosa, tiras reactivas, lancetas necesarias y Glucagón, que soporta una temperatura de hasta 25 grados en buenas condiciones. Asimismo, deberá llevar consigo el carnet que le identifica como diabético, un informe médico sobre los medicamentos que estás tomando y otras complicaciones. La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición recomiendan hacer comidas extras en caso de las habituales sufran alteraciones e ingerir algún tipo de alimento cada cuatro hora mínimo.
En cualquiera de los casos, el médico debe estar suficientemente informado sobre los riesgos de cada una de las patologías para poder aconsejar al paciente sobre las pautas que debe tomar y evitar, así, los riesgos asociados a su situación y síntomatología.
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