Mejorar el autocuidado en AR, clave de la campaña 'Lograr un objetivo'

En España hay unas 250.000 personas que padecen artirtis reumatoide (AR), una patología grave que no sólo produce una inflamación en las articulaciones sino que también afecta a órganos vitales, vértebras, ojos y boca, además de deteriorar la calidad de vida, reducir la autonomía y afectar a la esfera física y psíquica del paciente, y a su entorno social, familiar y laboral.

Isabel Gallardo Pomce | 27/06/2012 00:00

Por ello, Conartritis y UCB han presentado la campaña Lograr un Objetivo, que pretende dotar a los pacientes de herramientas para alcanzar un mejor manejo de la enfermedad, siempre con la colaboración de los facultativos.

Mitos y realidades

"Debemos ser un agente activo que se ocupa de su salud y concienciarnos de que está en nuestra mano tener la mejor calidad de vida", ha dicho Antonio Torralba, presidente de Conartritis. La iniciativa ha diseñado dos guías: Ayudando a los pacientes a alcanzar sus objetivos relacionados con AR y Mitos a desmentir sobre AR para aconsejar y dar pautas que yuden al paciente y a sus familiares a mejorar su situación. Así, aclaran creencias como que los tratamientos son tóxicos y hay que retrasar la terapia lo máximo posible o que el paciente necesita descansar la mayor parte del día, cuando lo cierto es que necesitan realizar estiramientos y ejercicio. De hecho, la actividad física es tan importante en el mantenimiento de la movilidad articular que la campaña editará durante el próximo año varias guías para aprender de forma sencilla e incorporarlo a la vida cotidiana. El primer monográfico se centra en cómo caminar de forma saludable para obtener los mayores beneficios. "Los próximos serán sobre yoga, Tai Chi, pilates, hidroterapia... se trata de realizar ejercicio adaptado a las necesidades de cada paciente" y siempre en colaboración con un equipo multidisciplinar.

Alejandro Hijarrubia, fisioterapeuta, ha explicado que los pacientes de AR deben realizar ejercicio supervisado todos los días como parte de su terapia, ya que el tratamiento farmacológico ayuda a reducir la inflamación y permite realizar mejor la actividad física, a la vez que ésta también la disminuye y permite, a largo plazo, tomar menos medicación. Además, ha recomendado el uso de frío y calor para mejorar la movilidad, así como procurar que el rango articular vaya mejorándose realizando ejercicios tanto con el fisioterapeuta como en casa, convirtiéndolos en parte de la rutina. "Los movimientos deben ser relajados y armónicos, buscando ángulos puros que ayuden a mejorar la circulación en la parte inflamada". En la misma línea, el uso de ortopedia permite mantener la articulación en reposo y enlentecer las deformaciones.