Los marcadores biológicos serán la llave que permita el abordaje precoz de la esclerosis múltiple
Sevilla (29/05/2012) - Nekane Lauzirika
• Especialistas y pacientes esperan la llegada de nuevos fármacos orales, como el BG-12, que añade a la efectividad una mayor tolerancia
• Biogen Idec ha celebrado la IV Reunión para medios de comunicación sobre Esclerosis Múltiple en Sevilla, donde se han expuesto las nuevas alternativas terapéuticas para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren esta enfermedad
Aunque en los últimos diez años los avances contra la esclerosis múltiple (EM) han sido continuados, en ocasiones se produce un salto cualitativo en este proceso que contribuye no sólo a retrasar la aparición de la patología y reducir sus efectos, sino principalmente a combatir las recaídas, rebrotes y afectaciones secundarias más graves sobre el sistema neurológico. Es el caso del fármaco natalizumab (Tysabri), el primer tratamiento oral, de los laboratorios Biogen Idec, que ha sido capaz de demostrar eficacia de manera individualizada.
"En el estudio pivotal, el 64 por ciento de los pacientes no tuvo actividad clínica –ni brotes, ni aumento de la discapacidad- y el 58 por ciento no tuvo actividad radiológica –ni lesiones activas, ni tampoco nuevas lesiones en resonancia-", explica el doctor Guillermo Izquierdo, jefe de Neurología del Hospital Virgen Macarena de Sevilla. "Además, no sólo es capaz de disminuir de forma destacable la actividad clínica y radiológica, sino también la progresión de la discapacidad, apreciándose, en algunos casos, mejoría en las capacidades del paciente", añade.
El neurólogo Guillermo Izquierdo reconoce que, a pesar de que todavía se desconoce la causa, el diagnóstico de la esclerosis múltiple es cada vez más rápido y seguro al contar con un mayor conocimiento de la fisiopatología y la genética de la EM, además de disponer de nuevos tratamientos más eficaces y personalizados, "sin embargo, aún tenemos que avanzar en el diagnóstico precoz de esta enfermedad para la que no hay ninguna prueba de laboratorio, síntoma o hallazgo físico que indique automáticamente la existencia de EM", aseguró el especialista en la IV Reunión para medios de comunicación sobre Esclerosis Múltiple, organizado por Biogen Idec en Sevilla donde, en vísperas de celebrarse el día Mundial de la Esclerosis Múltiple, se han expuesto las nuevas alternativas terapéuticas para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren esta enfermedad del Sistema Nervioso Central que afecta al cerebro, el tronco del encéfalo y la médula espinal.
Búsqueda de la seguridad
"Uno de los riesgos que más temen los médicos es que tras los tratamientos los pacientes presenten Leucoencefalopatía Multifocal Progresiva (LMP) por efecto de los anticuerpos antivirus JC como efecto secundario no deseado", explica el doctor Izquierdo. "Por esto, en la búsqueda de la seguridad del tratamiento, el test Stratify es un paso decisivo porque con él se detectan los anticuerpos antivirus JC, lo que permite tratar a los pacientes con natalizumab con mínimo riesgo de aparición de LMP".
Además de nuevos fármacos, la investigación también avanza en la optimización del uso de los ya existentes, como es el caso de la nueva presentación del interferón beta-1a (Avonex), que será el primer autoinyector intramuscular, que facilitará la administración del tratamiento induciendo como consecuencia una mayor adherencia.
Del mismo modo que ya se utiliza en otras dolencias, como el Azheimer, Guido Decap, vicepresidente de Biogen Idec Iberia, cree que el reto de la investigación de la EM está también en la búsqueda de los marcadores biológicos específicos que indiquen el camino que seguirá la enfermedad, lo que permitirá un abordaje precoz contra el desarrollo de la misma, lo que traerá como consecuencia un mejor pronóstico y un tratamiento personalizado.
Arriban los fármacos orales
La llegada de nuevos fármacos hace que Decap vea el futuro de los afectados por EM, tan solo en España más de 45.000 personas, con un horizonte más esperanzador, tanto en el retraso de las crisis, como en su vida del día a día. En esta línea, un gran avance es la llegada del BG-12 (dimetilfumarato), un tratamiento oral que está demostrando una gran efectividad alrededor del 50 por ciento), al que hay que añadir una gran tolerancia.
