Juan Berenguer y Juan González
Juan Berenguer y Juan González Juan Berenguer y Juan González, coordinadores del estudio presentado en la XVII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, celebrada en San Francisco. (Mauricio Skrycky)
Diariomedico.com
ESPAÑA
analizados 1.428 pacientes VIH/VHC+ de la cohorte Gesida 3603
La erradicación del virus C en VIH/VHC+ reduce la progresión a sida y la mortalidad por causa no hepática
Los coinfectados por VIH/VHC+ que alcanzan una respuesta viral sostenida (RVS) en el tratamiento de la hepatitis C presentan una menor tasa de mortalidad por hepatopatía, así como de descompensación hepática y de trasplante. Pero la erradicación del virus C también se traduce en una menor progresión a sida y mortalidad por causa no hepática, según los resultados de un estudio coordinado por Juan Berenguer, del Servicio de Enfermeades Infecciosas del Hospital Gregorio Marañón, y Juan González, de la Unidad de VIH del Hospital La Paz, ambos en Madrid. El trabajo, financiado por la Fundación para la Investigación y la Prevención del Sida en España, bajo la cordinación de la Agencia de Ensayos Clínicos de la Fundación SEIMC/Gesida, ha sido presentado en la XVII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, celebrada en San Francisco.Elena Escala. San Francisco - Viernes, 19 de Febrero de 2010 - Actualizado a las 10:04h.
En un trabajo anterior, publicado en Hepatology, los investigadores habían demostrado que “la erradicación del VHC tras el tratamiento con interferón y ribavirina (IFN-RBV) disminuía la incidencia de complicaciones hepáticas y la mortalidad en los pacientes VIH/VHC+. Pero no conocíamos el impacto que la eliminación del virus C tenía en la progresión del VIH y la mortalidad por causas no hepáticas”, ha explicado Berenguer.
Para aclarar este punto, analizaron a 1.428 pacientes VIH/VHC+ de la cohorte Gesida 3603 que iniciaron tratamiento con IFN/RBV entre enero de 2000 y julio de 2007. Los datos fueron aportados semestralmente por los 20 hospitales españoles participantes en el estudio a través de una aplicación informática. Se analizaron la RVS, las complicaciones hepáticas y relacionadas con el VIH, y la mortalidad asociada a ambas infecciones y por otras causas.
Los resultados mostraron que el 36 por ciento de los pacientes alcanzaron una RVS después del tratamiento con IFN-RBV. Tras un seguimiento medio de 46,6 meses una vez finalizado la terapia, “comprobamos que los pacientes no respondedores al tratamiento del virus C no sólo tenían más complicaciones hepáticas y una mayor mortalidad por esta causa, sino además más eventos asociados al VIH y una mayor mortalidad por causa no hepática que los respondedores”, ha señalado Berenguer.
Entre los factores que pueden motivar una mayor mortalidad y progresión a sida en los pacientes no respondedores podría estar el hecho de que “tienen la inmunidad más alterada. La actividad del virus C provoca un estado de inflamatorio crónico y de hiperactivación inmune que tiene importantes consecuencias secundarias sobre la inmunidad o el desarrollo de enfermedades”, apunta González.
“En todo caso, nuestro trabajo confirma que el VIH influye en la historia natural de la hepatitis C crónica, y ésta también lo hace en la del VIH, por lo que el tratamiento del virus C en los pacientes coinfectados debe ser una prioridad”, concluye González.
Estudio 'marca Gesida'La Agencia de Ensayos Clínicos (AEC) de la fundación SEIMC/Gesida se ha convertido en un sello de calidad y de reconocido prestigio en la investigación en enfermedades infecciosas en nuestro país. La AEC da apoyo metodológico, facilita la planificación del estudio, el diseño de protocolos, la gestión y explotación estadística, garantizando además el cumplimiento de las condiciones básicas para la realización del estudio. De las cohortes activas integradas en la AEG, la de pacientes VIH/VHC+ es la más numerosa del mundo y su explotación continuará en el futuro con nuevos objetivos que ayudarán a conocer mejor el perfil de estos pacientes, los factores que influyen en la no curación y el uso de nuevos tratamientos.
Hepatology 2009; 50:407-413.
No hay comentarios:
Publicar un comentario