Los expertos señalan que los nuevos anticoagulantes orales pueden propiciar un cambio de paradigma en el manejo de la enfermedad cardiovascular
Javier Granda Revilla
Se ha puesto de manifietso en el simposio "Tendencias Actuales y Estrategias Futuras en el Tratamiento Cardiológico" que, patrocinado por Bayer, se ha celebrado este fin de semana en Riga
Riga (26-1-11).- El potencial cambio de paradigma en el campo de la anticoagulación que podrían potenciar los nuevos anticoagulantes orales y el papel clave que juega la terapia antiplaquetaria con aspirina en bajas dosis en la prevención de la enfermedad cardiovascular fueron las principales conclusiones del simposio "Tendencias Actuales y Estrategias Futuras en el Tratamiento Cardiológico" que, patrocinado por Bayer, se celebró este fin de semana en la capital letona.
Como recordó el profesor del Departamento de Neurología de la Universidad de Heidelberg, Roland Veltkamp, la fibrilación auricular es la arritmia continua más prevalente en adultos, ya que afecta al 1 por ciento de la población general, siendo responsable de al menos el 15-20 por ciento de todos los ictus isquémicos. “Los ensayos más importantes en prevención primaria y secundaria de ictus han demostrado que la anticoagulación con antagonistas de la vitamina K protege contra el ictus de una manera más eficiente que la terapia antiplaquetaria o el placebo. Sin embargo, sólo el 60 por ciento de los pacientes con fibrilación auricular está tratado en la actualidad con antagonistas de la vitamina K. Los motivos de este bajo porcentaje se basan en las poco favorables propiedades de este tipo de fármacos y las importantes reservas, muchas veces sin base, tanto de pacientes como de profesionales de la salud”, advirtió.
En su opinión, el desarrollo de los nuevos inhibidores orales específicos de factores centrales de la coagulación como la trombina o el factor Xa permiten una anticoagulación sin la necesidad de una monitorización programada de la coagulación. Como retos pendientes en este campo, citó la verificación de la adherencia del paciente con las pruebas de coagulación adecuadas y el diagnóstico y terapéutica de la coagulación de emergencia en los ictus isquémicos o hemorrágicos que se presentan cuando los pacientes están tomando los nuevos anticoagulantes orales.
Limitaciones del tratamiento actual
El tratamiento actual del tromboembolismo venoso presenta también muchas limitaciones: además de la monitorización constante por el riesgo de trombocitopenia inducida por heparina, debe tenerse en cuenta la farmacología variable de los antagonistas de la vitamina K, con múltiples interacciones con alimentos y fármacos. También debe observarse la dificultad de determinar la duración óptima del tratamiento con este tipo de fármacos.
Para Rupert Bauersachs, director de la Max Ratschow Klinik de Angiología de Darmstadt (Alemania), los resultados de ensayos clínicos fase III como EINSTEIN DVT y EINSTEIN Extension “podrían proporcionar la base para un nuevo paradigma en el tratamiento de la enfermedad tromboembólica” “Rivaroxaban podría ofrecer un ratio beneficio-riesgo mejorado en anticoagulación y tiene el potencial para sustituir el tratamiento estándar con heparinas y antagonistas de la vitamina K”, añadió.
Necesidad de nuevos ensayos clínicos
Por último, Carlo Patrono, catedrático de Farmacología de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma repasó la utilidad de aspirina en pacientes con riesgo cardiovascular, especialmente en aquellos con riesgo intermedio. “Los datos que disponemos son que la aspirina a bajas dosis reduce aproximadamente un cuarto de los eventos vasculares. La causa de este porcentaje es la naturaleza multifactorial de la aterotrombosis. El perfil beneficio/riesgo varía desde un área de alto riesgo en los que los beneficios superan claramente el exceso de complicaciones por hemorragias mayores, a un área de bajo riesgo en el que el número de eventos vasculares evitados se equipara al número de hemorragias causadas por aspirina”, describió.
Según su criterio, son necesarios más ensayos clínicos en este campo, destacando cuatro que se están llevando a cabo en la actualidad y para los que se han reclutado alrededor de 50.000 pacientes con riesgo cardiovascular aumentado por diabetes –ASCEND y ACCEPT-D–, edad avanzada –ASPREE– y una serie de factores de riesgo exceptuando la diabetes (ARRIVE).
El Profesor Patrono finalizó su intervención recalcando que los resultados de numerosos trabajos sugieren que aspirina podría interferir en las etapas tempranas de la transformación neoplásica del epitelio intestinal en adenoma esporádico “y, quizá, en su progresión a cáncer, por lo que debemos realizar estudios para comprender su mecanismo de acción como agente quimiopreventivo”.
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martes, 25 de enero de 2011
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