Ni gota de alcohol en menores

El germen de la futura ley de alcohol y menores prohíbe el botellón y obliga a lineales separados en los supermercados

Laura G. Ibañes | 30/04/2018 00:00

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Autor: Estudes 2016/2017

Si la evidencia científica está invitando en el caso de los adultos a rebajar los límites de seguridad en el consumo de alcohol, en el caso de los menores ya no cabe duda de que el único límite seguro es cero, tanto por los efectos que el consumo temprano tiene para el desarrollo del niño como por el hecho de que un retraso en la edad de inicio resulta un factor protector frente al consumo posterior de riesgo en la edad adulta.

Y pese a la constancia de este hecho, queda mucho camino por recorrer, en tanto en España, según la encuesta Estudes del Plan Nacional Sobre Drogas, el 76 por ciento de adolescentes de 14 a 18 años han consumido alcohol alguna vez en la vida, el 67 por ciento lo hizo en el último mes e incluso casi el 32 por ciento de ellos reconoció haber consumido alcohol en forma de atracón de 4 o 5 bebidas en menos de 2 horas (el conocido como binge dringking) en el último mes. No en vano la percepción del riesgo sobre el consumo de alcohol en menores ha caído y está muy por debajo del riesgo que ve la sociedad en el consumo de otras sustancias nocivas como el tabaco. Así, casi el 37 por ciento de los adolescentes dicen que sus padres les permiten beber, frente a sólo un 12 por ciento que dicen tener permiso para fumar.

Baja percepción del riesgo

Esa baja percepción social del riesgo del alcohol en menores está alimentando la permisibilidad en el incumplimiento de las leyes, de modo que el 35 por ciento de los estudiantes dicen haber conseguido el alcohol por ellos mismos pese a ser menores, tanto en bares (64 por ciento) como en tiendas de barrios (63 por ciento), supermercados (58,8 por ciento), discotecas (50 por ciento) o hipermercados (31 por ciento), datos que están muy por encima de los registrados para estudiantes que han conseguido el alcohol cogiéndolo de su propio domicilio o del de amigos o familiares.

Así, con el objetivo de desnormalizar el consumo de alcohol en menores y retrasar todo lo posible la edad de inicio, que está de media en los 14 años, el Ministerio de Sanidad prometió una ley del alcohol en menores en esta legislatura.

Para decidir qué debe contener esa futura ley y evitar un tropiezo como el que vivió hace ya algo más de una década Elena Salgado con su malograda ley del alcohol, el Congreso y el Senado llevan meses recibiendo a expertos para consensuar qué medidas son más eficaces para evitar el consumo de menores.

El resultado de este esfuerzo de recopilación de la evidencia empírica, pero también de negociación política para dejar a un lado los colores y unir fuerzas de todos los partidos políticos, se vio la semana pasada. La comisión aprobó sin votos en contra (con abstención de ERCy PNV) las bases de la futura ley bajo la premisa de ‘cero alcohol en menores'.

Del "bebe con moderación" al "beber daña la salud"

La ley deberá, según lo acordado, prohibir los botellódromos y el botellón en toda España (actualmente la legislación era dispersa y cada municipio actuaba de una forma diferente). Además, se establecerá tasa cero de alcohol, en lugar de 0,25 miligramos, en conductores menores de edad que llevan ciclomotores y motos. Y se endurecerán las sanciones a quienes vendan alcohol a menores y se tratará de desnormalizar el consumo cambiando los rótulos actuales de bebe con moderación o es tu responsabilidad por mensajes que adviertan de los riesgos para la salud, de su componente adictivo y de tolerancia cero con el consumo en menores.

El plato fuerte de la norma que, con todo, todavía tiene que elaborarse formalmente y pasar su trámite parlamentario, pues lo aprobado sólo son las bases por las que debe regirse, lo constituyen tres disposiciones que introdujo a última hora Ciudadanos.

Protocolos de derivación a AP en caso de coma etílico

La primera se refiere a la creación y exigencia de una licencia específica para la venta de alcohol en todos los municipios. La segunda exige la creación de lineales separados en los supermercados. Y la tercera creará un registro único dentro del sistema sanitario para identificar a los adolescentes con intoxicaciones por alcohol y un protocolo para informar a los padres y derivarlos a atención primaria o psiquiatría infantil, de modo que se pueda abordar la situación de forma integral y no sólo como atención urgente.

Gracias a un voto particular del PSOE que salió aprobado, además, todas las medidas refrendadas que no requieran un cambio legislativo expreso deberán empezar a aplicarse ya, incluso antes de la aprobación de la ley de alcohol en menores para evitar dilatar la situación y amparándose en la estrategia de drogas y adicciones ya en vigor.