Las tecnologías modernas no siempre están unidas al progreso. Un estudio británico ha puesto de manifiesto que los secadores de manos —especialmente los secadores por chorro de aire— contribuyen mucho más a la propagación de las bacterias en los aseos públicos que los dispensadores de toallas de papel. El estudio fue publicado en el “Journal of Hospital Infection”.
Para estudiar la propagación bacteriana, el equipo de la Universidad de Leeds liderado por Mark Wilcox contaminó manos utilizando un tipo inofensivo de bacteria Lactobacillus que no está presente normalmente en los aseos públicos. Esto se hizo para imitar las manos mal lavadas. A continuación, secaron las manos utilizando toallas de papel, secadores de manos por aire caliente o secadores por chorro de aire.
La cifra bacteriana próxima a los secadores por chorro de aire era 4,5 veces mayor que la situada en torno a los secadores por aire caliente e incluso 27 veces más alta que la de los alrededores de los dispensadores de toallas de papel. Las bacterias Lactobacillus seguían detectándose en el aire 15 minutos después del proceso de secado.
“Estos hallazgos son importantes para conocer el modo en que se propagan las bacterias con el potencial de transmitir enfermedades”, resaltó Wilcox. “Las personas no solo propagan sus bacterias al secarse las manos, sino que pueden adquirir bacterias de otros”, declaró.
Referencias
Journal of Hospital Infection (abstract)
No hay comentarios:
Publicar un comentario