EL HOSPITAL DE ELCHE, PIONERO MUNDIAL
Fototerapia dinámica intralesional, nueva técnica para fístulas anales limitando potenciales lesiones
La fototerapia dinámica intralesional es una innovadora técnica para el tratamiento de la fístula anal que permite que esta lesión se cure sin dañar los músculos y los tejidos adyacentes. Un equipo español, pionero en su desarrollo, publica los datos del procedimiento en Techniques of Coloproctology.
Enrique Mezquita. Valencia | 26/04/2017 11:15
Antonio Arroyo,en el centro, presidiendo la mesa, jefe del Servicio de Cirugía General, junto a los miembros del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital de Elche, en Alicante. (Enrique Mezquita)
Las técnicas clásicas de cirugía para el tratamiento de la fístula anal suelen provocar lesiones en la musculatura del aparato esfinteriano del ano, produciendo incontinencia fecal en hasta un 50 por ciento de los casos. Una nueva técnica, la fototerapia dinámica intralesional, desarrollada por profesionales del Hospital General Universitario de Elche (Alicante), elimina complicaciones porque se basa en la aplicación de un fotosensibilizante dentro de la fístula y su posterior irradiación con un láser específico que destruye las células inflamatorias respetando las sanas circundantes. Los datos de esta novedosa técnica, de la que el equipo de Alicante es pionero en el mundo, se han publicado en Techniques of Coloproctology y ha sido premiada en las XXV Jornadas Internacional de Coloproctología, celebradas en Baiona.
Terapia selectiva
Según Antonio Arroyo, jefe del Servicio de Cirugía General del hospital ilicitano, "las técnicas clásicas -principalmente fistulectomía, con o sin colgajos, fistulotomía-esfinteroplastia y lazadas empleadas como medio de drenaje o de corte-, suponen una actuación directa o indirecta sobre el aparato esfinteriano responsable de la continencia fecal y, por tanto, ocasionan una posible futura incontinencia sobre todo en pacientes con factores de riesgo (sexo femenino, edad añosa, cirugía anal previa)", señalando todas ellas "condenan al paciente a tasas globales de incontinencia fecal de 10-20 por ciento, con tasas de recidivas del 20-40 por ciento".
Según Antonio Arroyo, jefe del Servicio de Cirugía General del hospital ilicitano, "las técnicas clásicas -principalmente fistulectomía, con o sin colgajos, fistulotomía-esfinteroplastia y lazadas empleadas como medio de drenaje o de corte-, suponen una actuación directa o indirecta sobre el aparato esfinteriano responsable de la continencia fecal y, por tanto, ocasionan una posible futura incontinencia sobre todo en pacientes con factores de riesgo (sexo femenino, edad añosa, cirugía anal previa)", señalando todas ellas "condenan al paciente a tasas globales de incontinencia fecal de 10-20 por ciento, con tasas de recidivas del 20-40 por ciento".
Para paliar estos problemas, se ha desarrollado esta técnica: En primer lugar, se aplica un fotosensibilizante en la fístula anal y, posteriormente, un láser específicamente desarrollado para este procedimiento que la destruye selectivamente. Arroyo ha señalado que "la terapia fotodinámica es una modalidad terapéutica basada en la foto-oxidación de materiales biológicos inducida por un fotosensibilizante, el cual se localiza selectivamente en determinadas células inflamatorias o tejidos tumorales, de forma que al ser iluminadas con una luz de adecuada longitud de onda y en dosis suficiente, dichas celulas resultan destruidas".
El fotosensibilizante utilizado es el 5-aminolevulínico (5-ALA), del cual se tiene una amplia y larga experiencia por parte de los dermatólogos. "El ALA tiene la ventaja de que es efectivo tanto si se administra tópico como oral, a diferencia de la mayoría de los fotosensibilizantes, que requieren que sea intravenosa. Otro aspecto ventajoso es que, a las 24-48 horas de su administración, ha sido totalmente eliminado de los tejidos, por lo que es muy seguro". Por otra parte, el láser que ha sido desarrollado específicamente por una empresa española (Intermedic), "destruye selectivamente a una longitud de onda exacta las células de la fístula, respetando las sanas de alrededor".
Resultados positivos
El procedimiento que se realiza sin ingreso, consta de dos fases: la introducción del fotosensibilizante a través del orificio externo de la fístula (10-15 minutos de duración) y, a las dos horas, se procede a la irradiación del láser (30-40 minutos, en función de la longitud de la fistula), tras el cual el paciente se va a casa. La experiencia inicial en 10 pacientes ha obtenido tasas de curación del 80 por ciento, similares a otras técnicas, pero sin los efectos secundarios de éstas en lo referente a las tasas de incontinencia fecal. Actualmente se llevan realizados unas 30 intervenciones quirúrgicas, que están confirmando estos resultados, y si se mantienen "en una serie más larga de pacientes se puede convertir en la técnica de elección para esta patología".
Arroyo ha apuntado que "la técnica es segura y reproducible y no ha sido necesaria ninguna reintervención por complicaciones ni ningún reingreso. Asimismo, no se han observados efectos secundarios, salvo dolor leve en algún paciente". Aunque actualmente, se está empleando para tratar las fistulas que atraviesan el aparato esfinteriano (complejas), que tienen un trayecto único y que no asocian a abscesos, en el futuro se ampliarán las indicaciones "cuando la técnica este validada en mayor numero de pacientes".
Arroyo ha apuntado que "la técnica es segura y reproducible y no ha sido necesaria ninguna reintervención por complicaciones ni ningún reingreso. Asimismo, no se han observados efectos secundarios, salvo dolor leve en algún paciente". Aunque actualmente, se está empleando para tratar las fistulas que atraviesan el aparato esfinteriano (complejas), que tienen un trayecto único y que no asocian a abscesos, en el futuro se ampliarán las indicaciones "cuando la técnica este validada en mayor numero de pacientes".
Abanico de posibilidades
La fototerapia dinámica intralesional está empezando a estudiarse para otras aplicaciones, no solo en el campo de la dermatología (cáncer basocelular, hidrosadenitis, queloides) y la cirugía (sinus, fístulas mamarias...), sino en tumores de otras localizaciones (glioblastoma, próstata). Ello abre un nuevo abanico de potenciales indicaciones donde se podrá destruir un tejido tumoral o inflamatorio sin producir daños en las células sanas. No obstante, alertan desde el General Universitario de Elche, habrá que realizar ensayos clínicos donde se demuestre que esta destrucción es suficiente para el control de la enfermedad tumoral y no aparecen recidivas.
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