03 de Diciembre de 2014
Un análisis matemático señala que el tratamiento simultáneo contra el VIH y la hepatitis C aumenta su éxito
Entre ocho y nueve millones de personas en el mundo sufren sida y hepatitis C al mismo tiempo.
Un estudio publicado en la revista Science Translational Medicine señala que la infección simultánea por VIH y hepatitis C (VHC) debe ser detectada de manera temprana y tratada lo antes posible con antivirales para aminorar el daño hepático. Así lo ha explicado Mario Castro, profesor de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE y uno de los autores de la investigación junto a científicos de EE UU y Europa. “De ese modo, pasada la primera semana del tratamiento contra el VIH en la que prolifera el VHC, el sistema inmune reacciona contra la enfermedad hepática y tiene un efecto beneficioso frente a las dos infecciones”, concluye.
Según el profesor, la hepatitis C es una enfermedad poco tratada en los medios de comunicación, “en parte porque no es mortal a corto plazo, y aunque suele degenerar en cirrosis hepática, lo que provoca la necesidad de trasplante o la muerte. El problema se agrava cuando la infección es conjunta”. En este sentido, Castro apunta cómo el análisis matemático puede ayudar en estos casos. “A partir de técnicas de análisis de causalidad estadística basadas en los datos, se revela la hipótesis de que el tratamiento contra el VIH exacerba la proliferación del virus de la hepatitis C y provoca daño hepático inmediato en los pacientes”, añade. Por ello, sobre los datos de los pacientes se realizó un análisis estadístico a dos niveles. En primer lugar se intentó dilucidar si el tratamiento del VIH influye en el VHC y el daño hepático. Usando una técnica también empleada en análisis económico, la idea básica consiste en determinar si una serie temporal “precede” a otra, es decir, si el VIH favorece la aparición de VHC.
En el segundo paso se utilizó un modelo basado en ecuaciones diferenciales. A partir de los parámetros ajustados de dicho modelo se concluyó que existe una significativa correlación de Spearson entre el tratamiento y la evolución del virus de la hepatitis C. “Efectivamente, para la mayoría de los pacientes, el test permite concluir que la carga viral de VHC se ve afectada por la de VIH, y no al revés”, apunta Castro. Médicos y biólogos ya conocen los beneficios que les reportan las matemáticas o la informática, lo que ha supuesto un cambio de paradigma, especialmente en los últimos diez años. Así, Castro destaca que los centros hospitalarios tienen que ser interdisciplinares e incluir matemáticos y estadísticos entre su personal “porque hay información que no se está aprovechando y que el médico no tiene tiempo de asimilar”. Y continúa: “La bioinformática es una nueva rama que utiliza toda la potencia de los recursos informáticos aplicados a la biología, mientras que la biomatemática trata de ver cada problema desde el cálculo o la computación para dar respuestas cuantitativas”.
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