Actualmente, el BG-12 está en fase de aprobación por la FDA y la EMA. "Caso de que estas agencias reguladoras lo aprueben y lo acepten en el índice de medicamentos, los médicos tendríamos a nuestra disposición un agente terapéutico con gran proyección de futuro contra la EM; más aún si consideramos que es una terapia oral, lo cual facilita enormemente su administración", subrayó Guillermo Izquierdo.
Equipos multidisciplinares
Los pacientes con EM contemplan como su movilidad se ve afectada. La gravedad variará según la etapa de desarrollo de la dolencia y puede ir desde una torpeza al caminar -tropezar con sillas y mesas- hasta casi una inmovilidad total. "Detener el ejercicio físico, como se recomendaba, es un error ya que es vital estimular el cerebro para que sea capaz de realizar los ajustes y compensaciones precisas lo más precozmente posible con el fin de controlar la disfunción motriz", explicó Anja Hochsprung, fisioterapeuta responsable de la Unidad de Neurofisioterapia Biofuncional del Hospital Universitario Virgen de Macarena de Sevilla.
Para esta experta, la falta de conocimiento y comprensión que rodea la EM es uno de los mayores problemas que acarrea esta enfermedad. En este sentido, Anja Hochsprung abogó por establecer un abordaje multidisciplinar donde neurólogos, neuropsicólogos, psicólogos clínicos, trabajadores sociales, nutricionistas... interactúen y se retroalimenten para ofertar al paciente la mejor terapia del modo más rápido y dinámico posible.
La neurofisioterapia biofuncional juega un papel importante en la movilidad del paciente. "Se trata de bombardear al cerebro con estímulos que activen nuevos campos neurológicos que ayuden a reemplazar la función alterada. El paciente siente que vuelve a recuperar el control de su cuerpo, a comprender sus funciones y esto le ayuda a convertirse en protagonista de su tratamiento", añade Ana Honchsprung.
En el segundo semestre de 2012 verá la luz otro importante avance terapéutico para estos pacientes. A partir de entonces tendrán a su disposición la fampridina, un medicamento que ha demostrado la capacidad de mejorar la velocidad de deambulación en personas con EM y que, además cuenta con un perfil de seguridad apropiado. La fampridina es uno de los pocos fármacos que, en el campo del tratamiento sintómatico de la EM, ha demostrado su eficacia en parámetros de máxima calidad, siguiendo las guías de la medicina basada en la evidencia.
"En el estudio pivotal, el 64 por ciento de los pacientes no tuvo actividad clínica –ni brotes, ni aumento de la discapacidad- y el 58 por ciento no tuvo actividad radiológica –ni lesiones activas, ni tampoco nuevas lesiones en resonancia-", explica el doctor Guillermo Izquierdo, jefe de Neurología del Hospital Virgen Macarena de Sevilla. "Además, no sólo es capaz de disminuir de forma destacable la actividad clínica y radiológica, sino también la progresión de la discapacidad, apreciándose, en algunos casos, mejoría en las capacidades del paciente", añade.
El neurólogo Guillermo Izquierdo reconoce que, a pesar de que todavía se desconoce la causa, el diagnóstico de la esclerosis múltiple es cada vez más rápido y seguro al contar con un mayor conocimiento de la fisiopatología y la genética de la EM, además de disponer de nuevos tratamientos más eficaces y personalizados, "sin embargo, aún tenemos que avanzar en el diagnóstico precoz de esta enfermedad para la que no hay ninguna prueba de laboratorio, síntoma o hallazgo físico que indique automáticamente la existencia de EM", aseguró el especialista en la IV Reunión para medios de comunicación sobre Esclerosis Múltiple, organizado por Biogen Idec en Sevilla donde, en vísperas de celebrarse el día Mundial de la Esclerosis Múltiple, se han expuesto las nuevas alternativas terapéuticas para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren esta enfermedad del Sistema Nervioso Central que afecta al cerebro, el tronco del encéfalo y la médula espinal.
