TRIBUNA. EDELIO BLANCO PASCUAL
El daño cerebral adquirido requiere un esfuerzo constante y multidisciplinar
Las necesidades sanitarias derivadas del daño cerebral son múltiples, complejas y dinámicas a lo largo del tiempo, por lo que precisan una continuidad asistencial en los distintos recursos sanitarios y sociales.
Edelio Blanco Pascual, coordinador médico de la Fundación Instituto San José | 26/10/2017 00:00
Edelio Blanco Pascual, coordinador médico de la Fundación Instituto San José. (DM)
El día 26 de octubre se celebra en España el Día del Daño Cerebral Adquirido, y tres días después, el 29 de octubre el Día Mundial del Ictus. Los últimos estudios estiman que en España viven más de 420.000 personas con daño cerebral adquirido. Son cientos de miles de pacientes y sus familias que recorren un largo y a veces tortuoso camino asistencial en los servicios sanitarios y sociales de cada comunidad autónoma. Estas personas tienen muchas y muy diferentes necesidades a lo largo del proceso clínico: la fase aguda, subaguda y en algunos casos, la fase de secuelas. Las necesidades sanitarias derivadas del daño cerebral son múltiples y complejas, además de las pluripatologías generalmente asociadas.
Existe una necesidad de neurorrehablitación desde los primeros momentos y continuada a lo largo del tiempo, hasta conseguir la máxima recuperación posible de cada caso, y por múltiples especialidades: médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales, psicólogos clínicos, neuropsicólogos y otras terapias complementarias; que junto a médicos especialistas en neurología, neurocirugía, traumatología, medicina interna, geriatría, enfermeros, trabajadores sociales, especialistas en atención espiritual, componen un extenso equipo.
Abordaje integral
Un equipo interdisciplinar que no sólo es la suma de cada una de las individualidades, sino que desde el abordaje integral y coordinado es capaz de atender las variadísimas necesidades de estos pacientes y también de sus familias que sufren un impacto brutal en su vida. Las necesidades son de múltiples tipos, incluyendo físicas, psicológicas, emocionales, familiares, sociolaborales, legales, espirituales, etc.
Todas estas necesidades, dinámicas a lo largo del tiempo, precisan de una continuidad asistencial en los distintos recursos sanitarios y sociales que nuestra sociedad pone a disposición. Un reciente artículo publicado en DM mencionaba que la rehabilitación podía depender en algunos casos de la capacidad adquisitiva del paciente, lo que sería injusto. Desde nuestra experiencia en la Fundación Instituto San José, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, trabajamos con un programa asistencial que atiende a estos pacientes y sus familias de forma continuada en cada una de las fases tras su alta hospitalaria del episodio agudo, desde las subagudas hasta las crónicas, desde la atención temprana y la rehabilitación infantil hasta las secuelas neurológicas en fases avanzadas y terminales, estancias hospitalarias o ambulatorias.
Se trata de un proceso complejo pero coordinado y humano para el paciente y su familia, en colaboración con los programas concertados, con la red de recursos públicos de neurorrehabilitación disponibles en la Comunidad de Madrid.
Este proceso es complejo como otros tantos que caracterizan cada vez más a la medicina y con implicaciones múltiples para toda la sociedad. Algunos de estos aspectos tienen claras evidencias científicas y otros tantos están pendientes de consenso. Todos ellos podrán ponerse en común en el Primer Congreso Nacional de Daño Cerebral que se desarrollará en Madrid los días 16 y 17 de marzo de 2018.
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