jueves, 12 de mayo de 2016

Monitorizar la microcirculación, clave en el paciente séptico - DiarioMedico.com

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CONGRESO DE CUIDADOS INTENSIVOS

Monitorizar la microcirculación, clave en el paciente séptico

La diferencia arteriovenosa central de CO2 es un parámetro útil para detectar una resucitación inadecuada.
Enrique Mezquita. Valencia   |  12/05/2016 12:20
 
 

Pablo Monedero
Pablo Monedero, director de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Universidad de Navarra. (Enrique Mezquita)
La monitorización de la microcirculación en el paciente séptico es clave para evaluar su correcta resucitación, destacando la importancia de la diferencia arteriovenosa central de dióxido de carbono.
Pablo Monedero, director de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Universidad de Navarra, ha indicado que, "en este tema, desarrollado por Daniel de Backer, presidente de la Sociedad Europea de Medicina de Cuidados Intensivos, se ha concluido que la diferencia arteriovenosa central de CO2 es un parámetro útil para detectar una resucitación inadecuada, ya que sus cifras elevadas, por encima de 6 mmHg, se asocian a un aclaramiento pobre de lactato y a un peor pronóstico".
Monedero ha sido uno de los ponentes de la VIII Reunión de la Sección de Cuidados Intensivos de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar) -de la que es vicepresidente-, celebrada en el Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia.
Para el experto, el mejor parámetro evolutivo en el paciente séptico -y marcador del metabolismo anaeróbico global-, es la relación entre esta diferencia arteriovenosa central de CO2 y la de contenido de oxígeno, "cuyo cociente es superior al lactato y a la ScvO2 para predecir la presencia de hipoxia tisular global".

Otro de los temas tratados fue el análisis de las estrategias ventilatorias de protección pulmonar en el paciente afecto de síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), descritas por Fernando Suárez-Sipmann, de la Universidad de Uppsala (Suecia). Según Monedero, "en este campo, se ha mostrado el papel clave de mantener bajas presiones de distensión (driving pressure) (ΔP=VT/CRS), ya que su reducción mejora el pronóstico de esta patología".
En este sentido, "mantener una presión de distensión (ΔP) menor de 15 cmH2O en pacientes sin respiración espontánea ha mostrado una mejoría de la supervivencia analizando los grandes estudios de manejo ventilatorio del SDRA, donde incrementos de la ΔP aumentaban la mortalidad incluso en aquellos pacientes ventilados con presiones meseta y volúmenes protectivos. De hecho, la disminución del volumen o aumento de la PEEP solo son beneficiosos si disminuyen la ΔP".
En el encuentro también se ha analizado el manejo postoperatorio de la insuficiencia respiratoria en el trasplantado pulmonar debido a disfunción primaria del injerto y el papel de los sistemas de soporte respiratorio extracorpóreo (ECMO y VVCO2E), a instancias de Rosario Vicente, coordinadora de las Unidades de Reanimación de La Fe de Valencia.
Entre sus principales conclusiones, ha apuntado Monedero, "el aumento de fluidoterapia intraoperatoria se asocia a las formas más graves de disfunción primaria del injerto pulmonar, por lo que es fundamental una restricción agresiva de la fluidoterapia intraoperatoria". Tambiénes necesario disponer de protocolos establecidos de manejo de la hipoxemia refractaria"que incluya, además de las estrategias ventilatorias protectivas, los sistemas de oxigenación con membrana extracorpórea (ECMO)".

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