Búsqueda de la seguridad
"Uno de los riesgos que más temen los médicos es que tras los tratamientos los pacientes presenten Leucoencefalopatía Multifocal Progresiva (LMP) por efecto de los anticuerpos antivirus JC como efecto secundario no deseado", explica el doctor Izquierdo. "Por esto, en la búsqueda de la seguridad del tratamiento, el test Stratify es un paso decisivo porque con él se detectan los anticuerpos antivirus JC, lo que permite tratar a los pacientes con natalizumab con mínimo riesgo de aparición de LMP".
Además de nuevos fármacos, la investigación también avanza en la optimización del uso de los ya existentes, como es el caso de la nueva presentación del interferón beta-1a (Avonex), que será el primer autoinyector intramuscular, que facilitará la administración del tratamiento induciendo como consecuencia una mayor adherencia.
Del mismo modo que ya se utiliza en otras dolencias, como el Azheimer, Guido Decap, vicepresidente de Biogen Idec Iberia, cree que el reto de la investigación de la EM está también en la búsqueda de los marcadores biológicos específicos que indiquen el camino que seguirá la enfermedad, lo que permitirá un abordaje precoz contra el desarrollo de la misma, lo que traerá como consecuencia un mejor pronóstico y un tratamiento personalizado.
Arriban los fármacos orales
La llegada de nuevos fármacos hace que Decap vea el futuro de los afectados por EM, tan solo en España más de 45.000 personas, con un horizonte más esperanzador, tanto en el retraso de las crisis, como en su vida del día a día. En esta línea, un gran avance es la llegada del BG-12 (dimetilfumarato), un tratamiento oral que está demostrando una gran efectividad alrededor del 50 por ciento), al que hay que añadir una gran tolerancia.
Actualmente, el BG-12 está en fase de aprobación por la FDA y la EMA. "Caso de que estas agencias reguladoras lo aprueben y lo acepten en el índice de medicamentos, los médicos tendríamos a nuestra disposición un agente terapéutico con gran proyección de futuro contra la EM; más aún si consideramos que es una terapia oral, lo cual facilita enormemente su administración", subrayó Guillermo Izquierdo.
Equipos multidisciplinares
Los pacientes con EM contemplan como su movilidad se ve afectada. La gravedad variará según la etapa de desarrollo de la dolencia y puede ir desde una torpeza al caminar -tropezar con sillas y mesas- hasta casi una inmovilidad total. "Detener el ejercicio físico, como se recomendaba, es un error ya que es vital estimular el cerebro para que sea capaz de realizar los ajustes y compensaciones precisas lo más precozmente posible con el fin de controlar la disfunción motriz", explicó Anja Hochsprung, fisioterapeuta responsable de la Unidad de Neurofisioterapia Biofuncional del Hospital Universitario Virgen de Macarena de Sevilla.
Para esta experta, la falta de conocimiento y comprensión que rodea la EM es uno de los mayores problemas que acarrea esta enfermedad. En este sentido, Anja Hochsprung abogó por establecer un abordaje multidisciplinar donde neurólogos, neuropsicólogos, psicólogos clínicos, trabajadores sociales, nutricionistas... interactúen y se retroalimenten para ofertar al paciente la mejor terapia del modo más rápido y dinámico posible.
La neurofisioterapia biofuncional juega un papel importante en la movilidad del paciente. "Se trata de bombardear al cerebro con estímulos que activen nuevos campos neurológicos que ayuden a reemplazar la función alterada. El paciente siente que vuelve a recuperar el control de su cuerpo, a comprender sus funciones y esto le ayuda a convertirse en protagonista de su tratamiento", añade Ana Honchsprung.
En el segundo semestre de 2012 verá la luz otro importante avance terapéutico para estos pacientes. A partir de entonces tendrán a su disposición la fampridina, un medicamento que ha demostrado la capacidad de mejorar la velocidad de deambulación en personas con EM y que, además cuenta con un perfil de seguridad apropiado. La fampridina es uno de los pocos fármacos que, en el campo del tratamiento sintómatico de la EM, ha demostrado su eficacia en parámetros de máxima calidad, siguiendo las guías de la medicina basada en la evidencia.
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